MOYANO:
SINDICALISTA Y/O EMPRESARIO
El engorde de Hugo Moyano:
la enorme y compleja red de sus negocios familiares
Cómo construyó su emporio el
sindicalista más poderoso de la Argentina, que ahora enfrenta una megacausa por
evasión y lavado por cuatro mil millones de pesos
Por Diego Schurman 13 de enero de 2018
(Nicolás Stulberg)
Hugo Moyano pegó un grito
estentóreo.
—¡Yo
represento a los trabajadores mientras que "Los Gordos" se aprovechan
de los trabajadores para hacer negocios! —sacudió el tablero en una reunión de
la CGT.
La
central sindical crujía por las desavenencias internas.
En aquellos movidos
años ´90 el camionero despuntaba con una estrategia combativa, en claro
contraste con la complacencia de muchos de sus pares con las políticas
neoliberales de Carlos Menem.
El rótulo de "Los
Gordos" nació en esa singular coyuntura que no se ocupaba de la contextura
física de los sindicalistas sino del ensanchamiento de sus bolsillos.
Dos décadas después Moyano se convirtió en aquello que criticaba:"el
engorde" del ex jefe de la CGT fue un proceso lento y sistemático que lo
catapultó como el dirigente gremial más poderoso de la Argentina.
Su
red de influencia y negocios se extendió hacia lugares tan disímiles como pueden
ser sanatorios, compañías textiles, de seguros, ferrocarriles y clubes de
fútbol.
La hegemonía del camionero en el universo
sindical, alcanzada durante la gestión kirchnerista, fue clave en ese proceso
expansivo que aún no conoce límites.
(Télam)
En el desarrollo y
sustentabilidad de emprendimientos que trasuntaron en un verdadero emporio
familiar resultó trascendental el sistema de reelecciones
indefinidas imperante en el sindicato de camioneros -garantía
de continuidad y empoderamiento-, y las contribuciones impuestas a los
trabajadores en sucesivos convenios colectivos de trabajo.
Sin ese
fortalecimiento interno, al que también colaboró la apropiación de afiliado de
otros gremios en los diferendos de encuadramiento, difícilmente Moyano se
hubiera convertido en la figura omnipresente que es hoy.
Sobre
este hombre todopoderoso tiene puesta la lupa el juez Claudio Bonadío, quien investiga
una reciente
denuncia de la Unidad de Información Financiera por presuntos movimientos
irregulares de los fondos de los camioneros.
La
mutación de Moyano a "sindicalista-empresario" quedó brutalmente
expuesta el 13 de junio de 2006 con su ingreso al ferrocarril General Belgrano
como integrante del grupo concesionario, en una experiencia que duró seis años.
El
entonces presidente Néstor Kirchner premió su encolumnamiento político
otorgándole a la mutual de los trabajadores camioneros el 6,66 por ciento de la
Sociedad Operadora de Emergencia S.A. (SOE), que pasaba a hacerse cargo de la
mayor red nacional de transporte de mercadería del país.
Se trató
de un hecho doblemente paradojal, ya que Moyano obtuvo participación en un
servicio que es competencia directa de su gremio, y, además, como líder de
todos los trabajadores, se convirtió en patrón de sus representados.
EL
EMPORIO FAMILIAR
El ex jefe de la CGT siempre utilizó su gremio como una formidable
plataforma de negocios, logrando edificar en un muy
pocos años un verdadero emporio familiar.
Su
tercera mujer, Liliana Esther Zulet, fue la ingeniera de la estrategia dando
impulso a Iarai, la gerenciadora de los sanatorios, clínicas y geriátricos de
la obra social de los camioneros, que maneja una caja millonaria.
La
diputada Graciela Ocaña dijo que por haber denunciado el vínculo del
sindicalista con aquella red de sociedades de su esposa terminó en 2010 siendo
eyectada del Ministerio de Salud de la Nación.
"Los trabajadores aportan para la
obra social, que pasa los fondos a las empresas de Moyano, donde queda la
ganancia y luego no se sabe dónde termina", detalló sobre
el circuito del dinero.
