Como en cada comienzo de mes, vuelve a "foja cero" el ciclo de compras de "dólar ahorro" que llevan a cabo los miles de particulares que quieren hacerse de divisas al precio oficial más un recargo.
Al igual que en períodos anteriores -pero quizás ahora con una mayor intensidad- en este arranque de noviembre mostrarán una mayor avidez a la hora de pedirle billetes verdes al Banco Central.
Esto, a raíz de que "olfatean" que en el corto plazo habrá una corrección del tipo de cambio y por el beneficio que les genera adquirirlos a un precio "subsidiado".
De hecho, en el gremio de los economistas ha venido creciendo el consenso respecto de que se está a las puertas de la devaluación más anunciada de la historia argentina.
Además, lo que hace muy particular a este mes es el cambio de contexto electoral, a lo que se suma la fragilidad extrema de la "caja" del Banco Central, que ya resulta indisimulable.
Las medidas adoptadas días atrás por la entidad monetaria dejaron en claro que la disponibilidad real de reservas es mínima, al punto que resultó necesario "cuotificar" todavía más los dólares destinados a la industria e importadores.
Además, ya comenzaron a registrarse recortes al sector turístico, uno de los pocos que venía sorteando la escasez.
En este arranque de noviembre chocan dos fuerzas: los particulares -muy interesados en comprar- y un Banco Central que necesita imperiosamente cerrar el grifo.
Es en este escenario en el que se instala un gran interrogante: ¿el Gobierno validará que todos los ahorristas reciban el dinero que soliciten? ¿O bajará drásticamente los niveles permitidos, justo en la previa del balotaje?
La decisión es un gran dilema para los funcionarios, básicamente porque:
• Si en los próximos días se hace evidente un recorte, entonces la interpretación que harán los particulares es que la escasez es más grave de la que se pensaba y que la situación cambiaria se encuentra en estado crítico.
En definitiva, dejaría en evidencia que el Central no está en condiciones de seguir otorgando billetes verdes por mucho tiempo más, en un contexto en el que sólo en octubre se fueron por esta vía u$s700 millones, al tiempo que las reservas descendieron u$s6.300 millones en igual lapso.
• Si, por el contrario, mantienen la "canilla abierta" y permiten que se llegue a una nueva marca histórica, entonces la lectura que hará el mercado es que el Gobierno tomó la decisión de eludir cualquier costo político derivado de imponer medidas impopulares.
En consecuencia, el kirchnerismo le estará trasladando al próximo presidente la "bomba" que significa un Banco Central casi sin dólares líquidos en sus arcas.
Demanda peligrosa
Si hay una palabra que resume el actual nivel de entrada de divisas es "escasez".
Por el saldo comercial (exportaciones menos importaciones) en los últimos dos meses ingresaron apenas u$s60 millones promedio.
Para peor, la liquidación de "sojadólares" viene de cerrar una de las peores semanas del 2015.
En este contexto, en el que entra poco y sale cada día más, el Banco Central viene registrando un saldo negativo nada menos que de u$s100 millones por día.
Uno de las principales ventanillas por las que se escurrió la mayor parte de esos fondos fue, justamente, la del "dólar ahorro".
En octubre quedó reflejado ese mayor apetito de los particulares.
Prueba de ellos es que se llegó a un récord histórico (u$s700 millones), un 6% más que el último mes, que también había sido alto.
En lo que va del 2015, el Banco Central debió desprenderse de unos u$s5.600 millones sólo por este concepto.
Otro dato que cobra relevancia es la "aceleración", ya que la mitad de esa cifra se concentró en los últimos cuatro meses (ver cuadro)
La intensa demanda de los ahorristas se reflejó también en la cantidad de solicitudes de compra: 1,2 millones, la mayor marca desde que se flexibilizara el cepo.
Para ponerlo en perspectiva, el número de operaciones fue un 100% superior a la de octubre de 2014 (ver cuadro).
Estas cifras no hacen más que poner en evidencia el notorio atraso cambiario del dólar oficial y las expectativas de que sobrevendrá una devaluación.
El "puré" no alimenta
En los primeros meses del año, el Gobierno encontraba un aliciente para desprenderse de este caudal de billetes verdes que tanto necesita: el llamado "puré".
Se conoce bajo este nombre a la triangulación que hacen miles de particulares que compran dólar ahorro y luego los revenden más caro, a precio blue, lo que les permite hacerse de una atractiva ganancia.
Este mecanismo le era funcional a la administración K, ya que ingresaba al circuito informal un mayor flujo de divisas y eso posibilitaba que la cotización del paralelo no suba aún más.
