A un año del anuncio de Macri, radiografía de Vaca Muerta: ¿cuál es su dimensión y cómo impactó en la economía?
Matías Di Santi, Martín Slipczuk y Federico Aringoli
En este análisis, Chequeado y el Diario de Río Negro aportan datos sobre producción, inversiones y empleo, para entender de qué hablamos cuando hablamos de una de las principales formaciones de petróleo y gas del mundo.
Hace más de un año, en enero de 2017 el presidente de la Nación, Mauricio Macri, anunció un acuerdo para aumentar la inversión y el trabajo en Vaca Muerta entre el Gobierno nacional, la provincia de Neuquén, los sindicatos y las empresas del sector.
Igualmente, los especialistas coinciden en que todavía pasó poco tiempo para evaluar su resultado y aún no hay datos oficiales para poder evaluar el impacto de esta medida.
Pero, más allá del plan anunciado por Macri, ¿de qué hablamos cuando hablamos de Vaca Muerta y cómo impactó en la economía argentina desde su descubrimiento?
Se encuentra dentro de la Cuenca Neuquina (que abarca gran parte de la provincia de Neuquén, así como zonas de La Pampa, Mendoza y Río Negro).
Existen dos tipos de hidrocarburos no convencional, el tight -más barato de extraer- y el shale.
La principal característica del shale es que no tiene suficiente permeabilidad como para que el petróleo y el gas puedan ser extraídos con los métodos convencionales, lo cual hace necesario la aplicación de agua a alta presión junto con otros elementos que permiten que los hidrocarburos atrapados en la formación fluyan hacia la superficie.
Del total de Vaca Muerta, actualmente solo el 20% del territorio está destinado a proyectos no convencionales.
Sólo China posee mayores recursos de este gas, mientras que los Estados Unidos, Rusia y China superan a nuestro país en el ránking de petróleo shale.
De las formaciones, Vaca Muerta es la más importante, con casi 9 billones de metros cúbicos de gas shale (casi 40% del total) y 16 mil millones de barriles de petróleo shale (aproximadamente un 60%).
Si sólo se toman los recursos de Vaca Muerta y se los compara con los demás países, esta formación tiene una cantidad de este tipo de gas no convencional similar a la que tiene Rusia en su conjunto y en petróleo no convencional se parece a los recursos con los que cuenta Venezuela.
Este dato surge de cálculos que realizó Daniel Poneman, secretario de Energía de los Estados Unidos durante la Presidencia de Barack Obama.
La balanza productiva
Según los datos del Ministerio de Energía de Neuquén, en 2012 el gas no convencional representaba cerca del 10% de la producción total de gas de la provincia, mientras que actualmente ese porcentaje subió aproximadamente al 50 por ciento.
Además, la producción de gas en Neuquén representa la mitad del total del país.
De allí la importancia del gas: su desarrollo podría bajar el déficit comercial energético.
El gas natural es importado desde Bolivia y Chile, pero también ingresa Gas Natural Licuado en barcos provenientes de Trinidad y Tobago, Qatar y Nigeria, principalmente.
Los datos de producción de petróleo del Ministerio de Energía neuquino muestran que en 2012 la participación del petróleo no convencional era casi nula, mientras que ahora representa cerca del 40 por ciento.
En este punto, la producción neuquina de petróleo es un quinto del total del país.
En el caso del petróleo las importaciones en 2016 fueron apenas el 3% de la oferta nacional.
“Desde 1994, con la reforma constitucional, los dueños de los recursos son las provincias, que entregan las concesiones”, explicó a este medio Bronstein, quien añadió que “las empresas que invirtieron en Vaca Muerta son grandes porque se necesitan fuertes inversiones para llegar a los recursos no convencionales”.
El peso de las inversiones
Primero están las inversiones “piloto”, las que las concesionarias se comprometen a concretar en los primeros cinco años del proyecto.
Luego, está la estimación de la inversión total que demandaría cada proyecto, pero como las concesiones son por muchos años (hasta 35), estas pueden variar según distintos factores, como el avance de la tecnología para poder extraer este tipo de recursos.
En este sentido, en los 26 proyectos mencionados las empresas se comprometieron a desembolsar US$ 7 mil millones en este tipo de inversiones iniciales, mientras que el Gobierno neuquino informa que esos proyectos podrían significar una inversión total de US$ 150 mil millones en los próximos 35 años.
Además, estos US$ 7 mil millones representan cerca de 12 mil kilómetros de rutas y aproximadamente 13 mil jardines de infantes, según los datos del sitio que permite comparar cifras públicas La Balanza, de Chequeado.
Aumento de la actividad
La caída de los precios internacionales del crudo y los planes de subsidios al gas en boca de pozo ayudaron a la migración de las inversiones hacia los no convencionales de la Cuenca Neuquina, la principal zona gasífera del país.
En este sentido, la evolución de los pozos de producción no convencional terminados en Neuquén muestran un aumento muy fuerte desde 2011.
Sin embargo, luego del pico marcado en 2015, en 2016 -últimos datos anuales disponibles- bajó por primera vez desde 2009 y hubo un 25% menos de pozos.
Si se miran los datos oficiales del Ministerio de Energía de la Nación, 2015 también fue un año récord si se analizan los metros perforados.
Si bien en 2016 hubo una caída del 22%, en 2017 hubo un repunte debido a la puesta en marcha de nuevos proyectos vinculados fundamentalmente al gas y se proyecta un crecimiento cercano al 15 por ciento.
El precio del barril de petróleo bajó de más de US$140 en 2008 a un piso de US$30 a comienzos de 2016, y actualmente se ubica cerca de los US$65 por barril.
“Al ser más caro el petróleo no convencional que el convencional, por ser más difícil de extraer, para que sea rentable invertir en Vaca Muerta se necesita que el precio internacional del petróleo sea alto, porque si no el precio mundial termina siendo menor al precio que necesitan las empresas que operan en el país para recuperar sus inversiones”, explicó el especialista.
Actualmente, con un precio cercano a los US$65, se están reactivando varios proyectos de shale.
Empleo no convencional
Lo mismo destacó sobre la producción de gas: “Está creciendo, pero debería crecer a un ritmo más alto”.
En este sentido, el informe calcula que en el período 2015-2035 se deberían invertir cerca de US$22 mil millones en obras para aumentar las redes, modernizar los sistemas de distribución, mejorar los gasoductos y demás infraestructura necesaria para desarrollar Vaca Muerta.
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