Además de saber que esté medio lleno o medio vacío, hay que conocer que contiene. Sócrates
14 ene 2019
ÚLTIMOS DÍAS DE LA VÍCTIMA
ÚLTIMOS DÍAS DE LA VÍCTIMA
Blanco sobre negro
Nisman:
últimos días de la víctima
Qué hizo el fiscal durante los días
previos a ser asesinado en su departamento de Puerto Madero.
Los whatsapp de Nisman con el espía que le había presentado a Lagomarsino.
HÉCTOR GAMBINI
-Perdón, Iarita... hay
momentos que no se pueden elegir...
Alberto
Nisman miraba las pantallas con la información del vuelo a Buenos Aires,
en el aeropuerto de Barajas, y trataba de tranquilizar a su hija mayor, Iara,
para que esperara allí mismo, en el salón VIP de Iberia, a su madre.
Serían sólo unas horas, hasta que la jueza Sandra Arroyo Salgado y su otra
hija, Kala -entonces de 8 años recién cumplidos-, pudieran llegar desde
Barcelona.
Arroyo estaba furiosa con su
ex marido, que cambiaba los planes familiares sorpresivamente.
Discutieron
por whatsapphasta
que hablaron, pero no hubo caso.
-Después lo hablamos. Se me va el
avión. Iara te espera acá. La semana que viene vuelvo.
Nisman
y Arroyo Salgado estaban separados desde hacía años, pero ese viaje a Europa
había sido planificado cuidadosamente para sus hijas.
Iara había cumplido 15
años en octubre y, entre fiesta y viaje, eligió viaje.
El pasaje lo habían
sacado aún antes del cumpleaños, el 27 de agosto de 2014.
La
primera parte del plan se cumplió a la perfección.
Iara esperó la última
medianoche de diciembre para recibir el 2015 en casa de su mamá y luego la
jueza de San Isidro la llevó al departamento de su papá, en Puerto Madero, para
que volaran a Inglaterra.
Cuando hicieron las valijas, verificaron que Nisman
tuviera la campera que las chicas le acababan de regalar en su cumpleaños 51,
el 5 de diciembre, para que la estrenara en las pistas de esquí de
Andorra.
Nisman
y Iara volaron entonces a Londres, donde estuvieron unos días hasta que
visitaron Amsterdam y de allí a Madrid.
Debían pasar luego a Andorra y
encontrarse con Arroyo Salgado y la nena más chica en París, el 23 de enero,
pero el fiscal decidió que el lunes 12 debía estar en Buenos Aires.
-Iara, ¿vos notaste que tu
papá había estado preocupado?
-No estaba preocupado, estaba
ansioso.
Nisman y su hija Iara, paseando por Londres.
Todo había cambiado pocas horas
antes de que partieran.
El 30 de diciembre, la procuradora Alejandra Gils Carbó
había desplazado a dos fiscales federales porque no respondían exactamente a lo
que ella quería y, por lo tanto, incomodaban al gobierno kirchnerista.
Eduardo
Taiano dejó de subrogar en la Fiscalía Federal 5 por oponerse a pedir la
indagatoria de Ernestina Herrera de Noble y Bartolomé Mitre por la compra de
Papel Prensa -aún presionado por la procuradora, el fiscal se mantuvo en que no
había ningún motivo para hacerlo y eso le costó el puesto- y
Guillermo Marijuan fue sacado de la Fiscalía de Investigaciones de la Seguridad
Social, donde pedía que el área que investigaba la corrupción en el PAMI
tuviera a sus empleados efectivos y no contratados, para poder
investigar mejor.
Todos
en Tribunales pensaban que el desplazamiento obligado que seguía era el del
jefe de la Fiscalía especial AMIA cuyo titular, Alberto Nisman, preparaba
una denuncia por encubrimiento a los sospechosos iraníes del atentado, ocurrido
en 1994 con 85 muertos.
Pero
el cambio se demoró por una situación increíble y fortuita.
Cuatro días antes de los desplazamientos que ejecutó Gils Carbó, Cristina debía
reunirse con las autoridades de la colectividad judía para avisarles que
sacaría a Nisman y proponerles un nuevo nombre para su reemplazo, pero se
fracturó un tobillo en El Calafate.
