PEPSICO:
ENTRE EL BOLSILLO Y LA CALCULADORA
Síndrome Pepsico: se reaviva la puja empresarial con el Gobierno por las
importaciones y cierre de industrias
14-07-2017
El conflicto por el cierre de la planta de
Vicente López volvió a evidenciar los problemas competitivos de la industria
alimenticia y los altos costos logísticos.
También renovó el enojo
gubernamental por la forma en que algunas empresas reaccionan ante la coyuntura
económica
Por Juan
Manuel Barca
El arribo a Aeroparque de
un cargamento voluminoso
de papa fritas
Lays se convirtió en las últimas horas en un indicador más de
los desafíos que
enfrenta el Gobierno.
Es
que la aparición de productos
de PepsiCo en las redes sociales con el emblema "industria chilena"
terminó por recalentar
la puja velada entre el Gobierno y empresarios, en medio
de una guerra por el mercado y en la antesala de las elecciones.
"Están llegando paquetes por avión",
confirmaron a iProfesional fuentes
de la terminal aérea.
En
momentos en que el oficialismo necesita mostrar un clima de recuperación y paz
social, la decisión intempestiva
de la multinacional de cerrar su planta en
Florida, en la que trabajaban 600 personas -que se suma a las denuncias por
sustitución de productos fabricados en ese establecimiento- les trajo otro dolor de
cabeza a las autoridades.
El
ministro de Trabajo, Jorge Triaca,
fue uno de los primeros en reconocer públicamente
las diferencias por
la manera en que la compañía se manejó.
"Hay decisiones de las
empresas que no
acompañamos", aseguró.
El
conflicto alcanzó su pico
de tensión este jueves, cuando fuerzas de gendarmería e infantería desalojaron a
los operarios que
ocupaban las instalaciones, en su mayoría mujeres.
Además, detuvieron al
menos a tres
personas durante un operativo que incluyó balas de goma y gas pimienta.
Las escenas de violencia acapararon
las pantallas televisivas y alentaron la convocatoria a nuevas protestas.
"No
puede ser que si te dejan en la calle y reclamas, te cagan a palos.
Hacemos responsables a
la gobernadora y
alMinisterio de Trabajo",
protestó la delegada Catalina Balaguer.
El
Ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, intentó llevar tranquilidad
señalando que los efectivos cumplieron una orden judicial por potencial riesgo ambiental.
No
obstante, en algunos despachos oficiales reconocen que la provincia "está
incendiada".
Es que el cierre de PepsiCo se suma al
de la química Lanxess, Atanor, Quipro y Hutchinson, todas
emplazadas en el distrito gobernado
por María Eugenia Vidal.
La
repercusión de este conflicto transformó a este caso en un símbolo de
los problemas
competitivos que enfrenta la industria argentina.
Mientras
las protestas concitan la atención mediática, las estadísticas públicas indican
que, a nivel nacional, se registró el cierre de 2.972 empresas en marzo respecto
al mismo mes del año pasado, según datos
el Boletín de AFIP (que recaba datos a partir de la Seguridad Social).
Lo
acontecido con PepsiCo no
tardó en convertirse en otro
tema de campaña.
Luego de mantenerse en silencio y pedirle a la CGT que evitara lanzar una
protesta antes de las PASO,Cristina
Kirchner respaldó el
reclamo de los damnificados de
ese establecimiento.
"Sólo piden trabajo",
expresó la ex mandataria en su cuenta de Twitter.
Un par de días antes había
advertido que "cada vez más
cesantías de trabajadores se relacionan con el cierre de empresas".
Puja por los costos
En el Gobierno, la decisión
sorpresiva de la compañía reforzó una de
las sospechas que
invaden al sector privado.
Al
igual que en otros rubros, los funcionarios se quejan por la falta de compromiso de
los empresarios de
la alimentación.
No sólo por adoptar medidas de ajuste sin previo aviso,
también por incumplir promesas
de inversión y aumentar los productos que
comercializan.
"Hay
2% de inflación. Te enchufan 4% y, por las dudas, te enchufan 8%", se
había quejado Macri el
mes pasado.
El mensaje fue en respuesta a la suba desmedida de precios y
dirigido a varios directivos
de compañías, a los que calificó de "vivos".
Según
Ecolatina, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de bebidas no alcohólicas creció 28% interanual en
junio.
El de las alcohólicas,
nada menos que un 40%.
En
ambos casos, superaron a la inflación y a los salarios.
De esta forma, las
empresas intentaron compensar
vía precios la caída
de sus ventas en el mercado interno.
A
nivel global, la multinacional estadounidense PepsiCo ganócerca de u$s3.500 millones en
los seis primeros
meses del 2017, cifra que significa un aumento del 17% con
respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.
En América
Latina, dicha ganancia subió 6%, hasta los u$s1.823 millones.
La compañía indicó que sus resultados
en la región se vieron "impactados negativamente por la inflación, por más
gastos en publicidad y marketing y por la suba en materias primas".
Sin
embargo, reconoció que esos incrementos "fueron
parcialmente compensados por las ganancias por
productividad".
En cuanto al tipo de cambio,
sostuvo que su evolución perjudicó los beneficios operativos
en cinco puntos porcentuales.
Con 58 años de presencia en el
país, PepsiCo fabrica bebidas y alimentos en cuatro
plantas: una en Barracas, dos en la provincia de Buenos
Aires y otra en La Rioja.
En 2016 facturó $4.800
millones, 26% más que el año previo.
