"Si Dios quiere, el Congreso va a sancionar este mes la Ley de Reparación Histórica a los jubilados”, dijo ayer el Presidente.
Situémosnos entonces en el día siguiente, el 1° de julio.
Y la pregunta, en ese momento, es ¿cómo sigue el sistema previsional a partir de ahí, sobre todo para los que estamos trabajando?
Se habla de estirar la edad jubilatoria; de un sistema mixto, con un haber fijo para todos y otro variable para los que hagan aportes; de un problema fiscal severo.
En verdad, con la discusión de la ley, el debate recién empieza.
Se discute el pago de los juicios pendientes, pero también a aquellos en condiciones de hacerlos, más el ajuste de haberes en un promedio del 45% a 2.400.000 jubilados.
Eso, acompañado por un blanqueo de capitales y moratoria impositiva.
Pero lo que está en debate, en el fondo, es cuál es el modelo jubilatorio que habrá en el futuro.
Es por eso que la ley incluye la conformación de una comisión que deberá analizar cómo hacer viable el sistema de cara al futuro.
“En el debate nos llamó la atención que en ningún lugar de la ley dice que el sistema seguirá siendo público y de reparto”, dice Diego Bossio, diputado y ex titular de la ANSeS.
“Estamos buscando la forma de que esa definición sea incluida en el texto”, agrega.
Ese es un punto central de cómo ve el Gobierno hacia el futuro el sistema jubilatorio.
”Sería con tres pilares -explica uno de los funcionarios con más responsabilidad en esa ley-. Lo que pensamos es en una jubilación básica para todo el mundo, haya aportado o no. Un segundo tramo acorde a los aportes de cada uno. Y un tercero por los aportes voluntarios de quien los haga”.
-¿Eso implica la privatización del segundo y/o el tercer nivel, de la parte de aportes individuales o optativos?, preguntó Clarín.
-No, para nada, todo puede seguir siendo público. Pero eso lo debe discutir la comisión, que va a tener de 2 a 4 años para discutir cómo hacer viable el sistema.
¿Por qué la discusión ya sobre la viabilidad hacia adelante, cuando lo que hoy se discute es el pago de una deuda histórica a los jubilados?
Es que el impacto de la ley en las cuentas públicas es muy grande.
Según estimaciones de la oposición (Bossio, por caso) implica un 2% de déficit fiscal adicional.
En la Casa Rosada reducen el número: dicen que es un 1,3%.
“Claro, con esto nos costará más lograr la prometida baja del déficit fiscal”, reconocen.
Pero el punto es que la ANSeS hoy ya es deficitaria, paga más que lo que recauda.
Según funcionarios macristas, hace tres años.
Según Bossio, desde el año pasado, cuanto tuvo un rojo de $ 40.000 millones.
Que llegaría a $ 140.000 millones este año por la última moratoria del kirchnerismo y la ampliación de las asignaciones que dictó Macri.
“Por ahora ese rojo se cubrirá con deuda, pero para adelante hay que encontrar una solución”, dicen en el macrismo.
Y ahí empiezan a ponerse temas sobre la mesa.
En la Casa Rosada este cronista escuchó la idea de que hay que subir la edad jubilatoria, hoy 60 años para las mujeres y 65 para los hombres.
“En toda Europa se está haciendo; es lógico con el envejecimiento de la población que tenemos hoy”, dicen.
Otros técnicos dicen que eso aquí no es necesario, que el envejecimiento de la población argentina no es tal como el de Europa, que aquí la cuestión no es demográfica, sino la evasión.
El 40% de los trabajadores está en negro, no hay aportes por ellos, pero luego entran al sistema jubilatorio, por vía de moratorias.
“Si se blanquearan todos esos trabajadores, el sistema cierra, no tiene déficit”, dicen en el Gobierno.
Pero saben que es difícil lograrlo.
Hoy en la Argentina hay unos 10 millones de trabajadores activos en blanco. Y 6,5 millones de jubilados. La relación es 1,5. Cuando Alfonsín decretó la emergencia previsional en los 80 era de 1,9.
Desde entonces se ha ido deteriorando esa relación entre quienes aportan y quienes cobran.
El 55% de los ingresos de la ANSeS vienen de su propia recaudación; el 45% restante, de impuestos especialmente asignados.
El Fondo de Garantía puede cubrir parte de la diferencia, pero ahora se discute su liquidación.
El blanqueo de capitales es un ingreso extra también, pero según estiman los técnicos, sólo le generaría al fisco ingresos para pagar los retroactivos de los juicios, mientras que el flujo de $ 75.000 millones anuales que implica el reajuste de haberes quedará como una herencia fija, año a año.
Y a eso hay que sumarle que en el mismo proyecto de ley se habla de cómo se le devolverá a las provincias parte del dinero que hoy recauda la ANSeS.
Así, la agenda está clara: el futuro del sistema previsional debe ser rediscutido.
Qué será de él es una pregunta que frunce el ceño de quienes hoy trabajan y ya empiezan a pensar cómo enfrentarán su vejez cuando se jubilen.
fuente
"Clarin.com", 04.'6.2016
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