Cuando llegó a Buenos
Aires para hacerse una tomografía, le indicaron reposo con la pierna
inmovilizada, de modo que canceló sus reuniones de los últimos días del año.
Esa circunstancia hizo que Nisman terminara el 2014 todavía al frente de la
fiscalía especial que lideraba desde hacía 10 años.
El 17 de enero de 2015 la ex presidenta Cristina Kirchner retomó su actividad oficial recibiendo a un economista francés. Aún seguía en silla de ruedas por un tobillo fracturado. Nisman sería asesinado a la madrugada siguiente.
El fiscal averiguó entonces que la
procuradora Gils Carbó regresaría de sus vacaciones el lunes 12 y decidió
que ese día él debía estar en Buenos Aires para presentar la denuncia contra
Cristina esa misma semana, antes de que lo desplazaran y -estaba convencido- el
gobierno archivara su investigación por encubrimiento designando en su lugar a
un fiscal deJusticia Legítima.
Serían dos años de trabajo tirados
a la basura.
Nisman
llegó a Ezeiza a las 9 de la mañana de aquel lunes y se fue directo a la
fiscalía, en Plaza de Mayo.
Allí convocó a sus empleados de mayor confianza
-ellos sabían desde una semana antes que Nisman adelantaría el regreso- y les
dio instrucciones para finalizar la denuncia al día siguiente y presentarla el
miércoles 14 en los tribunales de Comodoro Py.
El juzgado de turno era el del
juez Lijo, pero como éste estaba de licencia lo subrogaba Servini de Cubría.
Hasta
ese despacho la llevaron personalmente los secretarios letrados Soledad Castro
y Armando Antao Cortéz.
La denuncia contra la Presidenta y parte de su gobierno
por encubrir a los iraníes que volaron la AMIA la recibió un empleado en Mesa
de Entradas.
Tenía 289 páginas.
Pero aún
no se adjuntaban las pruebas: 916 CDs de audio con las escuchas
telefónicas que comprometían a los principales acusados y que Nisman decidió
que entregarían la semana siguiente, tras copiarlos en 19 DVDs, con mucha mayor
capacidad de almacenamiento.
Estas
se iban a enviar recién el lunes 19, de modo que el gobierno se quedó durante larguísimos
5 días en un cataclismo político y sin mayor información
sobre qué tenía Nisman realmente para sostener la denuncia.
¿Cuál sería el
verdadero alcance de las pruebas contra Cristina?
Quien más sabía del caso era
Antonio Stiuso, pero Cristina lo había echado hacía un mes.
Otros espías que
rodeaban a Nisman pudieron haber pasado más información, pero aún había
bastantes dudas con el contenido real de las pruebas que sólo Nisman, Stiuso y
apenas cuatro empleados judiciales de la más cercana confianza del fiscal
conocían.
Esa
misma noche de miércoles Nisman fue a TN y habló públicamente de su denuncia.
Al día siguiente, el jueves 15, fue citado al Congreso para explicar sus
argumentos.
Quedaron en que lo haría el lunes 19, el mismo día en que llevarían
los DVDs con las pruebas a Comodoro Py.
Nisman en TN.
El viernes 16, Nisman almorzó
sushi cerca de su casa y sus colaboradores le llevaron las copias de todas las
escuchas ordenadas por el juez Canicoba Corral que, insólitamente, negaba
haber tomado la medida.
En ese momento, la diputada Diana Conti
decía que, en el Congreso, al fiscal le irían "con los tapones de punta".
Por
la tarde, Nisman le envió una foto de la revista Noticias con él en la
tapa a su amigo Moro Rodríguez, el
espía que le había recomendado a Lagomarsino y ahora vivía
en España.
La tapa decía: "Alberto Nisman, secretos del
fiscal".
Moro
le contestó: "Capooooo!!! Ese es mi amigo carajoooo".