Su portafolio incluye primeras
marcas como:
- Pepsi
- 7Up
- Gatorade
- Paso de los Toros
- Mirinda
- H2O!
- Propel
- Tropicana
- Lays
- Twistos
- Quaker
- Doritos
- Toddy
- Pehuamar
- Cheetos
Ya en abril, los directivos globales
se habían mostrado preocupados por la inflación en la Argentina, si bien
preveían una moderación en el alza de precios para el resto del año y un
repunte en ventas.
El 20 de junio, sin
embargo, la filial sorprendió con el cierre repentino de su
planta en Florida.
Adujo "inviabilidad económica"
ante la imposibilidad de ampliarse, modernizarse, a raíz de su compleja
estructura de costos y ante las dificultades logísticas.
Sugirió la idea de relocalizar las
líneas de producción de snacks en su planta de Mar del
Plata, cerca de la zona de cultivo de la papa.
En la industria reconocen los
problemas derivados de los elevados gastos logísticos, pero advierten que la
situación de Pepsico no puede generalizarse a todo el sector alimenticio.
"Hay relocalizaciones por
expansión de plantas, todo este tipo de cosas van a ocurrir en
la medida que se van consolidando las inversiones en la industria de
alimentos", argumentó un dirigente de la Cámara de la Alimentación
(COPAL).
"La logística influye, pero no
es que todos lo vayan a hacer, es una posibilidad", completó.
En la planta
de Florida trabajaban 691 empleados, y según la firma:
- 155 ya
fueron relocalizados en otros establecimientos
- De los 536 restantes, 455 aceptaron
la propuesta de retiro voluntario
- El resto (391) (SIC ¿? LOS NÚMEROS NO LE DAN AL PERIODISTA) la rechazó
y exige la continuidad de sus fuentes laborales.
Desde 2014, la firma intentaba achicar
costos en su establecimiento de Florida mediante
retiros y el traslado de algunas líneas de producción,
decisiones que eran resistidas por la comisión interna.
Tras las elecciones del 2015, la
gerencia decidió acelerar los cambios y el mes pasado -luego
de enmarcarse en el proceso de crisis- suspendió sus
actividades y ofreció indemnizaciones al 200%, por hasta
$1,2 millón.
El acuerdo alcanzado incluye una
extensión de la cobertura médica para el dependiente y
su grupo familiar de hasta seis meses por sobre el mínimo
legal.
Los abogados de la parte trabajadora
afirman que la cifra es inusual para una empresa en supuestas condiciones
críticas.
Más bien, asociaron la medida a una maniobra anti-gremial.
Guerra por el mercado
En la Unión Industrial Bonaerense reconocen que el principal "costo"
eran los reclamos sindicales.
De los cuatro establecimientos, Florida es
el único con una comisión interna de
izquierda enfrentada a la conducción del Gremio de Alimentación,
encabezado por Rodolfo Daer.
Allí, los trabajadores (muchos con 20
años de antigüedad) obtuvieron beneficios por encima del convenio.
La empresa
tampoco veía con buenos ojos que las operarias realizaran medidas por "Ni
una menos".
El cierre de la planta abrió
una discusión dentro del sindicato.
Daer
finalmente optó por respaldar las indemnizaciones y una movilización prevista
para el 22 de agosto, en vez de lanzar un paro general.
"Estaban haciendo un vaciamiento, llevando poco
a poco a la empresa a otros lugares. Cuando
dejaron de aceptar los retiros, decidió hacer un lock-out, con suspensiones y
parálisis de la planta", afirmó Edgardo Moyano, abogado de los
damnificados.
El conflicto de Pepsico ocurre
en un contexto de fuerte caída del consumo de alimentos y cambios
de hábitos de compra que afectan principalmente a las etiquetas más
conocidas.
Un informe de la consultora Nielsen, al que tuvo acceso
iProfesional, revela que:
- Las marcas líderes
cayeron un 7% interanual entre enero y mayo
- Como contrapartida, las alternativas (non
main) crecieron 12%
Este cambio implicó que los productos desarrollados
por Pepsico perdieran share de manera notable.
Además de las
segundas marcas, impulsadas por los propios supermercados, los otros ganadores
fueron los artículos importados.
Si bien Pepsico negó que fuera a
sustituir su producción nacional, este caso reavivó las denuncias por
importaciones.
"Las multinacionales no producen, importan",
aseguró Daer.
En el Ministerio de Producción
niegan que esto ocurra.
Según datos oficiales, los productos traídos de
afuera representan el 3% del consumo nacional de
snack salado.
Del total, no obstante, solo el 0,13%
son Lays tradicionales.
La mayoría son Lays Stax (similares a
las Pringles), un producto premium que se fabrica en Chile ya que
la Argentina carece de la maquina extrusora para cerrar los envases en forma de
tubo.
En 2016 las papas
premium representaron el 97% del total de snack
salado importado por Pepsico. Este año, la cifra
se redujo al 70%.
El conflicto aún
está lejos de resolverse, mientras la fecha de las urnas se
acerca.
Es, acaso, el propio Gobierno el
que le ofrece a una oposición dividida argumentos
para que unifique sus críticas al
"modelo M".
Más aun, en temas tan sensibles como despidos,
suspensiones o la inflación de alimentos.
Por cierto, lo de Pepsico ocurre
un día después de la promo del Banco Provincia,
entidad oficial que no hizo otra cosa que darle a Cristina Kirchner argumentos y evidencias sobre la
cantidad de personas que hoy día tiene problemas para llegar a fin
de mes.
Fuente
“iProfesional”, 14.07.2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario