NEUQUÉN:
YPF PASADO RECIENTE
Andorra Gate: 2008, el año clave de la cocina petrolera
Fue cuando Jorge Sapag habilitó un
decreto que le dio plenos poderes a Coco.
No tardaron en llegar las reuniones
con la YPF que Kirchner quería dominar.
JAVIER LOJO
03 MAR 2018
La cúpula mayor. De derecha a izquierda: Jorge Sapag, Enrique Eskenazi, Cristina Kirchner, Antonio Brufau, Julio De Vido y Hugo Moyano, en 2008 durante una exposición sobre inversiones en YPF.
En medio del escándalo desatado por el informe elaborado por el diario “El País” de Madrid que da cuenta de que la Banca Privada d’Andorra (BPA) se negó a abrir
en agosto de 2008 dos cuentas al entonces gobernador de Neuquén, Jorge Augusto
Sapag, y su ministro de Energía, Guillermo Aníbal Coco, comienza a emerger más
información sobre lo actuado en ese complejo año sobre las cuentas
provinciales.
Era el momento en
que Neuquén iniciaba la carrera para conseguir fondos frescos de las empresas
petroleras a través de las renegociaciones de las áreas hidrocarburíferas que
estaban en la provincia.
Un acuerdo previo,
concretado a mediados de 2007 entre Jorge Sobisch y Jorge Sapag, permitió al
entonces futuro gobernador hacerse cargo de estas millonarias negociaciones.
Sobisch tenía
pensado liderar el inicio de las conversaciones con las empresas petroleras en
torno a las prórrogas, pero tuvo que ceder esta iniciativa al nuevo gobierno
que asomaba.
Como contrapartida, Sapag le habría concedido a Sobisch, una vez
alejado de la gobernación, un paraguas político ante la Justicia, en especial
sobre aquellos créditos del Iadep que ya estaban siendo investigados.
Hacia fines de 2007
el nuevo gobierno de Jorge Sapag comienza una primera recorrida por las
oficinas de las más importantes operadoras de la región, pero existía cierta
desconfianza desde el sector privado para avanzar en estos temas.
La primera señal de
acercamiento la da YPF.
La empresa se encontraba entonces en su espurio proceso
de “argentinización” utilizando como cabecera de playa al Grupo Eskenazi.
El
ingreso de la familia a la compañía había sido el resultado de un complejo
esquema avalado por el entonces presidente Néstor Kirchner, a fines de 2007.
Este entendimiento incluía distribuir una enorme cantidad de dividendos, muy
por encima del promedio para la industria petrolera, para que los Eskenazi
pudieran pagar los créditos con los que habían comprado la empresa.
Repsol, con
una importante tajada de fondos en sus manos, aceptó la oferta.
En marzo de 2008,
directivos de la empresa se reúnen con las más altas autoridades del poder
neuquino para allanar todos los pasos que llevaban a la prórroga de las áreas
petroleras y gasíferas.
La antesala legal
para despejar el camino fue la firma del Decreto 0822/08 que autorizaba a la
entonces Secretaría de Recursos Naturales de la provincia (a cuyo frente estaba
Coco) a efectuar la convocatoria pública de empresas concesionarias de
explotación en áreas hidrocarburíferas -otorgadas por el Estado Nacional- que
estén interesadas en su inscripción en el “Registro Provincial de Renegociación
de Concesiones de Áreas Hidrocarburíferas”.
El decreto, días después, sale
publicado en el Boletín Oficial del 30 de mayo de ese año.
Entre junio y julio
existieron, por lo menos, dos reuniones en Buenos Aires -confirmadas por
empresarios allí presentes- en las que participaron Sapag y Coco con las más
altas autoridades de YPF.
Fue así como, en la
primera semana de agosto de 2008, la petrolera de bandera nacional presentó a
la provincia una nota oficial mediante la cual solicita la inscripción en el
Registro de Negociación de la extensión de las Concesiones de Explotación de
Áreas Hidrocarburíferas.
Un par de días después, las autoridades provinciales
comunican formalmente a YPF el inicio del período de negociación.
Y en forma
casi inmediata Sapag autoriza extender, a través de un acta acuerdo, el plazo
original de las concesiones por el término de diez años a partir del 14 de
noviembre de 2017, operando en consecuencia el vencimiento de estas el 14 de
noviembre del año 2027.
Es decir, Neuquén acuerda diez años antes del
vencimiento extender la concesión de las áreas, algo que sólo se pudo dar entre
una empresa como era en ese entonces YPF y la urgencia de conseguir fondos por
parte de la provincia.
Las áreas prorrogadas en ese momento fueron las más
productivas que tenía Neuquén: Cerro Bandera, Señal Cerro Bayo, Chihuido de la
Sierra Negra, El Portón, Filo Morado, Octógono, Señal Picada-Punta Barda y
Puesto Hernández.
Tras la firma del
acuerdo, YPF abonó a la provincia 175 millones de dólares, que se hicieron
efectivos en cuotas mensuales.
La primera de ellas se efectivizó en noviembre
de ese año y fue por 10 millones de dólares.
Coincidencia o no,
documentos y testimonios dan cuenta que fue durante el cierre de las
negociaciones con YPF que el entonces gobernador, Jorge Sapag, junto con su
mano derecha en las negociaciones de las prórrogas hidrocarburíferas, Guillermo
Coco, podrían haberse presentado ante la Banca Privada d’Andorra (BPA) donde se
les habrían rechazado la apertura de las cuentas para el depósito de cinco
millones de dólares, y distribuir los fondos en dos depósitos vinculados a
sociedades creadas en el paraíso fiscal de Belice, según un acta confidencial
de la BPA, publicada oportunamente por “El País”.