Y le envió una frase de Charles Chaplin: "No se mide el valor de alguien por
sus bienes, sino por su carácter, sus ideas y la nobleza de sus ideales".Nisman
le respondió con seis pulgares hacia arriba.
Los mensajes de Nisman con el espía Moro Rodríguez.
Moro Rodríguez le aseguró a Clarín que,
poco después de firmado el memorándum con Irán, en 2013, Nisman ya le había
contado a él que avanzaba con el encubrimiento: "Al canciller lo tengo hasta las
bolas...", le dijo.
El canciller era Timerman.
Aquel
mismo viernes 16 de enero, Nisman llamó a 12 personas y se mantuvo en contacto
con varios periodistas que lo buscaban para conocer más detalles de su denuncia
contra la Presidenta.
Por la noche le dio una entrevista a la Agencia Judía de
Noticias: "Ojalá todos los ciudadanos, los 40 millones, puedan
escuchar y ver la prueba que tengo entre mis manos. Yo
sabía que pase lo que pase tenía que hacer esto. Yo no podía guardarme esta
prueba, por mí y por la ciudadanía. Con que se sepa la verdad, mi
futuro en todo esto ya no es importante", dijo.
El
sábado 17, sus colaboradores más cercanos estuvieron en contacto con él hasta
las siete de la tarde, cuando Nisman citó a la secretaria letrada Soledad
Castro -una experta en Derecho Internacional y Terrorismo- para continuar
trabajando en los últimos detalles el domingo.
"Mañana nos vemos al mediodía",
le dijo.
Ella lo notó aliviado, divertido y de buen humor.
Castro
le había dado a su jefe pendrives con
información a medida que la investigación avanzaba.
Le dio alrededor de una
docena y Nisman siempre se los quedaba.
Tras su muerte y
luego de que hubiera alrededor de 60 personas caminando por la escena del
crimen, esos pendrives desaparecieron.
Nisman
estuvo ese sábado con los custodios Néstor Durán y Rubén Benítez, a quienes les
pidió varios trámites.
Los policías iban a hacer esos mandados siempre
de a dos.
Es decir, cuando se iban, Nisman se quedaba sin
custodia en el fin de semana más caliente de su carrera
judicial.
Si en algunas horas iba a estar en riesgo, sería justamente
en esas horas.
Esa
tarde el fiscal le sacó una foto a los expedientes en los que trabajaba y a las
18.27 se la envió al vicepresidente de la DAIA, Waldo Wolff.
La foto que Nisman sacó mientras trabajaba en su departamento y le envió al vicepresidente de la DAIA pocas horas antes de ser asesinado.
Al mediodía había llamado al
celular del custodio Durán para pedirle que uno de los dos subiera a su
departamento.
Subió Benítez.
Los
custodios fueron a comprar sushi para su jefe y luego Benítez diría que en esa
breve reunión a solas Nisman le pidió que comprara un arma por él.
Aunque declaró al día siguiente del crimen, los detalles de aquel presunto
pedido recién los explicó en su segunda declaración judicial, tres
meses después.
A
las ocho de la noche llegó Lagomarsino.
Según su relato, le llevaba el arma que
Nisman le había pedido antes, durante la tarde, en un contacto que según él
buscó el fiscal.
La
última gran novedad en el caso es que no fue así.
No fue Nisman
quien llamó primero a Lagomarsino aquel día sino al revés.
Lagomarsino lo
buscó dos veces al mediodía antes de que Nisman le respondiera los llamados, un
par de horas más tarde.
Recién después de eso Lagomarsino fue a Puerto Madero y
terminó llevando su arma.
Cuando subió en el ascensor, lo hizo junto al
custodio Durán.
Diego Lagomarsino con el abogado Maximiliano Rusconi, de fuertes vínculos con el kirchnerismo. FOTO LUCÍA MERLE
Los custodios se fueron a las ocho
de la noche y dejaron completamente solo a Nisman durante 15
horas, hasta el domingo a las once de la mañana.
En
ese lapso fue asesinado.
A
las 20.37 el fiscal habló por teléfono con el periodista Laureano Pérez
Izquierdo.
Este contó luego que hablaron de intrascendencias y que el fiscal "rió
con ganas tras un comentario".
