La gran pregunta tras el triunfo de Macri: ¿alcanzan los dólares para llegar al "10D" sin entrar en crisis cambiaria?
23-11-2015 La polémica sobre si hay muchas o pocas reservas fue superado. Las maniobras a las que viene apelando el BCRA para "rascar la olla" dejaron en evidencia que las tenencias están agotadas. Ahorristas, turistas y empresarios, en vilo por las medidas que puedan tomarse en los próximos días
Emocionalmente, ese camino en el calendario será duro para la Presidenta, que deberá traspasar al mando a Mauricio Macri.
Pero también, será duro para todos los funcionarios vinculados con el Banco Central, que deberán transitar los diez días más complicados desde que están al frente de la entidad.
A principios de octubre, la calificadora de riesgo Moody´s, había lanzado un análisis tan controvertido como contundente, el cual cayó como una bomba en la plaza financiera: “Las reservas en poder del BCRA sólo alcanzan para sobrevivir hasta el 10 de diciembre”.
Sin embargo, para los analistas, el cálculo de Moody´s se quedó corto.
Prueba de ello es la última medida tomada por Alejandro Vanoli, por la que obliga a los bancos a bajar la posición patrimonial en dólares del 15% al 5%.
Esos billetes verdes ya están en el sistema e incluidos en la cifra de reservas que a diario informa el BCRA. Es decir, la medida no modifica el dato contable pero sí le permite echar mano a esos recursos.
El dato clave es que, con esta decisión, el titular de la entidad oficializó que la escasez de divisas ya es acuciante y que se entró en una fase realmente crítica.
“Se quedaron cortos y tuvieron que apelar a otra medida para llegar al 10-D”, fue la conclusión del economista Gabriel Zelpo, de la consultora Elypsis.
El ex titular del BCRA, Martín Redrado, también fue tajante al asegurar que “la última norma del Central es una confesión de su estado de situación: no tiene más reservas”.
En tanto, Gabriel Caamaño Gómez, economista de la consultora Ledesma, aseguró a iProfesional que “el Gobierno salió a rascar lo último del fondo de la olla para llegar al final del mandato. Son apenas diez días hábiles, pero van a ser diez días dificilísimos para el Central”.
“El Ejecutivo hoy está decidido a llegar al fin de su gestión como sea, aun cuando esto implique entregar un BCRA sin reservas propias”, completó.
Por su parte, el economista Orlando Ferreres recordó que “desde la época en que Domingo Cavallo era ministro que no se tomaba una medida de esta índole un sábado. Está claro que avanzaron con esta decisión en un intento de poder llegar al 10 de diciembre”.
¿Alcanzará?
La situación de debilidad que sufre la entidad se terminó de agudizar en las últimas tres semanas. De hecho, en lo que va de noviembre, la entidad tuvo que salir a vender casi u$s1.800 millones.
El viernes último, en la previa al balotaje, el Central concluyó la jornada con reservas brutas por apenas u$s25.830 millones, el nivel más bajo en más de nueve años y que representa un derrumbe de casi el 50% frente al registro de octubre de 2011, cuando comenzara a regir el cepo cambiario.
Al respecto, Ferreres destacó que “se informa que hay poco menos de u$s26.000 millones brutos, pero estos números están maquillados. El hecho de que hayan tomado una medida como la del sábado, muestra que la situación es más grave de lo que se pensaba, que no hay dólares y esto es lo que va a tener que resolver Macri”.
Lo que genera extrema preocupación es el poder de fuego "real" del BCRA. Es decir, la capacidad de intervención que tiene la autoridad monetaria.
Para ello, se hace necesario hacer la distinción entre tenencias brutas y líquidas, dado que para cubrir la venta de dólar ahorro, turismo y pago de importaciones, sólo puede disponer del "cash" que tenga en cartera.
Según el consenso creciente de economistas, el total de billetes en efectivo apenas supera los u$s2.000 millones, descontando los encajes, el swap con China y los pagos de deuda que quedaron congelados por orden del juez Griesa (ver cuadro).
Sin embargo, desde el estudio Ledesma trazan cuentas más pesimistas. Afirman que si se limpia todo ese maquillaje contable, entonces las reservas netas ya se ubicaban por debajo de los u$s500 millones:
En cualquiera de los dos escenarios, resultarán vitales para evitar una crisis cambiaria antes del 10D contar con los entre u$s1.000 millones y u$s1.600 millones que podría obtener Vanoli tras la decisión de limitarle a los bancos su posición en dólares.
Claro que el camino amenaza con volverse más cuesta arriba: este mismo lunes las entidades financieras nucleadas en ADEBA presentarán un amparo judicial para frenar la avanzada de la administración K, tal como ya hicieron las aseguradoras.
En caso de que dicho recurso prospere y el BCRA no pueda echar mano a esos fondos, Vanoli podría poner en marcha un “plan B”: utilizar los u$s1.900 millones en concepto de pago de deuda que quedaron "congelados" por orden del juez Griesa, según advirtió el ex director de la entidad, Carlos Pérez.
En cualquiera de estos escenarios, ¿será suficiente para arribar al traspaso de mando sin una crisis cambiaria? Para Caamaño Gómez, “alcanzará pero con lo justo para que la actual administración deje el poder sin tener que realizar un último ajuste, ya sea una devaluación más brusca o una fuerte restricción sobre la venta de dólar ahorro o el turismo emisivo”.
Si se mantiene la dinámica del último mes y no hay un recorte por parte de la AFIP al monto promedio habilitado a cada particular, se espera que el BCRA resigne unos u$s40 millones diarios a través de las ventanillas habilitadas por el fisco, lo que arrojaría unos u$s400 millones hasta el 10D, sólo por este concepto (atesoramiento).