La BPA rechazó a
Sapag y Coco como clientes al sospechar que su dinero procedía de sobornos.
“Los fondos corresponden a comisiones y regalías originadas por las
intermediaciones en las renegociaciones de las concesiones que se otorgan
periódicamente a empresas reconocidas en la explotación de petróleo en esa
región”, recogió el banco en un informe interno fechado el 6 de agosto de 2008.
“El País” menciona
también a Claudio Levy como “el abogado y asesor en estructuras jurídicas” que
les habría recomendado la maniobra.
Levy fue asimismo abogado de Petrolera
Argentina, de Miguel Schvartzbaum, la por entonces desconocida empresa que se
asoció a YPF sin invertir un centavo, para obtener la concesión de la codiciada
área Amarga Chica
Claudio Levy: “No tengo nada que
ver todo con eso”
La investigación elaborada por el
diario “El País” da cuenta también de que Jorge Sapag y Guillermo Coco
desembarcaron en la entidad financiera del pequeño país pirenaico, en agosto de
2008, por consejo de su abogado y especialista en “estructuras jurídicas”, Dr.
Claudio Levy, según detalla el informe del banco.
“Río Negro” pudo contactarse con Levy
quien negó los hechos mencionados por el diario español.
Confirmó que trabajó
en el armado del fondo fiduciario de Neuquén hace diez años y que tuvo
relaciones comerciales con Guillermo González Fisher, titular de la empresa
IC&T por la que se le facturó al sindicato petrolero un millonario servicio
de “lobby”, a la vez que Pereyra y otros gremialistas y allegados facturaron a
la empresa por “honorarios” de servicios imprecisos.
A continuación, parte
de la conversación mantenida con Levy.
-Pregunta: ¿Qué opinión le merece las
acusaciones que realizó la Banca Privada d’Andorra?
-Respuesta: Ese hecho nunca existió.
Los datos que se están mencionando son absolutamente falsos.
-P: ¿Por qué piensa que aparecen ahora?
-R: No sabría decirle...no tengo idea,
pero sí le aseguró que lo mencionado no se ajusta a los hechos. Nunca fui a ese
banco o cualquiera de sus sucursales y menos aun siendo representante de las
personas que están ahí mencionadas
-P: ¿Piensa presentarse en la Justicia?
-R: Estoy dispuesto a ir a la Justicia
y aclarar lo que necesite.
-P: ¿Habló con Sapag o Coco de este
tema?
-R: No.
-P: ¿Tuvo contacto con ellos antes de
este episodio?
-R: No.
-P: ¿Estuvo involucrado
profesionalmente con la provincia?
-R: Yo trabajé mucho en Neuquén. Me
contrató la provincia para armar la sociedad fiduciaria de Neuquén y el
programa para las obras de infraestructura de los municipios.
-P: ¿Trabajó con la empresa Petrolera
Argentina SA de Miguel Schvartzbaum?
-R: Sí, fui abogado de la empresa.
-P: ¿Y con González Fisher?
-R: Lo conozco, pero hace más de 10
años que no lo veo. Sí tuve una relación profesional con él pero no estuvo en
la conformación de la fiduciaria.
Aires de familia
Los
aires de familiaridad entre el ex ministro de Energía, Guillermo Coco, y el
dueño de la empresa Petrolera Argentina, Miguel Schvartzbaum, fueron notorios
años atrás para algunos observadores de la industria petrolera. Sobre todo, en
2010 con la adjudicación del área Amarga Chica, en el corazón de Vaca Muerta.
“Río Negro” puso al
descubierto en 2014 la extraña maniobra: un peso pesado como YPF (cuando aún
estaba en manos de Repsol) se asoció a la firma de Schvartzbaum (desconocida
por entonces) y ganó la licitación del área.
A las pocas semanas, Petrolera
Argentina le transfirió a YPF el 24,5% de las acciones por 4,4 millones de
dólares.
Años más tarde y agobiada por su crisis, la firma le terminó vendiendo
el resto de las acciones, cotizadas en por lo menos 40 millones de dólares.
No sólo Petrolera
Argentina no invirtió un centavo en Amarga Chica. Schvartzbaum tuvo durante
años el curioso privilegio de haber obtenido una millonaria ayuda en subsidios
y préstamos de organismos municipales, provinciales, nacionales y hasta del
gremio de Guillermo Pereyra, por más 150 millones de dólares.
Guillermo Coco -por
entonces el preferido político del ex gobernador Jorge Sapag- fue protagonista
de esas privilegiadas maniobras ya que controlaba GYP, la empresa estatal que
asignaba las áreas.
Meses atrás, el
titular de una empresa de servicios petroleros relató ante este diario cómo
-por aquella época- resultó ser un testigo involuntario en Buenos Aires de un
amigable encuentro entre Coco y Schvartzbaum e, inmediatamente después, entre
Coco y Jorge Sapag.
“Estaba
temporariamente parando en el departamento de un familiar en Puerto Madero
cuando decidí salir a tomar un café cerca de la esquina de Constantini y
Villaflor. Vi que en la mesa de al lado estaban Coco y Schvartzbaum.
Hablaban
de que el ex ministro Julio De Vido se negaba a firmar algo y Coco le aseguraba
a su interlocutor de que lo convencería.
Al otro día los vi
otra vez juntos en ese mismo café. Charlaban animadamente a las 11 de la
mañana.
Luego Coco se despidió, dio la vuelta y fue al Starbucks sobre Juana
Manso. Lo esperaba Jorge Sapag”. (I.P.)
Guillermo Coco: nada dijo sobre la acusación que lo salpica.
Fuente
“RÍO NEGRO”, 03.03.2018
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