ROBOTS:
AMIGO/ENEMIGO
Los robots se
"robarán" 30% de empleos en una década: administración y finanzas
sufrirán más la automatización
19-03-2018
Las innovaciones primero impactarían en
empleos donde abundan trabajadoras mujeres, pero perjudicarán más a los hombres
en el largo plazo.
Los servicios financieros y administrativos son las áreas
profesionales en donde se verán antes los efectos de la automatización
Por Paula
Krizanovic
En la medida en que cada vez más
empresas comienzan a acceder a tecnología de Inteligencia Artificial (IA) o machine
learning, muchos empleados sienten que son amenazados sus
puestos de trabajo.
Sin embargo, un nuevo estudio
realizado por la consultora PwC concluyó, tras haber evaluado las tareas de
200.000 trabajadores en 29 países, que los robots solo reemplazarán a
los seres humanos en el 3% de los puestos disponibles
hasta el año 2020.
Posteriormente, cuando entren en
juego nuevas revoluciones tecnológicas, se harán con alrededor del 30%
de los puestos que existen hoy.
Ese será, de acuerdo a este
análisis bastante conservador, el escenario del empleo a mediados de
la década que inicia en 2030.
Entre tanta predicción arriesgada
sobre el futuro del trabajo, Mario Julio, socio de PwC Argentina y Gerente
General de su Service Delivery Center quiso traer algo de tranquilidad, y
advirtió en una charla con iProfesional que
"estos procesos no son de un día para el otro. Hay
una lectura que hay que hacer: estos robots y la IA no necesariamente van a
reemplazar empleo, pero si van a realizar
tareas rutinarias y repetitivas".
"Es como el automóvil que
reemplazó el transporte a caballo. Cuando las flotas de camiones sean de
vehículos no tripulados, no va a haber desempleo masivo de
las personas que manejan camiones sino que de a poco se van a ir
reconvirtiendo. Pero para eso es necesario un Estado que genere el contexto
para que esa reconversión sea posible, empresas responsables y personas con la
apertura necesaria para aprender nuevas habilidades", opinó.
Más allá
de esa reflexión personal del ejecutivo local, el informe de PwC identifica tres "oleadas" de automatización que
tendrán lugar en los próximos años.
La
primera, que ya está en marcha, es la algorítmica.
Esto implica la
automatización del análisis de datos estructurados y tareas digitales simples,
como la calificación crediticia.
Esta ola de innovación podría llegar al punto
de madurez a principios de 2020, aseguraron desde la consultora.
La
segunda ola de automatización también se encuentra en desarrollo, y es probable
que llegue a su punto máximo de madurez en 2020.
Se centra en la automatización
de tareas repetibles
y el intercambio de información, así como en el desarrollo de
drones aéreos, robots en depósitos y vehículos
semiautónomos.
En
la tercera ola, que podría llegar a su madurez a mediados de 2030, la IA podrá
analizar datos de múltiples fuentes, tomar decisiones y realizar acciones
físicas con poca o nula participación humana.
En este
marco, la consultora realizó un análisis de los empleos que se verán afectados por
las tecnologías en cada etapa.
También muestra cómo evolucionarán en áreas
profesionales de acuerdo al género de los empleados.
La
conclusión es que las revoluciones afectarán
primero a empleos en donde predominan las mujeres, pero
terminarán eliminando en
el largo plazo más cantidad de tareas que actualmenterealizan mayormente empleados varones.
Aunque
Julio pidió hacer una salvedad respecto de este punto: "Este informe tiene
que ver con una investigación de datos estadísticos de distintos países y por
lo tanto esa distribución
de género en puestos de trabajo puede no coincidir con
la realidad argentina".
Actividades en jaque
Las tres revoluciones tecnológicas evaluadas ocurrirán sin dudas y las
innovaciones serán adoptadas por todas las empresas que ansíen permanecer
vigentes en la economía del futuro.
La IA solamente tiene el potencial de
generar un incremento de
alrededor de u$s15.000.000
millones en el PBI
mundial.
Por
esta riqueza
aumentada es que desde PwC son sobre todo optimistas
respecto del panorama económico que generarán estos cambios en las formas de
producir.
"Los
análisis que hemos hecho sugieren que cualquier pérdida de trabajo generada
por la automatización probablemente será superada en el largo plazo por nuevos trabajos creados como
resultado de mayor y más extensa riqueza económica, hecha posible por estas
nuevas tecnologías. No creemos, contrario a algunas predicciones, que la
automatización generará un desempleo masivo para el año 2030, más de lo que ha
generado en las décadas anteriores a la revolución digital", se lee en el
reporte.
Mario
coincide con esa apreciación y recuerda que en la Argentina no es algo nuevo:
"Cuando nacieron las planillas de cálculo, eso fue un paso hacia la
automatización. Cuando empezaron a popularizarse las planillas electrónicas o
los emails,
a la gente que hacía determinados trabajos que fueron extinguiéndose no se los
despidió. No hubo
despidos masivos y caída del empleo".
"Lo
que se está haciendo es que las tareas
más simples y rutinarias se automatizan y las personas van
levantando la vara de a poco para dedicarse a tareas con mayor valor
agregado", dijo entusiasmado el socio de PwC Argentina.
