3 ene 2018

LO QUE COMES Y LO QUE BEBES EN... LA INDIA













LO QUE COMES Y LO QUE BEBES EN… LA INDIA


{Ver las entrada: "Eres lo que comes", 20.09.2017; "Eres lo que comes y... lo que bebes", 15.11.2017}




La lucha de un padre contra la comida chatarra en India

Rahul Verma distribuyendo el platillo indio khichdi, una mezcla de arroz, lentejas y vegetales, a pacientes afuera del hospital en Nueva Delhi.
Rahul Verma distribuyendo el platillo indio khichdi, una mezcla de arroz, lentejas y vegetales, Aa pacientes afuera del hospital en Nueva Delhi.
crédito
Atul Loke para The New York Times


Según expertos, los habitantes de India son mucho más propensos a la diabetes que los habitantes de otras partes del mundo. 

El esfuerzo de un padre para prohibir la venta de comida poco saludable dentro y cerca de las escuelas ha dado frutos exiguos, pero la batalla continúa.

Por 
NUEVA DELHI, India — El hijo de Rahul Verma nació gravemente enfermo con problemas digestivos, pero a lo largo de los años y de visitas al endocrinólogo del niño, Verma vio que el médico se preocupaba cada vez más por un problema distinto, uno que amenazaba a los niños sanos. 

La comida chatarra, advirtió el médico, era especialmente peligrosa para los indios, quienes son mucho más propensos a la diabetes que los habitantes de otras partes del mundo.

Un día, en la sala de espera del médico, Verma notó a una niña que había engordado porque comía papas fritas compulsivamente. 

Decidió que debía hacer algo al respecto.

“Por un lado hay niños como mi hijo que nacen con problemas”, dijo Verma, “y por el otro están los niños sanos que están completamente bien, pero los estamos dañando al darles comida poco saludable”.

Verma, quien no tenía conocimientos sobre Derecho, se quedaba despierto hasta altas horas de la noche con su esposa, Tullika, redactando una petición en su pequeño apartamento.

Interpuso una demanda de interés público en la Corte Suprema de Nueva Delhi en 2010, con la que buscaba una prohibición contra la venta de comida chatarra y bebidas azucaradas dentro y en los alrededores de las escuelas en toda India.
Verma con su hijo, Uday, quien requirió múltiples cirugías para sobrevivir deficiencias congénitas de nacimiento. El sufrimiento de Uday inspiró a Verma a ayudar a los niños que nacieron saludables. 
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Atul Loke para The New York Times


El caso ha impulsado regulaciones que la corte ordenó para la industria alimentaria y dirigidas al gobierno indio, donde han languidecido

Estas tienen una gran importancia en India, con una población de 1300 millones de habitantes, porque es mucho más probable que su gente desarrolle diabetes al subir de peso —la cual puede provocar enfermedades cardiacas, falla renal, ceguera y amputaciones— a diferencia de las personas de otras regiones, según expertos en salud.

Desde 1990, el porcentaje de niños y adultos en India que tienen sobrepeso u obesidad casi se ha triplicado del 6,4 por ciento al 18,8 por ciento, de acuerdo con datos del Instituto para la Medición y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington.

La Federación Internacional de la Diabetes estima que el número de indios con diabetes aumentará a 123 millones para 2040, a medida que las dietas ricas en carbohidratos y grasa se extiendan a áreas rurales menos prósperas.

“Estamos sentados en un volcán”, dijo Anoop Misra, presidente de un hospital de diabetes en Fortis Healthcare, una de las cadenas de hospitales privados más grandes de India.

En los años posteriores a la orden que la corte le dio al gobierno de crear lineamientos para regular la comida chatarra, el caso ha enfrentado una feroz oposición por parte de la Asociación de Procesadores de Alimentos de India, que incluye como miembros a Coca-Cola India, PepsiCo India y Nestlé India, así como a cientos de otras empresas.

Subodh Jindal, presidente de la asociación, dijo en una entrevista que se culpaba injustamente a la comida chatarra de causar diabetes y obesidad. 

