BCRA - BANCOS: ¿DESTINOS DISTINTOS?
Las acciones de bancos privados explotan pero el BCRA está al borde de la quiebra: ¿cómo se entiende?
06-11-2015 A diferencia de lo que ocurría tradicionalmente, ahora la caja exhausta del Banco Central no arrastra al resto de los bancos a una crisis de todo el sistema. A contramano de la primera impresión, los expertos creen que la situación es coherente con la política económica del Gobierno
Dicho de otra manera: ¿no encierra una contradicción que las entidades financieras valgan cada vez más si, en paralelo, la institución que dirige Alejandro Vanoli está a punto de quedar con un patrimonio neto negativo?
Históricamente, las crisis económicas en la Argentina tuvieron carácter de sistémicas. Es decir, cuando la situación era mala, les iba mal a todos, desde el Banco Central hasta la firma financiera más chica.
La última experiencia fue la de 2001-2002, que incluyó devaluación, default, pesificación de la economía y un formidable salvataje al sistema financiero.
Ahora la cosa es diferente. Lo cual lleva a que en la city la gente se pregunte cuáles son los motivos que fundamentan una explosión bursátil justo cuando la autoridad monetaria atraviesa el momento de mayor fragilidad de la última década.
¿O acaso los operadores tienen información exclusiva, que no observan los demás? ¿A qué se debe, al fin de cuentas, este verdadero desacople?
Durante octubre:
• El papel del Banco Macro subió 57%
• El del Banco Galicia lo hizo en un 51%
• El del Banco Francés se revalorizó 46%
Son valores que prácticamente duplican el ascenso del índice MerVal.
En simultáneo a este boom, el Banco Central sufrió una pérdida de u$s6.500 millones. Unos u$s5.900 millones por la cancelación del Boden 2015, a los que deben añadirse unos u$s1.200 millones que se fueron por el turismo y el dólar "ahorro".
El derrape no está del todo contemplado en las cuentas del BCRA gracias al swap de monedas acordado con China, que permite contabilizar como dólares a los yuanes entregados por el Banco Central de ese país.
¿Qué pasa con los bancos? ¿Cómo se explica que, durante un modelo supuestamente productivo, sea el sector financiero el más rentable?
La explosiva suba en los precios de las acciones bancarias del mes pasado tiene su explicación en parte por el optimismo de los inversores tras los resultados de las elecciones del domingo 25, que dejaron bien parado a Mauricio Macri, el favorito de la city.
Pero también tiene que ver con la dinámica propia de la actual economía.
Concretamente, con los precios de los bonos sostenidos (que mejoran el perfil de la cartera de los bancos) y la especulación en el mercado del dólar futuro.
Entre el Rofex y el Mercado Abierto Electrónico (MAE) tienen contratos de futuros por unos u$s19.000 millones.
Se estima que el 75% de lo operado en el MAE y el 85% del Rofex corresponden a ventas abiertas por el BCRA. Esto equivale a unos 15.000 millones.
Buena parte de ese monto pertenece a contratos entre el BCRA y los bancos. Existe una pulseada entre ambos: la autoridad monetaria va por las "mini subas" del billete verde controladas mientras que los financistas se cubren de una maxi devaluación.
Traducido en precios: a través del mercado de futuros, los bancos se cubrieron de una devaluación que lleve a la divisa a los 11 pesos, desde ahora a marzo 2016. Todo lo que sea una suba superior les significará una ganancia a futuro.
Como en el mercado suponen que el precio del dólar estará más arriba que $11, los operadores se adelantaron a ese escenario y por eso impulsaron a las acciones bancarias. De ser así, las entidades reportarán utilidades extraordinarias.
En definitiva, para muchos analistas, lo que está ocurriendo hoy es que el boom de acciones de ese sector es, justamente, la contracara de la crisis del Central. La política económica actual lleva a que la mala situación de uno explique las buenas expectativas de otros.
La apuesta de los inversores
Los analistas bursátiles han estado bombardeados en los últimos días con preguntas sobre qué es lo que justifica el nivel de las cotizaciones.
Fernando Camusso, director de Rafaela Capital, responde: "Las acciones están baratas, aunque algunos bancos vienen ajustando el ratio Price Earning (P/E). Es decir, las subas estan sustentadas en la realidad de las empresas. Pero, atención, el salto del los últimos días responde a un mercado 'priceando' a Macri como futuro Presidente".