A lo largo de más de una
década, Zulet
puso en puestos claves a parientes directos.
A su hija
Valeria Alejandra Salerno le dio la presidencia de Iarai, base de operaciones
del holding.
Desde esa
plataforma, la mujer de Moyano sumaba nuevas empresas con la avidez de los
inconformistas.
Un ejemplo fue la adquisición del 50 por ciento de Las Marías,
una organización de seguridad que se dedicaría a custodiar las compañías del
grupo.
En la
flamante empresa tomó las riendas Juan Manuel Noriega Zulet, otro de sus
familiares, hasta que a un año después el control pasó a manos de Roberto
Sodini.
Este
comisario retirado de la Policía Federal se vinculó con los camioneros desde su
cargo de director de Transporte de Cargas bonaerense.
En Las Marías estuvo
acompañado por Hugo Guffanti, dueño de otra empresa del ramo, Seguridad y
Tecnología.
El
vínculo de Iarai con Moyano siempre fue harto evidente.
Al constituirse, la
gerenciadora fijó domicilio en la dirección de Juan Domingo Ruiz, esposo de la
hermana del camionero.
Ruiz y Eva Irma Moyano son históricos empleados de la
filial marplatense del sindicato.
Iarai recibió todos los "mimos" que se le prodiga a los
hijos, lo que en términos empresarios se traduce en la obtención de los
negocios más rentables.
Uno de ellos fue el de los exámenes psicofísicos para
otorgar la licencia de conducir a los choferes, que monopolizó hasta 2012.
Como premio
por cumplir a rajatabla las órdenes de Moyano-Zulet, Salerno se quedó también
con la presidencia de Dixey, el taller que provee de ropa de trabajo a los
sanatorios y hoteles de los camioneros.
Su madre y su abuelo, Liliana y
Francisco Zulet, hoy fallecido, supieron integrar el directorio de la firma, a
cuyo nombre figura una quinta familiar en Parque Leloir, Ituzaingó, valuada en
500 mil dólares.
La hija
política de Moyano también cobró sueldo de Chenyi, que ofrece servicios
integrales de logística y transporte.
El hombre clave de la compañía siempre
fue Gustavo
Elías, actual vicepresidente de la Unión Industrial de Bahía Blanca.
El
"Turco" Elías es el mismo que representó al gremio en la SOE y que
impulsó el Camión Club Argentino, desde donde se crearon paradores
especialmente equipados para transportistas en estaciones de servicio de YPF.
El Camión
Club Argentino reflejó el bueno (SIC) momento de Moyano con el kirchnerismo, allá por
el 2010, ya que se puso en marcha en un acto que el sindicalista compartió con
el entonces ministro de Planificación, Julio de Vido.
Desde
Chenyi, Elías había participado en 2008 de la adquisición de Ivetra S.A., un
empresa que durante algunos años se dedicó a cobrar un canon por cada contendor
que los camiones ingresaban al puerto.
De la compañía, que pergeñaba la
construcción de un playón para ordenar el tráfico interno de los vehículos de
carga, participaba el ex juez y abogado del gremio Daniel Llermanos, a través
de su firma Selca.
Salerno
no figuraba en Ivetra porque ya tenía suficiente tarea con Iarai , Dixey y
Chenyi.
O al menos eso creía hasta que su madre la coronó con un cargo
jerárquico en Aconra, la empresa que levantó el hotel sindical de Mar del Plata
y remodeló los sanatorios 15 de Diciembre y Antártida, pertenecientes a la
mutual del gremio.
El Antártida es el que Moyano
reinauguró esta semana en el barrio de Caballito.
Así está el sanatorio que “inauguró” Moyano hace pocos días
Aconra le dio a la familia
Moyano jugosos dividendos.
En apenas los primeros cuatro años de actividad
sumó, junto a Iarai, y Dixey, ganancias del orden de los 12.760.789, 32 pesos.
En el directorio de esta empresa de construcción, que hasta el 2007 se llamó
Jewerly Fashion, Zulet sumó a muchos de los propio (SIC).
