PAMI:
MENDOZA NO PODÍA SER LA EXCEPCIÓN
- Lunes, 16 de mayo de 2016
PAMI: en Mendoza había 20.000 beneficiarios fallecidos
La denuncia a nivel nacional por el pago a las clínicas, que la obra social hacía por personas muertas, también tuvo implicancias locales.
Carlos Valcarcel es el titular del PAMI en nuestra provincia. |@ Archivo / Los Andes
Daniel Peralta
La Justicia Federal porteña investiga los pagos de
cápitas de afiliados del PAMI a clínicas privadas.
Esa investigación tiene una pata mendocina, puesto que la delegación local de la obra social de jubilados y pensionados le pagó a las prestadoras por cerca de 20 mil afiliados muertos.
Por cada uno de esos afiliados, el PAMI le paga a los prestadores tres mil pesos.
Es decir que por los afiliados nunca dados de baja se pagaron unos 60 millones de pesos mensuales a las clínicas.
El dato saltó de una depuración del padrón de afiliados del PAMI, a través del cruce de datos entre Anses y PAMI.
Esa depuración en nuestra provincia ronda los afiliados que debieron ser dados de baja.
Según el titular de la delegación local del PAMI, Carlos Valcarcel, de alrededor de 234 mil afiliados originales, luego de tachar a los fallecidos se consignó que en Mendoza se atienden 215 mil jubilados y pensionados.
El caso estalló a nivel nacional hace dos semanas, cuando el titular del PAMI nacional, Carlos Ragazzoni, hizo una exposición en el Congreso nacional.
En ese momento se denunciaron 400 mil afiliados fallecidos que nunca fueron borrados del padrón de beneficiarios del PAMI.
Según Valcarcel, en Mendoza el número quedó en 20 mil fallecidos por los que se seguía pagando la cápita a los prestadores pero no se habrían encontrado, al menos hasta ahora, vinculaciones con la venta de medicamentos a esos beneficiarios muertos, venta que en parte es pagada por el PAMI.
Tampoco se habrían encontrado clínicas fantasmas que facturaban a la obra social servicios nunca prestados, tal como lo denunció Ragazzoni a nivel nacional.
En el caso de Mendoza, el problema de no tachar a las personas fallecidas del padrón genera un quebranto al Estado por los pagos en concepto de “cartera asignada”.
Por cada afiliado el PAMI paga alrededor de tres mil pesos, un piso que cobra cada una de las clínicas en las que se atienden jubilados.
A ese monto hay que agregarle el pago de las prestaciones efectivamente realizadas a cada paciente.
Según Valcarcel, no se detectaron pagos de prestaciones no realizadas, pero si el pago de la “cartera asignada” a cada clínica por pacientes que ya habían fallecido.
El titular del PAMI deslindó responsabilidades a las prestadoras puesto que “la que tiene que actualizar los datos es la Anses mientras que el PAMI debe actualizar sus bases de afiliados.
Las clínicas cobran de acuerdo a lo que el PAMI le dice”.
La pregunta es si habría alguna connivencia entre funcionarios del PAMI y clínicas para “inflar” la cápita.
Valcarcel prefiere creer que la responsabilidad es los funcionarios del Estado.
Más allá de las responsabilidades, hay una causa penal en la Justicia federal, porque el PAMI está financiado por fondos nacionales y esa causa está radicada en Buenos Aires porque el caso mendocino no sería el único.
Según Valcarcel el problema podría estar en la Anses, donde no se habría borrado a los fallecidos de la lista de beneficiarios de jubilaciones y pensiones o en el propio PAMI y eso es lo que se estaría investigando: dónde no se corrigieron los padrones y desde cuándo.
El PAMI de Mendoza atiende al 8% del universo nacional de afiliados y Valcarcel dice que tiene el 8% de los problemas que se verifican a nivel nacional, aunque el titular del PAMI local prefiere no extenderse demasiado en los problemas que encontró al asumir.
Entre las historias denunciadas a nivel nacional hay una que conmovió al país en los últimos días: las 16 mil sillas de ruedas apiladas en un oscuro depósito en lugar de estar siendo usadas por algún beneficiario.
En Mendoza hubo algo similar, pero a mucho menor escala. Valcarcel contó que encontró cuatro sillas de ruedas en su depósito, cubiertas de hiedra.
