El traspié de YCF SE
11/12 – 10:30 – No vale enojarse ni mentir. Las posturas que se han tomado en las últimas horas en las que se conoció el resultado negativo del senado, en apoyo del propósito kirchnerista de aprobar la estatización de YCRT, son extrañas pero comprensibles, de parte de los trabajadores, falsas de parte de los senadores Labado y González y de una demagogia exuberante de parte de quienes hasta ayer fueron gobierno.
Lamentablemente todo lo que ocurrió lo adelantamos. No obstante, a la luz de los sucesos y de lo que dicen ahora, vamos a sacarles las caretas a los mentirosos de siempre. (Por Rubén Lasagno)
Finalmente el senado de la nación no dio quórum para tratar un par de leyes que el krichnerismo quería “sacar o sacar” y esto ya habíamos adelantado que podía ocurrir ¿Por qué?, porque la sesión de diputados no había sido referencia de nada, teniendo en cuenta que el verdadero juego político se cocina en el senado de la nación, donde están los representantes de los gobernadores que verdaderamente negocian con el presidente, todo lo atinente a sus provincias.
¿Quién no sabía que a Cristina le quedaban pocas horas de mandato y por lo tanto su poder había desaparecido?; todos y por lo tanto, como los senadores ahora deben negociar con Macri, no iban a estar dispuestos a embarrar la cancha antes de jugar el partido, más aún, cuando ya Cristina Fernández no representaba nada en términos políticos, porque cuando uno se aleja del poder (y la billetera, en el caso de un presidente), todo deja de ser como era y muchos de los que permanecieron bajo el paragua de órdenes y reproches, perdieron el respeto por la autoridad, porque ella, retirada de la Casa Rosada, no tiene autoridad ni decisión sobre los gobernadores.
Por este motivo, los senadores de la oposición y algunos propios, no quisieron jugar sus fichas a perdedor y no bajaron al recinto, a pesar de que la senadora K tocaba incesantemente el timbre desde las 11 de la mañana.
El efecto de la cautelar que interpuso Macri, había dado su efecto. Si algún distraído pensó en algún momento validar el acto que proponía Cristina y apoyar los proyectos de nombramiento de jueces y de la Carboeléctrica, desistió al momento de enterarse que la medida judicial, aclaraba que CFK dejaba de ser presidenta a las cero horas del día jueves; es decir, que técnicamente no tenía tiempo material la (en ese momento) presidenta, para encauzar el trámite administrativo de la ley (promulgación/publicación en el B.O) y los senadores entonces entendieron que quedarían expuestos sin lograr ningún cometido y cargándose sobre sus espaldas todo el costo de una acción de ese tipo.
Los trabajadores
Puntualmente sobre el caso de la fallida Carboeléctrica, quiero decir que tanto OPI como News hemos venido contándoles a todos y cada uno, las alternativas que enmarcaron estas “negociaciones”, por lo tanto, los trabajadores de YCRT, sabían perfectamente y de manera minuciosa, cómo, cuándo y en qué situación de dirimía el problema; sabían que todo había sido una especulación política y parece ser que en tren de “creer” que esto sería realidad, pretendieron desconocer lo que realmente estaban sucediendo y que OPI lo adelantó con suficiente anticipación, antes de que se realizara la segunda vuelta.
Lo vamos a repetir: dijimos que si Macri ganaba el ballotage, rápidamente el kirchnerismo activaría el proceso para formalizar la Carboeléctrica, dado que de esa manera pasaba todo el pasivo y los empleados, bienes y deudas a la Nación y los corruptos que en 12 años se robaron todo dentro de la empresa y en la megausina, quedarían a salvo.
Paralelamente, la provincia retendría para sí un buen porcentaje de acciones dentro de la nueva YCF SE y los trabajadores solo el 10%, lo cual era como la zanahoria atada al carro, para hacer que los mismos empleados del yacimiento pidieran a gritos la empresa, con la excusa de que no cayera su participación.
Pero advertimos, que si ganaba Daniel Scioli, no iban a tener la misma suerte. Si se imponía el bonaerense, el kirchnerismo no iba a meter ninguna ley para reformular YCRT, porque el plan era mantenerla 4 años más intervenida, controlada y asaltada por todos los que han tenido la nefasta administración del yacimiento que hace años no vende ni un gramo de carbón, es deficitario, improductivo y no tiene un horizonte a corto-mediano plazo para revertir su situación productiva.
Debido a esta espera y al tiempo extra que insumió la elección de segunda vuelta, lo cual acortó considerablemente los tiempos, entre elección y asunción del nuevo presidente, cuando se definió que Macri era el ganador, el gobierno de CFK activó de urgencia todos los resortes legislativos, logró una apretada aprobación en Diputados, con el apoyo inconmensurable de la izquierda progresista de nuestro país (sus nuevos aliados), pero no les alcanzó para torcer la voluntad de los senadores, quienes pusieron en la balanza el costo-beneficio y decidieron que a ese barco al garete, no se subían.