Desde Juan Manuel Noriega
Zulet hasta Christian y Vicente Asorey, a la sazón, su yerno y su consuegro,
respectivamente.
El papel
de este último en el "grupo económico Moyano-Zulet", si se permite
esa definición, es protagónica, ya que supo figurar simultáneamente como
presidente de Aconra; vicepresidente de Iarai, y contador certificante de
Dixey.
Christian,
en cambio, se hizo conocido por su paso en el Ministerio de Salud de la Nación.
Entre 2007 y 2010 ocupó cargo en la ya disuelta Administración de Programas
Especiales (APE).
Por esa dependencia, que entonces subsidiaba con 700 millones
de pesos anuales los tratamientos de enfermedades especiales, tuvieron oficina
Daniel Colombo Russel, asesor legal del gremio, y Abel Beroiz, hijo del
asesinado tesorero de los camioneros.
Christian, según su declaración jurada
ante la Oficina Anticorrupción, también tenía ingresos del sindicato.
Su
superior en la APE fue Juan Antonio Rinaldi, quien en 2008
pasó a desempeñarse como Superintendente de Seguros de Salud (SSS), desde donde
controlaba los 6000 millones de pesos que mueven las obras sociales.
Rinaldi
fue abogado de Moyano y llegó a la SSS en reemplazo de Héctor Capaccioli, señalado
como el recaudador de la campaña presidencial de Cristina Kirchner en 2007 y
acusado en la llamada causa de la "mafia de los medicamentos", que
también salpicó al gremio de camioneros.
Volviendo
a Asorey, el joven yerno político de Moyano, hay que decir que también ocupó un
lugar en el directorio de Caminos Protegidos, el nombre que adquirió la
compañía de seguros Juncal una vez que la compró camioneros.
Caminos
Protegidos también sirvió de refugio de familiares.
Pablo Moyano figuró allí
como vicepresidente y su hermana María Isabel Paola como directora.
Pablo Moyano figuró como vicepresidente de Caminos Protegidos (Martín Rosenzveig)
En la firma dedicada a
ofrecer seguros de transporte, vida y ART también ocupó lugar Omar Andrés
Pérez, uno de los que representó a los camioneros en la SOE, y Miguel Angel
Enríquez.
Este último fue director del Reviens, el hotel que Moyano compró en
Pinamar en 2008 para venderlo seis años después al doble de su valor.
Ese
coqueto cuatro estrellas fue administrado por APU Turismo, la agencia de Néstor
Aníbal Canosa, un eslabón más de los negocios del ex líder de la CGT.
Se
trata del propietario de Sunset de Bariloche, el hotel que ofrece como lugar de
descanso y esparcimiento el sindicato de trabajadores de peajes.
¿Quiénes
fueron el titular y el abogado de ese gremio? Facundo y Huguito Moyano, los
benjamines de la dinastía.
Como si
fuera poco, Canosa es, además, dueño de Proyectos de Informática, que
brinda servicios de internet para tramitar la licencia de los camioneros.
Como se
ve, todo tiene que ver con todo.
O mejor dicho, todos tienen que ver con Moyano.
FÚTBOL,
CORREO Y BASURA
La
realidad exhibe el error de algunos analistas de considerar al viejo Moyano
como kirchnerista y al actual como macrista.
Moyano es moyanista.
La
conducta disruptiva del camionero en tiempos de Menem fue cediendo a otra
negociadora, sobre todo con los gobiernos peronistas.
Se mostró cercano a
Adolfo Rodríguez Saá, a Eduardo Duhalde y a los Kirchner, hasta que su ambición
de poder apuró el desaire de Cristina Fernández.
(NA)
La creación del partido
"por la cultura, la educación y el trabajo", que por ahora transita
sin pena ni gloria, responde al mismo propósito.
Es, en definitiva, una
plataforma desde donde busca la autonomía necesaria para proyectarse más allá
de quien triunfe en las urnas.
Su incursión en el deporte reproduce el espíritu expansionista que
mostró en la política.
No se conformó con el Club Atlético,
Social y Deportivo Camioneros que lanzó al ruedo en 2009.
