Telenoche: "Aníbal se va por la puerta chica nomás..."
Un análisis de Mario Markic.
El artículo completo:
"Fue el ministro más locuaz de este Gobierno en retirada, fue también el más agresivo. Fue el que encarnó como ningún otro el discurso más confortativo de los últimos doce años. Fue el que perdió con su impresentable currículum repleto de desatinos verbales y sospechosos vínculos con las personas más oscuras de este país la estratégica provincia de Buenos Aires para el kirchnerismo.
Ya fue Aníbal, pero todavía parece que no se dio cuenta. Y en la hecatombe final de este ciclo personal que lo deja solo y abandonado el señor de las respuestas rápidas y filosas termina por hacerse un haraquiri.
A esto se le llama lealtad en el búnker imaginario donde pasa sus últimos días en el poder Cristina.
Pero mucha gente piensa en otros terminos. Cuanto menos, se trata de descortesía, de una agresividad innecesaria para con el Gobierno que llega.
Aníbal fue, pero como esos cuchilleros de Borges, él sigue sin dar tregua en sus estériles peleas, en esos imaginarios entreveros, donde todo es a matar o morir.
Y uno tiende a creer que se trata de una persona que está como fuera de la realidad, porque todo lo que hay por delante es simplemente un traspaso de mando, algo protocolar, casi de escuela primaria: con Granaderos, bastón, banda, marcha, y que Aníbal convierte en una guerra.
Es probable que Aníbal culpe al Gobierno que llega de su claro fracaso electoral. Porque otro candidato ganaba Buenos Aires, nadie tiene dudas sobre eso. Y por eso tal vez le echa la culpa a los que ganaron y, encima, les desea lo peor charlataneando todos los días y tirando los más oscuros presagios que se ciernen al fin y al cabo sobre su propio país.
Aníbal utiliza los enredos de la dialéctica para justificar lo injustificable. Él sabe que en las asunciones presidenciales, el traspaso de los atributos de mando al presidente en el Congreso, fueron consecuencia de un país en emergencia que empezó con la crisis de 2001.
Taimado, es como un jugador de truco que sigue redoblando la apuesta y por eso amenaza.
Lo que hace Aníbal, seguramente como un último servicio a su jefa, es negar una fiesta republicana. No quieren terminar de irse por ninguna puerta: ni grande ni chica.
Aníbal tiene con el poder una relación fatal, como el de esas parejas obsesivas y peligrosas. Y define: es mío o de nadie. Por eso le salta la térmica. Se le sale la rueda de la cordura y se convierte en un negador serial.
Todos los días hace una: en los últimos stand ups de su vida política está más hiriente que nunca.
Y parece festejar que gracias a un decreto de trasnoche el Gobierno entrante no pueda pagar las jubilaciones.
Mezcla de viejo vizcacha y Fidel Pintos, osea: picardía y sanata, se las ingenió para hacernos creer que con su voz de cantor de boleros era algo más que un oscuro barón de Conurbano. Y no, sólo podría agregarse que es un hombre maleducado y que le está haciendo daño al país.
¡Al cuete!
Tal vez ni cuenta se da del resentimiento que lo embarga. Esta última semana con sus trapisondas, coronó su salida por la puerta chica.
Ya fue Aníbal, aunque usted no lo crea y Aníbal tampoco".
fuente
"TN". 03.12.2015
(facebook, H. Ponce, 05.12.2015)
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