9 cosas que hicieron los K y que Macri/Aranguren no hicieron
Por si nadie lo recuerda: lo único que hicieron los gobiernos K con el autoabastecimiento energético fue… perderlo. Después de usar el petróleo y el gas para construir el poder de su facción política y de un estrepitoso caso que no se puede considerar de corrupción por el sólo hecho de que lo parezca.
Tomemos como modelo la respuesta que vino del responsable de la política energética de todos los 12 años K: el ministro de Infraestructura Julio De Vido. Dijo: "Las expresiones de Aranguren muestran un profundo desprecio por la soberanía energética, el autoabastecimiento y el federalismo, dejando en claro que no es una opinión personal sino la propuesta de la alianza Cambiemos de volver a entregar los hidrocarburos, a dolarizar los precios de los combustibles y terminar con la participación de las provincias en YPF".
Veamos:
No siempre se destaca, en cambio, que, además, vendieron con iguales ganas las porciones de acciones que habían quedado como propiedad de la Provincia de Santa Cruz luego de la privatización. Nadie les puso un revólver en la nuca.
El autoabastecimiento energético –alcanzado en el hiperinflacionario 1988 y con picos de producción logrados en una economía a todo trapo en 1998– se perdió en 2011, cuando Argentina tuvo que importar 3.200 millones de dólares netos en energía.
Se llegó a él porque el kirchnerismo se negó a subir tarifas de gas y precios de combustibles porque eso le permitía calentar el resto de la economía (y colectar votos urbanos) a costa de quienes debían invertir y, para no perder más plata, habían dejado de hacerlo. En 2005 Roberto Lavagna renunció como ministro de Néstor justamente porque se le rechazaron de mal modo la idea de subir tarifas. O sea que De Vido se comió 6 años a sabiendas de que lo que le permitía reclutar votos demagógicos para sus jefes se estaba comiendo la producción de petróleo.
“La estafa estaba clara”, suelen decir en mi pueblo los apresurados. La compra de Eskenazi fue alucinante. Repsol le vendió las acciones pero ella misma le dio un crédito de 1.800 millones de dólares para que Eskenazi pudiera pagarlo. ¿De dónde iba a obtener Eskenazi los dólares para devolver esos préstamos? De las ganancias que le dieran las acciones de Repsol ¿No es hermoso?
Ahora bien: si las ganancias se repartían entre los accionistas, entonces quiere decir que no se reinvertían. Exacto. Que era lo que necesitaba Repsol. Que el “Estado presente” no la molestara cuando quisiera sacar del país los dólares necesarios para reportar a sus accionistas los dividendos que generaba una compañía en el que, por el momento, no convenía reinvertir.
En abril de 2012, 6 años después de una política desastrosa, a Cristina Kirchner la despertaron del sueño las protestas por los cortes de luz y gas. Enojada con lo que “Él” había armado, pero sin decirlo, vio que en sus huestes más fanáticas e ignorantes había sed de relato entonces decidió expropiar Repsol en nombre de la soberanía nacional que –en los términos en los que el propio kirchnerismo entiende por “soberanía”– el matrimonio Kirchner no había tenido empacho en entregar en los 90.
Dos años después Axel Kicillof –el mismo que había dicho que no se le pagaría nada a Repsol y que en todo caso en el precio se iban a descontar los “pasivos ambientales”– le entregó a la compañía bonos de deuda argentina por 6.000 millones de dólares. El valor pactado es menor, pero lo que debe el país –y pagarán otros, como le gusta decir a Cristina cada vez que paga el interés de alguna deuda contraída por otro gobierno– son 6.000 millones de dólares que, con intereses y capitalizaciones, se agrandan hasta que fenezcan los bonos a 10 mil millones de dólares.
Pero otra parte era con créditos de bancos internacionales otorgados a dos firmas radicadas en España, Petersen Energía Inversora y Petersen Energía, garantizados… ¡con las acciones de Repsol!
Argentina país generoso
Por eso, cuando se expropió, Eskenazi canceló los créditos entregando las acciones a sus acreedores, que se las vendieron a Burford Capital Limited, un hedge fund que en la jerga del cristinismo deberíamos llamar “fondo buitre”. Burford ya inició un juicio contra YPF y contra la Argentina aduciendo que, cuando se expropió, YPF violó las normas que debe cumplir en operaciones de este tipo. Veremos.
Pese a que ellos lo destruyeron y ellos han fracasado en recomponerlo,, el malo de la película es Macri vía Aranguren. Macri se inició en la política en 2003, cuando los Kirchner ya iban por su capítulo 2 (el congelamiento de precios y tarifas) y Aranguren comenzaba a criticarlos por eso.
Aunque ninguno de los dos hayan pasado jamás por ninguna oficina del poder nacional ni se hayan sentado en el directorio de YPF. Si hay dos personas que jamás gobernaron la Nación, ellas son Macri y Aranguren. Pero son los culpables. O están por serlo. Aunque los culpables, es obvio, son los que los acusan.
Lamentablemente la hilaridad termina cuando se observa la mescolanza de ignorancia y cinismo con que la militancia K, rentada y no rentada, impone, otra vez, un relato desquiciado y esquizofrénico a amplias franjas sociales que no tienen ni la información ni los conocimientos ni el tiempo para defenderse.
No es sorpresa. Sólo se trata, en definitiva, de otro abuso de poder sobre la conciencia de “el pueblo”. Vergüenza para algunos que se venden como “populares” y en realidad son unos aprovechadores.
FUENTE
"La Voz del Interior", Córdoba, 06.11.2015
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