AFIP:
¿MARÍA LA PAZ….?
Luego de reiterados
desencuentros con funcionarios del área económica, renunció Alberto Abad a la
dirección de la AFIP
02-03-2018
Una resolución sobre la renta financiera, la
filtración de datos del blanqueo y un fuerte cruce por la implementación de un
nuevo límite patrimonial en el Monotributo fueron las cuestiones que marcaron
el destino del ahora ex Aministrador federal
La noticia que desde hace
más de un año circulaba cíclicamente en la City finalmente se concretó: el
alejamiento de Alberto Abad, titular de la AFIP, cuyas desavenencias con funcionarios del área económica son
conocidas.
Abad continuará en su cargo hasta finales del mes de marzo y
será reemplazado por Leandro Cucciolo, funcionario que
viene del Ministerio de Finanzas.
En la cartera de Luis Caputo se venía
desempeñando como secretario de Servicios Financieros.
Para sellar su retiro, Abad, Cuccioli, el Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne y el Jefe de
Gabinete de Ministros, Marcos Peña, se reunieron este viernes con el Presidente en la Quinta de
Olivos.
Los más
informados del mercado daban por descontada la renuncia luego de la filtración
de datos secretos sobre la identidad de quienes adhirieron al blanqueo de
capitales que entró en vigencia hace un año.
El episodio lo había dejado
particularmente afectado.
Abad tuvo también varios desencuentros con el Ministro de Economía, Nicolás Dujovne, y el
vicejefe de Gabinete, Mario
Quintana.
El
primer encontronazo fue por la resolución general 4094 del fisco nacional
publicada allá por julio de 2017.
En líneas generales, la norma gravaba
la renta
financiera para extranjeros.
De
inmediato, Dujovne anunció su suspensión
por 180 días a través de una nueva norma.
Y hoy por hoy,
como parte de la reforma impositiva, se eximirá tal concepto.
Luego
vino lo que sería el factor determinante: la filtración de datos del blanqueo,
entre ellos de Gianfranco
Macri, el hermano del Presidente.
El
hermano del Presidente ingresó un total de 622 millones de pesos, o 35,5 millones de dólares.
Además se dio a conocer que a la cabeza de la nómina de allegados
presidenciales que blanquearon está Marcelo
Mindlin, nuevo dueño de la constructora Iecsa, que pertenecía
a Angelo Calcaterra,
primo de Macri.
Mindlin blanqueó bienes por 770 millones de pesos, equivalentes
a 44 millones de dólares.
El
Presidente tuvo que confirmar el blanqueo de su hermano y lo justificó porque “se lo permitía la ley”.
También se menciona que la
negativa de Abad de otorgar un plan de pagos a la empresa postal
OCA generó disgusto en miembros del gabinete nacional. OCA le debe al fisco
cerca de 3700 millones de pesos.
En
efecto, el vicejefe de Gabinete, Mario
Quintana, exige un alivio fiscal para OCA, mientras que Abad
habría rechazado
este pedido argumentando que se encontraría fuera de los
plazos legales establecidos.
Para
Abad no hay posibilidad de hacer ingresar a la firma en el marco del artículo
32 de la Ley 11.683 para un
plan excepcional de moratoria como los que obtuvieron
muchas empresas durante la gestión de Ricardo Echegaray.
Para
Quintana, el salvataje de la empresa es una carta de negociación ante
el sindicalismo, por la presencia del moyanismo en la firma de correo.
Otro
foco de conflicto de Abad con el Gobierno está vinculado a la venta del Grupo
Indalo.
La AFIP le exigió al juez federal Julián
Ercolini (a cargo del concurso del Grupo Indalo) que impida la venta al inversionista Ignacio Rosner, quien
trabajó diez años en el Grupo Macri.
Por
último, y como parte de la reforma tributaria, Abad y Dujovne se cruzaron
por la implementación de un nuevo tope patrimonial en el Monotributo.
Mientras
el ahora ex titular de la AFIP confirmaba el nuevo parámetro,
Dujovne lo negaba o señalaba que sólo
estaba bajo análisis.
Respecto
a la renuncia de Abad, Iván
Sasovsky, CEO de Sasovsky & Asociados señaló que
Abad "hizo unabuena
transición, pero con más puntos desprolijos de los que se
esperaba".
Transformación de la AFIP
Entre 2002 y 2008, bajo la primera gestión de Abad, la AFIP cambió por completo.
Entre los
mayores logros, se destacan los planes
antievasión, el régimen de control del sector inmobiliario, la
reducción en la evasión del IVA del 35% al 20%, la compra de escáneres para la
Aduana y la puesta en marcha de planes de facilidades de pago sin moratorias,
entre otros ejes.
Expertos
tributaristas y ex funcionarios del fisco nacional destacan que una de las
claves de la gestión Abad fue "facilitar el pago de impuestos valiéndose de todas las herramientas tecnológicas que
tenía a su alcance".
También
remarcan la importancia que tuvo al "crear percepción de riesgo" como
componente fundamental a los fines de la fiscalización.
En
este sentido, una de las herramientas
más poderosa que potenció Abad, es la base de datos online
que dispara inspecciones sobre la base de un trabajo previo de inteligencia
fiscal.
Los
expertos tampoco dudan en reconocer que bajo la gestión Abad se puso en marcha
el régimen de factura electrónica, el sistema Mis Aportes y la informatización
para presentar declaraciones
juradas, entre otros avances tecnológicos que aún perduran.
Los
expertos consultados por este medio destacaron "la tecnificación y el uso
de internet, lo cual aporta al control de la AFIP sobre el cumplimiento de los
contribuyentes", subrayó.
"Alberto
Abad llevó a cabo una eficaz acción al formar conciencia tributaria, fomentar
el cumplimiento voluntario de la obligación impositiva y de lograr equidad
incorporando nuevos actores para hacer más justa la atribución de la carga fiscal",
señalaron las fuentes consultadas.
Otros
aspectos que se destacan sobre la gestión Abad refieren a la potenciación
del cruce de datos con
otros organismos públicos y a las acciones tendientes a reforzar la cultura
tributaria.
Trayectoria
Alberto Abad estudió Ciencias Económicas en la Universidad de Buenos Aires
(UBA), donde se graduó como contador
público.
Comenzó su actividad laboral en un estudio global
de auditores y posteriormente se desempeñó en el sector público y privado.
Realizó distintas funciones en empresas públicas y fue designado síndico en
representación del Estado en varias de ellas, hasta ser designado Presidente de
la Sindicatura General de Empresas Públicas en 1991.
En
1994 fue nombrado primer Síndico
General de la Nación.
Durante el primer semestre de 1995 fue
Interventor del PAMI.
Participó activamente en la puesta en marcha de la
Jefatura de Gabinete de Ministros (julio de 1995), siendo Secretario de Control
Estratégico de la misma hasta su renuncia en 1997.
En
el 2000 fue designado Vicepresidente Ejecutivo del Grupo BAPRO -holding de
empresas del Banco Provincia de Buenos Aires- que nucleaba sociedades con
significativa presencia en la actividad de AFJP, ART, Seguros, Bolsa,
Inversiones inmobiliarias y Leasing.
En el 2002 volvió a la función pública como
titular de la AFIP.
Posteriormente fue designado presidente
del Centro Internacional de Administraciones Tributarias.
Renunció a su cargo
en AFIP en marzo del 2008.
En
el 2008, la Fundación Konex lo premió como una de las cinco mejores figuras de
la última década en la disciplina de Administradores Públicos.
Fuente
“iProfesional”,
02.03.2018
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