SANTA CRUZ: LA PELOTA NO RUEDA...
Y TAMPOCO DEBE MANCHARSE
Publicado el: 30, may, 2016
La cancha de Boca en Río Gallegos, donde nunca rodó la pelota
30/05 – 13:30 - Allí, como esperando que la obra se termine, sin ningún cartel de obra que le hayan exigido a Báez, se erige a medio terminar, la cancha de fútbol que Lázaro estaba haciendo para que su hijo Martín vea coronado el sueño de ser un próspero Presidente del club de sus amores.
Mucho trabajo, millonarios fondos, años de preparación y ahora los allanamientos, el embargo y los mismos sueños frustrados.
Sobre la avenida Asturias al 700 de Río Gallegos, está a medio construir aún el estadio del club Boca, cuya presidencia está en manos de Martín Báez, entidad deportiva que tuvo un notable crecimiento, tanto edilicio como deportivo, desde que Lázaro Báez, fanático del Xeneize, virtualmente “compró” la institución para regalársela a su hijo mayor: Martín.
No olvidemos que en el 2011 para su inauguración estuvieron la entonces presidenta Cristina Fernández, Julio Grondona y la “brujita” Verón.
Independientemente que Lázaro comenzó la construcción del estadio, fuera de toda normativa municipal, ni los intendentes les exigieron la colocación de carteles de obras en los cuales se anunciara públicamente lo que allí se hacía, el avance de la obra se detuvo hace ya aproximadamente un año y medio atrás y solo queda terminado la preparación del campo, con un sistema subterráneo de desagües, el cerco perimetral de caños soldados, alambre olímpico y pintado de los colores del club y carece de tribunas, césped, obras civiles, vestuarios, etc., pero la obra en sí tiene un nivel de avance no más allá del 25%.
La obra del estadio comenzó en el verano de 2012.
El terreno donde se emplaza al cancha, es muy bajo, en relación con la Avenida Asturias, lo que obligó a los topógrafos de la empresa Austral Construcciones SA a rellenar con tierra negra.
Los cientos y cientos de camiones que demandó el millonario relleno del sector, donde en algún momento estaba pensado construir un barrio de médicos y precisamente, por lo costoso del relleno se desistió del proyecto, se llevó a cabo a través de camiones bateas y volcadores de Austral que durante más de un año (exceptuando la época de invierno) acarrearon incontables metros cúbicos de tierra, hasta que lograron elevar el piso a 1,70mts de alto, sobre el nivel en que se encontraba.
Luego se hicieron los drenajes, el sistema cloacal, se apisonó el suelo durante meses y después de esto, se construyó el perímetro con soldadores de la constructora, obra que era regularmente visitada por Martin Báez y en alguna ocasiones por Lázaro.
El sector donde está emplazada la cancha de Boca, es de alto valor inmobiliario y en ningún caso, antes de su construcción, ni de parte de Báez ni del municipio de Río Gallegos se informó y mucho menos se consultó a los vecinos del lugar, para conocer el nivel de oposición, teniendo en cuenta el impacto que un estadio de fútbol tiene en los alrededores y en el vecindario.
La obra se llevó a cabo con total complicidad del municipio y hoy luce abandonada y la única casilla con personal de vigilancia, donde años anteriores permanecía un cuidador de Austral Construcciones SA, está vacía.
La cancha de Boca de Río Gallegos, es un lugar sin vida, donde nunca rodó la pelota y espera que en las próximas horas llegue una comisión judicial para allanar sus instalaciones a medio terminar y tasen su valor de venta, para ser embargada. (Agencia OPI Santa Cruz)
fuente
"OPI Santa Cruz", 30.05.2016
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