A nivel nacional hubo un convenio entre PAMI y las escuelas técnicas para que en los colegios se arreglen las 16 mil sillas halladas.
Valcarcel siguió ese procedimiento: dice que se las entregó a una escuela técnica del sur para que las arreglaran y se pudieran repartir.
fuente
"Los Andes", 16.05.2016
Esa investigación tiene una pata mendocina, puesto que la delegación local de la obra social de jubilados y pensionados le pagó a las prestadoras por cerca de 20 mil afiliados muertos.
Por cada uno de esos afiliados, el PAMI le paga a los prestadores tres mil pesos.
Es decir que por los afiliados nunca dados de baja se pagaron unos 60 millones de pesos mensuales a las clínicas.
El dato saltó de una depuración del padrón de afiliados del PAMI, a través del cruce de datos entre Anses y PAMI.
Esa depuración en nuestra provincia ronda los afiliados que debieron ser dados de baja.
Según el titular de la delegación local del PAMI, Carlos Valcarcel, de alrededor de 234 mil afiliados originales, luego de tachar a los fallecidos se consignó que en Mendoza se atienden 215 mil jubilados y pensionados.
El caso estalló a nivel nacional hace dos semanas, cuando el titular del PAMI nacional, Carlos Ragazzoni, hizo una exposición en el Congreso nacional.
En ese momento se denunciaron 400 mil afiliados fallecidos que nunca fueron borrados del padrón de beneficiarios del PAMI.
Según Valcarcel, en Mendoza el número quedó en 20 mil fallecidos por los que se seguía pagando la cápita a los prestadores pero no se habrían encontrado, al menos hasta ahora, vinculaciones con la venta de medicamentos a esos beneficiarios muertos, venta que en parte es pagada por el PAMI.
Tampoco se habrían encontrado clínicas fantasmas que facturaban a la obra social servicios nunca prestados, tal como lo denunció Ragazzoni a nivel nacional.
En el caso de Mendoza, el problema de no tachar a las personas fallecidas del padrón genera un quebranto al Estado por los pagos en concepto de “cartera asignada”.
Por cada afiliado el PAMI paga alrededor de tres mil pesos, un piso que cobra cada una de las clínicas en las que se atienden jubilados.
A ese monto hay que agregarle el pago de las prestaciones efectivamente realizadas a cada paciente.
Según Valcarcel, no se detectaron pagos de prestaciones no realizadas, pero si el pago de la “cartera asignada” a cada clínica por pacientes que ya habían fallecido.
El titular del PAMI deslindó responsabilidades a las prestadoras puesto que “la que tiene que actualizar los datos es la Anses mientras que el PAMI debe actualizar sus bases de afiliados.
Las clínicas cobran de acuerdo a lo que el PAMI le dice”.
La pregunta es si habría alguna connivencia entre funcionarios del PAMI y clínicas para “inflar” la cápita.
Valcarcel prefiere creer que la responsabilidad es los funcionarios del Estado.
Más allá de las responsabilidades, hay una causa penal en la Justicia federal, porque el PAMI está financiado por fondos nacionales y esa causa está radicada en Buenos Aires porque el caso mendocino no sería el único.
Según Valcarcel el problema podría estar en la Anses, donde no se habría borrado a los fallecidos de la lista de beneficiarios de jubilaciones y pensiones o en el propio PAMI y eso es lo que se estaría investigando: dónde no se corrigieron los padrones y desde cuándo.
El PAMI de Mendoza atiende al 8% del universo nacional de afiliados y Valcarcel dice que tiene el 8% de los problemas que se verifican a nivel nacional, aunque el titular del PAMI local prefiere no extenderse demasiado en los problemas que encontró al asumir.
Entre las historias denunciadas a nivel nacional hay una que conmovió al país en los últimos días: las 16 mil sillas de ruedas apiladas en un oscuro depósito en lugar de estar siendo usadas por algún beneficiario.
En Mendoza hubo algo similar, pero a mucho menor escala. Valcarcel contó que encontró cuatro sillas de ruedas en su depósito, cubiertas de hiedra.
A nivel nacional hubo un convenio entre PAMI y las escuelas técnicas para que en los colegios se arreglen las 16 mil sillas halladas.
Valcarcel siguió ese procedimiento: dice que se las entregó a una escuela técnica del sur para que las arreglaran y se pudieran repartir.
fuente
"Los Andes", 16.05.2016
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