Faltaban seis horas
para que muriera y nadie, ni siquiera el propio Lagomarsino,
dijo haberlo visto triste, deprimido ni angustiado.
Ese
sábado a la tarde, el prefecto Miguel Ángel Gómez -que hacía adicionales de
seguridad en las torres Le Parc- había visto frente
al edificio, sentado en un banco, a alguien que reconoció como "agente
de una de las brigadas de inteligencia".
Nunca antes lo había
visto por allí y ahora estaba a pocos metros de un puesto de diarios que tenía
escaso movimiento y que tras la muerte de Nisman cerró
y no volvió a abrir nunca más.
El domingo 18, los custodios de
ese día -Miño y Niz- vieron que su jefe no les respondía desde las 11 y no
hicieron absolutamente nada hasta las 17.24, cuando uno de
ellos subió a tocarle el timbre por pedido expreso de una secretaria de Nisman.
Luego
sigue la conocida historia de buscar a la madre del fiscal, ir y volver dos
veces desde su casa -siempre juntos, ninguno se quedaba en
Puerto Madero por si Nisman había tenido un accidente-; el
llamado al cerrajero -cuando ya dos secretarias de Nisman y Arroyo Salgado
desde París les pedían reiteradamente que tiraran la puerta abajo-
y el fiscal muerto en el baño de un tiro en la cabeza con el arma que le llevó
Lagomarsino pero que, según todas las pruebas acumuladas en el expediente, Nisman
no disparó.
La pistola calibre 22 de Lagomarsino con la que mataron al fiscal Nisman.
Era una pistola vieja, que
Lagomarsinodijo haber heredado de un abuelo de su mujer, pero que para matar a
Nisman estuvo cargada con balas Federal Classic, de última
tecnología, alta velocidad y punta hueca. Es el tipo de balas
que utilizan los sicarios.
Menos
conocido es quiénes eran Miño y Niz, los custodios de ese día.
Armando Niz
debía hacerse un trasplante de riñón el
martes 20 en el hospital Churruca y llamativamente estaba trabajando ese
domingo 18.
Después de hallar a Nisman muerto en el baño fue, se operó y
ya no volvió a trabajar como policía activo.
Luis
Miño era un custodio experimentado y entrenado para actuar en situaciones de
emergencia.
Antes de trabajar con Nisman, había sido custodio
privado de Juan Navarro, el presidente del Exxel
Group.
No tiene el perfil de alguien indeciso ni titubeante
para comportarse como lo hizo el día en que tardó 11 horas para buscar al
hombre que debía proteger.
Cuando
hallaron muerto a Nisman, además, Miño no subió.
Sólo Niz
entró con la madre y una amiga de ella al departamento del
fiscal asesinado.
Miño se había comunicado nueve veces con
Benítez el día anterior, cuando Benítez dijo que Nisman le pidió un arma y
Miño estaba de franco.
¿Esas llamadas tuvieron que ver con su desidia del día
siguiente?
En
una escucha posterior, Miño le dice a un superior: "Sabés lo que pasa... que en la vida
ya nos manchamos demasiado con Armando".
Armando es Niz, el
custodio que debía operarse en el Churruca y en vez de estar internado halló
muerto a Nisman.
Mirá también
Nisman y el nudo gordiano de los espías
Aquel domingo 18 de enero a la
mañana, cuando Nisman ya estaba muerto y el país aún no lo sabía -según las
pericias, lo asesinaron entre las 2 y las 3 de la madrugada-
varios jefes de inteligencia de la ex SIDE hablaron entre ellos y con otros
espías usando líneas telefónicas diferentes.
Ocurría justo mientras los custodios
estaban inmóviles y apáticos.
Esos
cruces de llamadas son los que ahora, a días de cumplirse cuatro
años del asesinato del fiscal, aún mantienen cierta
esperanza de novedades en el expediente.
Quizá sean la última llave que quede
para sacarlo del triste inventario de los crímenes argentinos impunes.
Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.
La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.
Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.
El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.
Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.
De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.
A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).
¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.
¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?
¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!
El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.
Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio
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