Lo que ha provocado el problema es comer demasiado, no la comida en sí, dijo.

Este año, el gobierno tomó una medida importante que los expertos en salud pública creen que ayudará a combatir el aumento de la obesidad.

Implementó parcialmente un impuesto sobre las bebidas azucaradas: instituyó un 40 por ciento de impuesto a ese tipo de bebidas que son carbonatadas, aunque dejó fuera a los jugos hechos con azúcares añadidas que muchos niños beben.

Sin embargo, hasta ahora, las regulaciones para prohibir las ventas cerca de las escuelas, una medida que buscaba la corte en el caso de Verma, no han dado ningún resultado.
Un restaurante de comida rápida en Nueva Delhi. La Federación Internacional de Diabetes calcula que el número de indios con diabetes casi se duplicará para 2040 al llegar a 123 millones de casos. 
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Atul Loke para The New York Times


Jagat Prakash Nadda, el ministro de Salud y Bienestar Familiar de India, no respondió a las reiteradas solicitudes de declaraciones, pero Pawan Agarwal, director ejecutivo de la Autoridad de Estándares de Seguridad Alimenticia de India, el organismo del ministerio responsable de ese tipo de regulaciones, insistió en que los esfuerzos del gobierno han sido sinceros.

“Esto podría parecer típico de India: cuando tienes un problema, se hacen muchos comités y se confunde todo”, dijo. 

No obstante, insistió, “las personas están preocupadas. Quieren hacer algo al respecto. Por lo tanto, todos están creando comités”.

A medida que el caso se ha desplegado en Twitter y en los medios, algunas escuelas han dejado de servir comida chatarra voluntariamente.

Verma, de 42 años, renunció a su trabajo como ejecutivo corporativo de mercadotecnia después del nacimiento de su hijo en 2006 y creó una fundación en 2007 para ayudar a familias como la suya con niños enfermos. 

Sin embargo, en algún momento, Verma le rogó al juez que le permitiera retirar la petición.

Pero el juez presidente Dipak Misra se rehusó. 

En vez de eso, cuando vio en el tribunal a un defensor sénior, Neeraj Kishan Kaul, el juez le ordenó actuar como abogado pro bono en el caso de Verma.

El juez recordó que cuando Kaul, de 54 años, se acercó al banquillo, le dijo en broma al juez: “Se equivocó de persona. A mí me gusta la comida chatarra”.
Verma presentó una demanda de interés público en 2010 con el objetivo de prohibir la venta de comida chatarra dentro y alrededor de escuelas con la esperanza de proteger a los niños de una dieta que no fuera saludable.
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Atul Loke para The New York Times


Un riesgo en aumento


Los científicos buscaron genes que predispusieran a los indios a la diabetes, pero no los encontraron.

En vez de eso, un conjunto creciente de investigaciones sugiere que el tipo de cuerpo de los indios —que es más pequeño pero con mayor grasa abdominal— podría ser el responsable.

Nacer de una madre desnutrida —un fenómeno común en India— también podría aumentar las probabilidades de desarrollar diabetes.


 Chittaranjan Yajnik, un especialista en diabetes, y Barry Popkin, un profesor de Nutrición en la Universidad de Carolina del Norte, están entre los investigadores que exploran una teoría acerca de que los indios desarrollaron lo que Yajnik ha llamado un tipo de cuerpo “gordo delgado” a lo largo de milenios, como una manera de sobrevivir a las hambrunas cuando no llegaban los monzones.

En los años noventa, Yajnik comenzó a dar seguimiento a los embarazos de cientos de mujeres en aldeas afuera de Pune, una ciudad en India occidental, y les hizo pruebas a sus hijos mientras crecían.

Comparados con los niños del Reino Unido, los recién nacidos en India tenían cerca de 680 gramos menos de peso, pero más grasa abdominal y niveles más altos de ciertas hormonas en la sangre umbilical, según descubrió, lo cual sugiere una predisposición a la diabetes.