Por cierto, esta triangulación (más intensa en el arranque de cada mes por el cobro de salarios) fue perdiendo intensidad con el paso del tiempo y la cercanía de los comicios.
Esto, a raíz de que más cantidad de personas optó por quedarse con el dinero recibido en lugar de revenderlo.
Desde la city dan cuenta de que esta tendencia al "encanutamiento" se intensificará en noviembre -ante la incertidumbre que genera el cambio de Gobierno- y que esto se traducirá en una mayor presión en la plaza paralela.
Referencia
Analistas e inversores siguen el "minuto a minuto" del llamado "dólar de convertibilidad" o de equilibrio, que se ha constituido en una referencia para el mercado.
Surge de dividir la cantidad de pesos en circulación ($541.000 millones) por las reservas, aunque mal no sea en términos brutos (u$s27.000 millones).
De algún modo, indica el respaldo que tiene la moneda local que está "dando vueltas" en la economía.
Hoy día, esta relación da una cifra cercana a 20. Es decir, por cada dólar que el BCRA dice tener en sus arcas hay 20 pesos emitidos y girando en el circuito.
Medidas contra la sangría verde
Frente al continuo drenaje de reservas, el titular del Central, Alejandro Vanoli, lanzó un paquete de medidas (algunas no escritas) que no hizo más que confirmar el grado de deterioro y el nivel de preocupación del Gobierno ante la escasez:
• Recortó a la mitad el límite diario de venta de dólares a importadores y agencias de turismo. Concretamente, de u$s150.000 a u$s75.000.
• Obligó a las compañías de seguros a desprenderse de parte de sus tenencias en bonos dolarizados.
• Subió 3 puntos la tasa de interés de los plazos fijos, en un intento de defender la moneda local y restarle atractivo a la divisa estadounidense.
• En los mercados de futuros, sólo en la semana que pasó, el vendió $2.800 millones con el fin de aplacar el precio que se pacta para el billete de cara a los próximos y así, entre otras cuestiones, tratar de reducir las expectativas de devaluación.
"Estas nuevas medidas sólo sirven para aguantar unas semanas más y que Cristina Kirchner pueda decir que se va ‘sin devaluar' de nuevo", afirman desde Economía & Regiones.
Advierten que las actuales restricciones "muestran que la situación patrimonial y de solvencia del Banco Central son realmente críticas" y que hay "un desequilibrio cada vez más grande, que seguirá creciendo hasta el final del mandato porque se sigue emitiendo dinero".
La escasez ha hecho además que en los últimos meses el BCRA comenzara a regular la venta de "dólar ahorro" per cápita.
Así, por ejemplo:
- En el inicio de agosto otorgaba hasta u$s823 por persona.
- Ya en octubre, el promedio bajó a u$s580.
Es decir, un 30% menos. Sin embargo, la mayor cantidad de demandantes lleva a esta operatoria a tocar nuevos récord.
¿Sigue el dólar ahorro?
En tiempos electorales, hasta el balotaje del 22 de noviembre, el Gobierno no tiene mucho margen para tomar una medida antipática para la clase media, como sería la de dejar de validar operaciones.
Sin embargo, la falta de divisas presiona fuerte en contra de este objetivo. Según el consenso de economistas, las reservas "contantes y sonantes" son apenas un leve porcentaje del total que informa a diario el Banco Central.
Desde la Consultora Ledesma afirman que las tenencias líquidas (descontado el swap de monedas con China y deudas asumidas) "ya están por debajo de los u$s2.000 millones. Es decir, en menos del 10% de las totales".
Se trata de un nivel sumamente crítico, dado que ni siquiera alcanzarían para "bancar" un mes y medio de salida de "dólar ahorro" y gastos turísticos de argentinos en el exterior.
En igual dirección, el ex secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, señala a iProfesional que "las reservas líquidas no superan los u$s3.000 millones".
Para Jorge Todesca, director de Finsoport, una de las pocas alternativas con las que cuenta el Ejecutivo en el cortísimo plazo es insistir con los "dólares chinos", al menos para mostrarle al mercado un nivel que no es tal.
De hecho, el viernes el Banco Central confirmó que hará uso de la renovación automática de intercambio de monedas (swap) con su par asiático por un monto extra, equivalente a u$s800 millones.
Esto, con la clara finalidad de "seguir maquillando" la caída al menos hasta el balotaje.
El nivel "real" es tan crítico que en la city porteña la pregunta que se instaló es si la entidad está realmente en condiciones de mantener el actual ritmo de ventas hasta el 10 de diciembre, día que marcará el inicio de una nueva gestión.
fuente
"iProfesional", 02.11.2015
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