El "diario" de Negro y Tata incluía el detalle de las coimas a la Aduana
Investigación de Clarín
Los hermanos Paolantonio llevaban una puntillosa contabilidad del dinero que dejaban en el camino de los contenedores que llegaban de China cargados de contrabando.
Permite saber cúanto cobraba cada sector y cuál fue la ganancia de esta banda.
Los apuntes conducen inevitablemente a pensar que diferentes sectores de la Aduana recibían coimas para hacer la vista gorda frente a los enormes contenedores cargados de telas o chucherías fabricadas en China.
Fuentes cercanas al nuevo jefe de la Aduana, Juan José Gómez Centurión, dieron que ya tienen identificados a varios agentes que tramitaron cargas vinculadas a ese grupo.
Pero la filtración de documentación va más allá y permite conocer con lujo de detalles cómo funcionaba el ducto que permitió alimentar de mercadería prohibida las calles y comercios de Buenos Aires.
Clarín pudo acceder también a una planilla que contiene la contabilidad exacta referida a la maniobra de importación de una decena de contenedores a mediados de 2014.
De allí surge cómo se distribuía el dinero entre los funcionarios que en teoría debían evitar esas importaciones ilegales.
Los datos correspondientes al contenedor HMCU 908612/9 sirven para ilustrar cómo era finalmente el reparto del dinero del contrabando.
Importado por los Paolantonio a través de la sociedad Corport SA, ingresó al país en mayo de 2014 cargado de mercadería Tx2 ("Todo por dos pesos") destinada a un cliente identificado como Martín A.
La lata en cuestión fue transportada de la terminal portuaria BACTSSA al depósito fiscal TCT el 15 de mayo.
El diario es generoso en datos: el custodio del operativo se llamaba Pedro.
El trabajo para ingresar esa mercadería había sido cotizado por los hermanos Paolantonio en 55.000 dólares.
La contabilidad casera de esta organización muestra cómo se dividió esa suma:
Al "Banco" fueron 5.280 dólares o el 9,6% del total (se supone que es el dinero depositado legalmente para blanquear de cierto modo la operación por la mercadería subvaluada).
A "julian/prohib" se asignaron 1.293 dólares o el 2,3% (se presume que corresponde al área aduanera que certifica que el contenedor no incluya mercadería prohibida por el país, como obras de arte).
A "termi" correspondieron 570 dólares o 1% (quizás se trate del pago por los costos operativos en la terminal portuaria).
A "mauro" le tocaron 783 dólares, el 1,4% (se desconoce a qué sector pertenece).
A "firma" le correspondieron 313 dólares, un 0,5% del total (es probable que este dinero corresponde a quien homologa por Aduana el papeleo).
A "Verif" van los montos más suculentos: recibió 6.667 dólares o el 12,2% (refiere seguramente al área de Verificación aduanera, donde trabajaría la mencionada Beatriz).
A "PA" se le pagaron 300 dólares o el 0,5% (se presume que hace referencia a la Policía Aduanera).
A "Plus" se le asignaron 1.115 dólares o el 2% (se desconoce de qué se trata).
Hasta aquí, según especialistas en comercio exterior que pudieron ver las planillas en poder de Clarín, la especulación es que la mayoría de los pagos fueron dirigidos a áreas técnicas del servicio aduanero, ni bien la mercadería ingresó a puerto.
Pero la "nacionalización" definitiva de esta carga se produjo luego, en un depósito fiscal.
Allí, otra vez, se pagan sumas elevadas, presuntamente destinadas a quienes avalaban "políticamente" y daban cobertura a este tipo de operaciones, comenzando por la máxima conducción de la AFIP y la Aduana.
A "Aduana TCT" se le asignaron 885 dólares o 1,6% (la sigla remite al depósito fiscal Terminal de Cargas Tigre, donde recaló ese y muchos otros contenedores.
En otras operaciones semejantes, a ese rubro se le asignan pagos muy superiores, de hasta 5.500 dólares. Podría ocultar los pagos a las instancias superiores de la Aduana).
A "depo TCT" se le entregaron 5.000 dólares o el 9% del total (sería el retorno para quienes estaban al mando de ese depósito fiscal).
A "Almac" le correspondieron 825 dólares o el 1,5% (sería el costo real operativo del depósito).
A "Cust" le pagaron 75 dólares, el 0,01% (se sobreentiende que es el pago de la custodia asignada al contenedor).
A "edgard" se le asignan otros 80 dólares y en el rubro "gs" se anotan 150 dólares. Suman 0,03%(se desconoce a qué refieren).
Posiblemente el primer caso haga referencia a un despachante de aduana que más operaba mucho con la firma Corport SA.
En toda esta contabilidad paralela figura una columna denominada "Trans", donde se debería ubicar el costo del transporte.
En todos los casos el valor colocado allí es cero, porque justamente ese servicio lo prestaban los hermanos Paolantonio a través de su empresa Transportes DTM SRL.
En todos los casos figura también un apodo raro, "pekerman", que solamente en algunos casos recibe 1.500 dólares.
En el caso del contenedor cargado de Tx2, el tal "Pekerman" no recibió su tajada.
Al final de las cuentas, la lata finalmente había atravesado todos los controles aduaneros con un costo final, por derecha e izquierda, de 23.336 dólares.
Como había sido presupuestado en 55.000, la ganancia para la organización de contrabandistas fue exhorbitante: se quedaron con el 57,6% del dinero, o 31.664 dólares.
Como en todos los casos corroborados por esta investigación, ese dinero se dividió en dos partes iguales de 15.832 dólares.
Una fue para el Tata. La otra para el Negro.
Contrabando al dólar libre
Cada contenedor que llegaba al puerto de Buenos Aires debe atravesar varios filtros aduaneros.
En el caso de las latas de esta organización, las distintas ventanillas de la Aduana no solían poner reparos y a lo sumo lo que se discutía con los aduaneros de cada sector era qué tipo de cambio (TC) se iba a aplicar para convertir a pesos los dólares que debían dejar los importadores en concepto de coimas.
El 13 de junio de 2014, según describe el diario de estos contrabandistas, Tata arregló con un tal Julián que “de ahora en más el TC es a 9” pesos por dólar.
No duró demasiado porque para el 31 de julio el tipo de cambio para hacer esa transacción ya se había elevado a 11 pesos y para el 25 de septiembre el diario alerta: “Los de la Aduana quieren subir el TC a 12$”.
En 2014, mientras la mayoría de los argentinos no podían acceder a los pocos dólares que se vendían a valor oficial, las coimas para los aduaneros cotizaban a valores del mercado libre.
fuente
"Clarin.com", 20.05.2016
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