Yajnik dice que cree que la susceptibilidad de los indios a la diabetes pudo haber surgido a medida que sus dietas cambiaron con el aumento de la riqueza, y que sus cuerpos, acostumbrados a la escasez, no podían con una sobrecarga de alimentos.
Comida en la calle en Nueva Delhi. Los científicos han descubierto que los indios tienen mayores posibilidades de padecer diabetes al ganar peso que personas de otras regiones. 
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Atul Loke para The New York Times



Aunque la obesidad y el sobrepeso son mucho menos prevalentes en la India (un 24 por ciento el año pasado) que en Canadá (alrededor del 60 por ciento), por ejemplo, los adultos indios tienen las mismas probabilidades de desarrollar diabetes que en Canadá, según los hallazgos de un análisis de datos de The New York Times a partir de información del Instituto para la Medición y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington.

En los años que siguieron a la demanda de Verma, las ventas de alimentos empacados han aumentado un 138 por ciento; las de comida chatarra un 83 por ciento, y las de bebidas azucaradas un 58 por ciento, de acuerdo con Euromonitor International, una firma de investigación de mercado.

El director ejecutivo de Coca-Cola Company, James Quincey, dijo hace unos meses en una entrevista con los medios indios que esperaba que el mercado indio se convirtiera en el tercero más grande de la empresa en ventas, al subir de su posición al sexto lugar.

Coca-Cola y PepsiCo han anunciado planes para invertir miles de millones de dólares en el mercado indio.

También han dicho que planean aumentar su oferta de bebidas con menos azúcar y más fruta.

Sanjay Khajuria, un portavoz de Nestlé India, dijo que la Asociación de Procesadores de Alimentos, que se opuso al caso de Verma, había “tomado en cuenta comentarios que la asociación recibió por parte de sus miembros”, y que rechazaba hacer más comentarios. 

También señaló que la compañía se ha unido a otras empresas en India para restringir la publicidad dirigida a los niños menores de 12 años de productos con ciertos niveles de nutrientes.

Un portavoz de Coca-Cola dirigió las preguntas sobre la demanda a la asociación de alimentos. 

El vicepresidente de ventas de PepsiCo India, Harsh K. Rai, también rechazó hacer comentarios acerca de la demanda. 

Dijo que la empresa había dejado de hacer publicidad dirigida a niños de 12 años o menos.

El futuro de la lucha

Pacientes comiendo khichdi, el plato tradicional indio, distribuido tres días a la semana por la Fundación Uday afuera del hospital de Nueva Delhi donde Uday Verma fue atendido. 
Credit
Atul Loke para The New York Times


A principios de 2015, la autoridad de alimentos en el Ministerio de Salud finalmente recomendó regulaciones a la corte, incluyendo algunas limitaciones a la venta de alimentos chatarra cerca de las escuelas

El juez ordenó que las recomendaciones se llevaran a cabo en un plazo de tres meses. 

En vez de eso, la autoridad de alimentos designó otro comité.

Agarwal, director ejecutivo de la autoridad de alimentos, insistió en que su agencia finalmente está lista para comenzar a adoptar las nuevas reglas a principios de este año para etiquetar la comida saludable con una luz verde y con una luz roja para los alimentos altos en grasa, azúcar y sal.

Sin embargo, dijo que gravar la comida chatarra y prohibirla en los alrededores de las escuela eran metas a largo plazo.

“No tiene caso confrontar a la industria respecto de estos temas”, dijo.

Verma fue enfático al decir que alguien debe seguir con la lucha; simplemente no está seguro de que ese alguien sea él. 

Está convencido de que continuar la batalla legal le provocó hipertensión.

Su excompañero en el caso, el abogado pro bono Kaul, dijo que la India necesita más que a Verma para que ocurra un cambio.

“Se necesita un movimiento para luchar contra la inercia del sistema”, dijo, mientras bebía de una lata de Coca-Cola.

Fuente
“The new York Timws.es”, 01.01.2018


Por GEETA ANAND 1 de enero de 2018

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¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.