Pero
el impacto tampoco se dará por igual en todos los sectores y algunos están más
en riesgo que otros a sufrir el reemplazo de mano de obra humana.
Por ejemplo:
la tecnología se quedará con un promedio
del 52% de los empleos en el transporte y el almacenamiento,
pero solo con el 8% de los del sector educativo.
"Lo
del transporte se debe a que los vehículos no tripulados se extienden a escala
en todas las economías, pero esto será más evidente en la tercera ola de
automatización autónoma", asegura el reporte global para decir que estas
áreas como la logística se verán más impactadas sobre el largo plazo.
No
obstante, la producción industrial y la construcción son los sectores que se
verán, en porcentaje, más
afectados en el largo plazo por estas oleadas.
Pero
en el corto plazo,
los servicios de soporte
y administración, en la medida en que incluyen tareas
repetitivas y de análisis de datos en las que los algoritmos superan las
capacidades humanas, serán los primeros sectores que verán los efectos de la
automatización.
"Los
sectores como los servicios
financierospodrían tener mayor exposición a medida que los
algoritmos aventajan a los humanos en una gama cada vez más amplia de tareas
que involucran análisis de datos puros", indicaron desde PwC.
Por
último, quienes se desempeñan en la industria de la hospitalidad, la educación y
el trabajo social,
verán sus puestos menos impactados por la ola del algoritmo, pero no estarán
exentos de los cambios que ocurran con la realidad aumentada y la autonomía.
Anticiparse
La diferencia en el impacto de las olas tecnológicas también se ve marcada por
la preparación
académica de cada persona.
Como
era de esperarse, quienes tengan menor
nivel de calificación están más expuestos a
ser reemplazados por la automatización. PwC calcula que en promedio, alrededor
del mundo, el 44% de los puestos que no requieren alta calificación podrían estar
en riesgo de ser realizados en el futuro a través de tecnología.
En
tanto que están menos
en riesgo las personas con títulos de posgrado o superiores,
que tendrán además mayor facilidad para adaptarse a los cambios.
"Dichos
trabajadores deberían ver que sus salarios
aumentan debido a los aumentos de productividad que estas
nuevas tecnologías deberían proporcionar", arriesgan desde PwC.
Por
su parte, Julio consideró que "las empresas responsables pueden proteger
empleos dándoles
otro carácter" y trasladando a los empleados a tareas de
mayor valor agregado.
¿Las
compañías en la Argentina estarán a la altura de esa responsabilidad?
"No
estoy viendo en las empresas con las que tenemos relación que se esté tomando
ventaja de la tecnología para despedir gente. Lo que si veo es empresas invirtiendo en capacitación para
que sus empleados sean mejores líderes y más proactivos, y aparte capacitación
en aspectos técnicos, porque esta tecnología hay que manejarla, programarla,
asegurarse de que funcione bien, etc.", dijo Julio.
El
ejecutivo de PwC entiende que las compañías tienen un papel en esta transición,
y a la vez debe existir una apertura
de parte de las personas y empleados a capacitarse para
los desafíos que vienen.
"Todos
nosotros nos tenemos
que dejar de ver como profesionales de un tipo
determinado, como abogado, contador, o el título que obtuvimos en la
universidad. Esa es la mentalidad que tenemos que dejar de lado. Tenemos que
pensar que somos un conjunto
de habilidades y destrezas que hay que ir actualizando y
renovando permanentemente", opinó.
Julio
advirtió que a la par del avance de la automatización en las tareas, los seres
humanos se destacarán cada vez más por sus capacidades "blandas",
vinculadas a relaciones interpersonales.
En
ese aspecto entra también en juego la tercera pata en esta responsabilidad compartida
ante las oleadas tecnológicas, que es la del Estado.
"En la
Argentina los colegios recién ahora están enseñándoles a los chicos educación
emocional. Tibiamente se está tomando conciencia de que los sistemas educativos se
tienen que ocupar de enseñar
habilidades interpersonales", expresó.
"Hoy los cursos de
liderazgo, de coaching o de manejo de conflicto, se hacen en las empresas y en
la vida adulta. Mi visión es que hay que empezar mucho antes y que los propios
programas de educación contemplen que los chicos empiecen a desarrollar esas
habilidades mucho antes de salir al mundo del trabajo", propuso el
ejecutivo argentino.
PwC entiende que esta
reconversión permanente de profesionales y trabajadores puede ser relativamente
más difícil entre las personas de mayor edad que entre los más jóvenes.
Por
eso al ver el impacto de las innovaciones tecnológicas ubica en las posiciones
de mayor riesgo a
largo plazo a los varones
con menor instrucción, "a medida que avanzamos en nuestra
tercera ola de automatización autónoma, en áreas como vehículos sin conductor y
otros trabajos manuales que, en la actualidad, tienen una proporción
relativamente alta de trabajadores".
"Sin
embargo, las trabajadoras podrían
verse más afectadas
en las primeras olas de automatización que apliquen, por
ejemplo, a los roles administrativos", concluye el reporte.
Fuente
“iProfesional”, 19.03.2018
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