A esto habrá que sumar unos u$s37,5 millones por jornada hábil asociados a la cuenta turismo. Si bien en los últimos días el Gobierno avanzó con restricciones a las agencias y aerolíneas, estas limitaciones operan sobre viajes a realizar en los próximos meses.
De modo que para noviembre y diciembre, la mayor parte de los paquetes y pasajes ya estaban vendidos de antemano, por lo cual la sangría hasta el 10D es muy difícil de frenar, con el agravante de que el 65% de lo que se va por este rubro corresponde a gastos con tarjeta de crédito en moneda extranjera.
Así, en los próximos diez días hábiles, el BCRA deberá enfrentar una “factura” de casi u$s380 millones por turismo.
De modo que sólo por esos conceptos (dólar ahorro y turismo), Vanoli verá cómo se esfumarán cerca de u$s800 millones hasta el momento en que Cristina le pase el mando a Macri.
A priori, se podría pensar que la “caja verde” podrá soportar el embate de los particulares.
Sin embargo, los analistas consideran que las tenencias no serán suficientes para volver a incrementar los cupos para importar insumos, componentes y bienes de capital que, en lo que va de noviembre, fueron achicados en un 50% debido a la acuciante situación en la que se encuentra el BCRA.
En definitiva, en el mercado impera la sensación de que el “pucho” extra que resta en las arcas -el cual podría incrementarse un poco si es que prospera la normativa del último sábado- alcanzará para no cerrar definitivamente el cepo a los ahorristas, pero necesariamente a costa de mantener freezada la entrega a las empresas de todos los rubros, que incluye a las automotrices, firmas de artículos electrónicos, agencias de turismo e importadores en general.
En diálogo con iProfesional, Miguel Ponce, director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior, advirtió que “hay muchísima intranquilidad entre las principales cámaras empresarias, porque entienden que en la recta final hacia el cambio de Gobierno, los pocos dólares que hay se van a seguir repartiendo entre ahorristas y turistas y no llegarán al sector productivo”.
“Con esta última decisión por parte del BCRA, los industriales, en lugar de ver el vaso medio lleno y creer que con más dólares a disposición de la entidad habrá más recursos para la importación, ven el vaso medio vacío, ya que terminó por encender todas las luces de alarma.
Se leyó como la confirmación definitiva de que las divisas para que funcione la economía no están”, completó.
Gonzalo Dalmasso, economista de Abeceb, dejó en claro la postura de la industria automotriz al afirmar que “todo el esquema de cupos quedó desbaratado. Actualmente, la entrega de dólares se maneja con un criterio absolutamente discrecional pero las empresas ya ni se quejan porque saben que el Banco Central está aguantando con lo poco que tiene".
Además del recorte de cuotas, Vanoli ya había achicado el límite diario a importadores, pasándolo de u$s75.000 a u$s50.000.
Si se considera que antes de la implementación del cepo el tope diario era de u$s500.000 por empresa, esto implica una reducción del 90% en estos cuatro años (ver cuadro).
Además, el titular del BCRA ya había avanzado con otras dos medidas para contener el derrumbe:
• Obligó a las compañías de seguros a desprenderse de parte de sus tenencias en bonos dolarizados, que finalmente fue desactivada luego de la presentación de una cautelar.
• Subió tres puntos la tasa de interés de los plazos fijos, en un intento por defender la moneda local y restarle atractivo a la divisa estadounidense.
A raspar la olla
Independientemente de dónde termine obteniendo los billetes verdes, todo este operativo “fondo de olla” no hace más que dejar en claro que aquellas canillas que proveían con dólares a la economía indefectiblemente se han ido cerrando.
De hecho, el titular de la Cámara de Exportadores (CERA), Enrique Mantilla, advirtió que, según datos provistos por el propio INDEC en base a estadísticas que habilita al sector privado, el supuesto superávit de u$s1.550 millones acumulado durante los primeros nueve meses del año, en realidad no sería tal, sino que hay un déficit de la balanza comercial de más de u$s1.700 millones.
A esto se suma que la liquidación de “sojadólares” arrojó en la última semana tan sólo u$s116 millones, el nivel más bajo desde fines de enero de 2014.
Frente a este escenario, una de las primeras misiones de Macri como nuevo presidente será intentar que los ruralistas se desprendan de las cerca de 12 millones de toneladas que están en su poder, valuadas en u$s4.000 millones.
Para ello, aplicará una fórmula cambiaria-fiscal, que contemplará una mejora en el valor del dólar y una reducción gradual de las retenciones.
El equio económico macrista cree que así estimulará a las economías regionales y a las exportaciones de otros granos. Así, en Cambiemos estiman que podrán hacerse en un corto plazo de unos u$s6.000 millones.
Paralelamente, se rumoreó la gestación de dos misiones: una hacia China, para negociar una renovación del swap por otros u$s11.000 millones, y otra a Nueva York, para iniciar las conversaciones con Dan Pollack, el mediador que puso Griesa entre los holdouts y el Estado argentino.
Además, trascendió que está bajo análisis la emisión de un bono con ley local por u$s2.000 millones.
Pero antes del inicio de este "road show" macrista, Vanoli tendrá la difícil tarea de llegar con lo justo hasta el 10D. Todo para evitar cualquier nuevo ajuste que haga quedar en posición adelantada a los tuits de la Presidenta, cuando afirmaba que en la Argentina no hay ningún problema para viajar o comprar dólares.
fuente
"iProfesioal", 23.11.2015
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