También hizo pie en Alvarado
de Mar del Plata, su terruño, cuando en 2012 su hijo Facundo, hoy diputado
nacional por el massismo, se convirtió en presidente de la institución.
Manejó en
la sombras las inferiores de All Boys a través de Guillermo Calleri hasta que
en 2013 el entonces presidente, Roberto Bugallo, le bajó el pulgar.
"A
Calleri tuve que despedirlo porque nos sacaba jugadores y se los llevaba al
club de Moyano, donde también trabaja", precisó.
El desembarco en la presidencia de Independiente en 2014, en
medio de una crisis histórica, fue el trampolín que le permitió convertirse en
protesorero de la AFA, primero, y vicepresidente, después, secundando así a su
yerno Claudio "Chiqui" Tapia, el histórico presidente de Barracas
Central.
(Télam)
Los Moyano ingresaron al
Rojo en 2005 de la mano de Julio Comparada, titular de El Surco, una
aseguradora vinculada al mundo futbolístico y sindical.
Hugo fue representante
de socios hasta el 2008 y volvió a ser candidato en la lista que encabezó
Baldomero "Cacho" Alvarez en 2011.
En tanto, su hijo Pablo accedió en
2008 a una vocalía de la Comisión Directiva, y ostentó la presidencia del
fútbol amateur.
Ya como presidente del Rojo, los vínculos políticos y empresarios
de Moyano quedaron a la intemperie.
Consiguió, por ejemplo, que
el Banco Ciudad sea uno de los auspiciantes de la camiseta del equipo.
Otro
sponsor que ostenta en las mangas de la casaca es Audifarm, una empresa de
servicios farmacéuticos.
Uno de sus gerentes, Marcos Daniel
Hendler fue procesado por "asociación ilícita" y
"defraudación" en la causa de la "mafia de los
medicamentos", en la que también apareció envuelta la obra
social de Moyano y el ex titular de la APE, Hugo Sola, vinculado al gremio.
Hendler
se enlazó al camionero a través de Droguería Urbana.
Revistaba como director de
esa empresa, que proveía de medicamentos para tratamientos de alta complejidad
a la mutual del gremio.
Por ese gasto, el Estado compensaba a Moyano con giros
de la APE.
El juez Bonadío siempre sospechó que Camioneros fraguaba legajos
con tratamientos ficticios, con la connivencia de
Hendler, para poder recibir onerosos reintegros estatales.
Hendler
no es un satélite que comercia con Independiente: fue parte de su conducción en
tiempos de Comparada como representante de socios.
En esos años se supo que su
droguería no sólo integraba el listado de empresas aportantes a la campaña
presidencial de la fórmula Cristina Kirchner-Julio Cobos sino también que
aparecía mencionada en la llamada causa del Triple Crimen.
Además de
Banco Ciudad y Audifarm, los jugadores de Independiente muestran en el frente
de sus camisetas la publicidad de OCA, la empresa de correo
privado más importante del país.
OCA
pertenece al Grupo Ruho, el mismo que afilió a trabajadores de sus múltiples
empresas al gremio de camioneros, condición necesaria para acceder al Refop, un
frondoso subsidio estatal.
El Grupo Ruho lo preside Patricio
Farcuh, un fanático del fútbol que en 2010 viajó junto a Pablo y Facundo Moyano
al Mundial de Sudáfrica, compartiendo la tribuna con la barra de Independiente.
Patricio Farcuh
Al fin y al cabo fue la
familia del mandamás camionero quien le tendió la alfombra para su desembarco
en la mayor firma privada telepostal, luego del proceso de salida de Alfredo
Yabrán, primero, y de Juan Navarro del Exxel Group, después.
En ningún
papel de OCA ni de Covelia, la empresa recolectora de
residuos que extiende sus tentáculos en provincia de Buenos Aires,
aparece el apellido Moyano.
Pero es vox pópuli que esas compañías
son parte de un proceso de acumulación del camionero.
Ahora será la Justicia quien determinará si en este sistemático
engorde, Moyano sufrirá alguna que otra patada al hígado.
Fuente
“infobae”, 13.01.2018
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