Aerolíneas pagó en el hotel de Cristina 35.000 noches
Las tripulaciones debían alojarse allí al arribar a El Calafate. El Estado pagó más de 2 millones de dólares en habitaciones.
Pero los números no cierran.Si seis personas de Aerolíneas Argentinas durmieron por cada noche de los siete días de la semanas en el Alto Calafate desde el 2008, entonces se verifica que la línea de bandera de aeronavegación contrató habitaciones por más de quince años.Salvo que los tripulantes de Aerolíneas sean seres humanos capaces de dormir en dos o más habitaciones al mismo tiempo, una regla que rompería con los principios básicos de la Física e incluso de la Biología.Por supuesto, esa hipótesis es de cumplimiento imposible.
Es por eso, entre otras muchas variables de este estilo, las cuentas del Alto Calafate están bajo estudio del Derecho Penal.Los contrato entre AR y el Alto Calafate es solo uno de los indicios concretos que podrían ser usados por la Justicia para seguir una pista en la que las pruebas similares se suceden: los documentos oficiales del Alto Calafate muestran que los Kirchner usaron su hotel para alquilar habitaciones que no se utilizaron, o se sobrefacturaron.
Si Aerolíneas alquiló 35 mil habitaciones para su tripulación de seis personas que durmieron allí cada noche de las semanas del 2008 al 2015, entonces sobran dormitorios para que duerman pilotos y azafatas por siete años más. Ocurre que esos años ya fueron pagados a la familia presidencial. Es decir, cobraron el doble de años de alquiler de habitaciones a AR.
La denunciante en la Justicia del caso Hotesur -el nombre real de la sociedad con la que los Kirchner son propietarios del Alto Calafate- fue la diputada nacional Margarita Stolbizer (GEN).Fue ella, junto a su asesora legal, Silvina Martínez, las que recogieron esta información de los contratos que se firmaron entre AR y el Alto Calafate.Según un informe de Stolbizer, existieron días en los que AR contrató 20 habitaciones para seis tripulantes, otros 12 habitaciones, y así.
A eso se suman facturas de tripulantes de los vuelos de Aerolíneas a El Calafate que aparecen facturándole al hotel varios días de uso, como si se quedaran una vez que sus aviones vuelven a despegar hacia Bueno Aires.
Con toda esta información, a la que se sumarán más pruebas, la legisladora se presentará ante el juez del caso Hotesur, Daniel Rafecas, como “Amicus Curiae” (amiga del tribunal) del expediente que investiga a los Kirchner.
Eso le daría otro “status” a sus aportes informativos a la causa, que hasta ahora fueron fundamentales.En el escrito que le presentará a Rafecas, Stolbizer explica que la elección del Alto Calafate por parte de las autoridades de Aerolíneas Argentinas no se produjo por licitación sino por un “concurso cerrado”, en el que se evaluaron no el precio más conveniente para la empresa estatizada, sino la “oferta más conveniente”.
En este caso, uno de los hoteles de El Calafate descartado por la compañía de aeronavegación del Estado que se postuló para albergar a los tripulantes de sus vuelos fue descartado porque no tenía “piscina”.
Néstor Kirchner compró el hotel Alto Calafate el 7 de septiembre del 2008 por un precio de 4.900.000 de dólares.
La “estatización” de Aerolíneas Argentinas se convirtió en ley el 17 de diciembre de ese mismo año.El Alto Calafate, de los Kirchner, consiguió rápidamente que Aerolíneas Argentinas, manejada políticamente por ellos mismos, contraten a su hotel.
fuente
"Clarín. com", 29.11.2015
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