BCRA CONTRATOS DÓLAR FUTURO
ANÁLISIS ECONÓMICO
Vanoli, con todos los frentes abiertos
01/11/2015 00:15
Pablo Wende para La Nueva
La millonaria venta de contratos de dólar futuro que llevó
adelante en los últimos meses el titular del Banco Central, Alejandro
Vanoli, lo dejó en el ojo de la tormenta. Pero en realidad está lejos de
ser el problema más acuciante. La caída a niveles dramáticos de las
reservas y la millonaria expansión monetaria son otros temas más que
sensibles con los que deberá enfrentarse el Gobierno que asuma en
diciembre.
Los futuros de monedas fueron creados para darle certidumbre cambiaria a las empresas para operaciones de comercio exterior. Por ejemplo, si una compañía precisa pagar una importación en marzo del año que viene, tiene la posibilidad de asegurarse cuál será el valor de la moneda en ese momento comprando este tipo de contratos. Así, se reduce la incertidumbre vinculada con el tipo de cambio.
Sin embargo, los futuros de dólar ahora en su mayor parte se transformaron en una opción financiera. Son utilizados por el Central para disminuír la presión que hay sobre divisas al contado, es decir sobre las escasas reservas que quedan. A marzo de 2016, la entidad vendió miles de millones a $ 10,50, y sólo en los últimos días aumentó este nivel a $ 10,80.
La denuncia realizada por dos diputados radicales a Vanoli advierte sobre las millonarias pérdidas que podría sufrir la entidad en caso de que el dólar se ubique por encima de ese nivel a fin de marzo. Según consultoras privadas, el rojo podría superar los $ 30.000 millones si el dólar se ubicara en niveles de $ 14 , el valor actual que surge del tipo de cambio implícito en las operaciones bursátiles a través del “contado con liquidación”.
Emitir $ 30.000 millones para pagar una eventual pérdida derivada de contratos a futuro es el menor de los problemas que enfrenta el BCRA. La principal urgencia pasará por la escasez de dólares disponibles. Si el próximo Gobierno logra captar divisas rápidamente, el tipo de cambio podría estabilizarse y el Central recuperaría poder de fuego. Sin no se diera este escenario, las consecuencias podrían resultar dramáticas en relación a la evolución del tipo de cambio y la inflación.
Pero además, hay otro tema acuciante que es el sobrante de pesos vinculado con el financiamiento del déficit fiscal con emisión. En la medida que esos pesos no sean absorbidos a través de una suba adicional de la tasa de interés, el peligro de una fuerte presión adicional sobre el tipo de cambio se mantendrá latente.
Con este panorama, el futuro de Vanoli aparece por demás comprometido, pese a que tiene estabilidad en el cargo hasta 2019. Desde Cambiemos ya dieron todas las señales de que están pensando en pedirle la renuncia. Daniel Scioli se había comprometido a mantenerlo, pero a esta altura esa posibilidad también parece diluirse.
fuente
"La Nueva Provincia", Buenos Aires, 01.11.2015
Los futuros de monedas fueron creados para darle certidumbre cambiaria a las empresas para operaciones de comercio exterior. Por ejemplo, si una compañía precisa pagar una importación en marzo del año que viene, tiene la posibilidad de asegurarse cuál será el valor de la moneda en ese momento comprando este tipo de contratos. Así, se reduce la incertidumbre vinculada con el tipo de cambio.
Sin embargo, los futuros de dólar ahora en su mayor parte se transformaron en una opción financiera. Son utilizados por el Central para disminuír la presión que hay sobre divisas al contado, es decir sobre las escasas reservas que quedan. A marzo de 2016, la entidad vendió miles de millones a $ 10,50, y sólo en los últimos días aumentó este nivel a $ 10,80.
La denuncia realizada por dos diputados radicales a Vanoli advierte sobre las millonarias pérdidas que podría sufrir la entidad en caso de que el dólar se ubique por encima de ese nivel a fin de marzo. Según consultoras privadas, el rojo podría superar los $ 30.000 millones si el dólar se ubicara en niveles de $ 14 , el valor actual que surge del tipo de cambio implícito en las operaciones bursátiles a través del “contado con liquidación”.
Emitir $ 30.000 millones para pagar una eventual pérdida derivada de contratos a futuro es el menor de los problemas que enfrenta el BCRA. La principal urgencia pasará por la escasez de dólares disponibles. Si el próximo Gobierno logra captar divisas rápidamente, el tipo de cambio podría estabilizarse y el Central recuperaría poder de fuego. Sin no se diera este escenario, las consecuencias podrían resultar dramáticas en relación a la evolución del tipo de cambio y la inflación.
Pero además, hay otro tema acuciante que es el sobrante de pesos vinculado con el financiamiento del déficit fiscal con emisión. En la medida que esos pesos no sean absorbidos a través de una suba adicional de la tasa de interés, el peligro de una fuerte presión adicional sobre el tipo de cambio se mantendrá latente.
Con este panorama, el futuro de Vanoli aparece por demás comprometido, pese a que tiene estabilidad en el cargo hasta 2019. Desde Cambiemos ya dieron todas las señales de que están pensando en pedirle la renuncia. Daniel Scioli se había comprometido a mantenerlo, pero a esta altura esa posibilidad también parece diluirse.
fuente
"La Nueva Provincia", Buenos Aires, 01.11.2015
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