Respecto al escenario más probable hasta el 22 de noviembre, el experto sostuvo: "Va a haber volatilidad. Yo soy bullish (optimista) para las acciones argentinas en el mediano/largo plazo. Todavía habrá subas para capturar. Es probable que el mercado se ponga selectivo recién después del balotaje y vuelva a subir a partir de 2016".
Además, Camusso señaló que "todavía deben ingresar fondos del exterior, que aún no se ven en grandes volúmenes, aunque vienen en aumento".
El siguiente cuadro muestra las chances que las acciones argentinas tienen para ganar espacio. Desde febrero de 2007 se dio una notable caída en la capitalización bursátil de las compañías argentinas respecto de sus similares de América Latina.
La brecha ronda el 100%, según un informe de la Universidad Di Tella.
"Después de las elecciones presidenciales, la oferta de activos financieros ganó en dinámica y volumen. Los sectores más demandados en papeles son los vinculados a las finanzas -como los bancos-, y a la generación y transporte de energía", sostuvo el analista Freddy Vieytes.
Para Guillermo Curutchet, presidente de Sudamericana de Finanzas, las acciones "van a seguir subiendo. En especial,los papeles de bancos y energéticas por los negocios que pueden surgir ante un impulso económico y el sinceramiento de las tarifas".
Este experto coincide en que el mercado "está apostando a que Macri será el nuevo Presidente".
Una crisis diferente
La principal diferencia entre el actual escenario económico-financiero con otros en los que la Argentina sufrió la escasez de dólares (como el de 1995 o 2001-2002) se vincula con la salud del sistema financiero en su conjunto.
Los actuales balances de las entidades financieras parecen soñados: ganancias récord; sin descalce de monedas; morosidad en mínimos históricos y baja exposición al riesgo del Estado.
El sistema financiero fue uno de los sectores más beneficiados por el crecimiento económico de los últimos años. Sólo durante 2014 los bancos se repartieron una ganancia superior a los $46.000 millones, de acuerdo con los datos oficiales del Banco Central.
Por cierto, han sido utilidades que superaron en casi un 60% las de 2013, un salto que estuvo bien por encima de las mediciones de inflación de las consultoras privadas.
Entre septiembre de 2014 y septiembre de 2015, la ganancia acumulada resultó nada menos que de 47.000 millones de pesos.
Algunos ejemplos que muestran esa solidez, informadas por el Banco Central, son:
• La morosidad del crédito a empresas e individuos está en el 1,9 por ciento. Una marca históricamente baja.
• Las ganancias de los bancos se encuentran en niveles récord. Incluso, se ubica como la más alta a nivel mundial. Muy lejos quedaron los tiempos en los que se reportaban indicadores negativos, como resultado de la crisis de la convertibilidad del 2001.
• La participación de las ganancias de las entidades como porcentaje del PBI. Se elevó de 0,33 por ciento en 2005 a 1,08 por ciento en 2013. Es decir, lograron un aumento del 221 por ciento.
• La fortaleza del sistema financiero es superior a la de países de la región. Esto incluye a la plaza brasileña. Mientras los bancos argentinos muestran una rentabilidad sobre activos del 4,66%, en el país vecino es de apenas 1,39 por ciento.
Por el boom de consumo de la última década, el negocio de las entidades se anotó entre los más dinámicos de la economía. En gran medida, eso pudo ser así por los altos costos que cobran a sus clientes -sean empresas o personas- y no tanto por el otorgamiento de créditos de mediano y largo plazo, que es lo que favorece la expansión del modelo productivo.
Con el tiempo, las comisiones se transformaron en un ítem cada vez más relevante en sus balances. bancos. Durante 2014 embolsaron por esta vía unos 47.000 millones de pesos.
Más allá del dato numérico, lo cierto es que, comparativamente, les están sacando el jugo a las comisiones más que nunca. A octubre de 2014 representaban el 4,6% del activo del sistema financiero, contra un rango de entre 3,6% y 4,3% entre 2008 y 2012.
¿Cuántos empresarios industriales podrían decir que multiplicaron por 26 sus ganancias en apenas nueve años? Ni hablar de los asalariados.
A raíz de los números expuestos, ¿cabe alguna duda de que el modelo kirchnerista tuvo al sector financiero entre sus principales beneficiarios?
fuente
"iProfesional", 06.11.2015
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