Los trabajadores de YCRT no desconocían esto, porque además, se lo contamos con suficiente anticipación.
Entonces, ahora han salido algunos en medios de la cuenca apuntando contra Freddy Martínez, acusando su actuación de “bochornosa” y cargan sobre el nuevo gobierno, que a criterio de ellos, se negó a transformar una empresa que es “de Río Turbio y los trabajadores mineros”. La frase suena emotiva, pero no es real.
Caraduras
Lo más repudiable, en todo esto, es la actitud demagógica y las mentiras que han expresado senadores como Pablo González y Esteher Labado del FPV.
En el primer caso, el hoy Vicegobernador de Alicia Kirchner, criticó la decisión de no dar quórum del senador neuquino Guillermo Pereyra y dijo “él es uno de los responsables de que los trabajadores del carbón no tengan su Ley como así también todos aquellos legisladores que ayer no fueron solidarios con nosotros, no fueron solidarios con los trabajadores del carbón, y no se acordaron de los 14 mineros muertos”.
Concordante con González, la senadora Labado, hablando del senador por Santa Cruz, Alfredo Martínez (UCR) a quien acusó de no defender los intereses de la provincia, dijo “él mejor que nadie como hombre del sur de la Provincia, sabe y conoce la realidad de la cuenca carbonífera, no sé cómo este señor va a mirar a la cara a los trabajadores mineros de Rio Turbio”.
El primer caradura es Pablo González, al poner las culpas en Pereyra que seguramente ni siquiera conoce Río Turbio y luego hacerlo extensivo a los senadores que no les dieron el gusto al kirchnerismo, para que convalide la trampa del ocultamiento de la corrupción K en YCRT.
Porque cuando dice “él (por Pereyra) es uno de los responsables que los trabajadores del carbón no tenga su ley”, está mintiendo, está recortando la realidad y está desconociendo el papel que cumplieron ellos durante 12 años, en los que no movieron una sola carpeta, para lograr esa ley.
Y cuando dice que nadie se acordó de los 14 mineros muertos, es poner una factura en manos del menos pensado, cuando quienes jamás se acordaron de los mineros muertos, fue el propio FPV, que solo derivó inversiones inservibles al yacimiento, para llenar los bolsillos de funcionarios y empresarios amigos con contrataciones millonarias, sobreprecios y operaciones simuladas.
Jamás el FPV se acordó de los 14 mineros muertos y prueba de ello es lo largo que fue el juicio que terminó en nada y los familiares siguen esperando.
LO único sincero que dijo González es cuando (acto fallido mediante) dijo “no fueron solidarios con nosotros…”; obvio, se entiende quienes eran lo principales interesados de aprobar la ley.
Lo de Labado sigue la misma matriz, pues cuando acusa a Freddy Martínez de no haber dado quórum, se pregunta cómo va hacer para mirar a los ojos a los trabajadores de Turbio y en realidad, quienes debiera preocuparse por saber qué cara pondrá ante un hipotético encuentro circunstancial con los mineros, debería ser ella, quien junto con el gobierno nacional, González, Alicia Kirchner y Máximo, le han estado mintiendo a los pueblos de la cuenca.
¿Por qué no tienen autoridad moral tanto González como Labado, para hablar de este tema?, porque en 12 años, el kirchnerismo no tuvo en mínimo atisbo de voluntad de conformar la empresa Carboeléctrica y no la hubiera tenido de haber ganado Scioli en las últimas elecciones.
Es decir, que toda la movida a favor de la empresa estatal, fue un acting para poner las culpas en otro lado y no hacerse cargo de la sarta de mentiras que dijeron, tanto Máximo, durante su campaña en la cuenca, como Alicia y hasta el propio Scioli, cuando leía la partitura escrita por Zanini.
Ahora el miedo lo cubre todo.
El mayor costo se lo llevan los trabajadores que se ven en las mismas condiciones que en el 2003, cuando asumió NK.
Con más maquinaria, más “inversiones”, pero sin poder dar respuesta económica a un país que anualmente le aporta anualmente 4 mil millones de pesos para su funcionamiento.
Los autores de este desastre están acá, a la vuelta de la esquina, ocupando la casa de gobierno o haciendo la mudanza a su viejas (o nuevas) casas en Río Gallegos.
Solo tienen que buscarlos y pedirles explicaciones. Los medios no lo harán, no los reflejarán, porque deben y quieren seguir viviendo de los recursos (un poco más recortados) de esta etapa política en la que ya Alicia dijo palabras más o menos, que los santacruceños van a tener que acostumbrarse a vivir “con lo nuestro”. ¿Por qué no lo dijo en campaña, donde todo era paz, amor, esperanza, futuro promisorio y buena onda, en las palabras de Máximo y Alicia?.
Sencillamente porque mienten para lograr los objetivos. En algunos casos, como en las elecciones provinciales, lo logran con cierto éxito, en otros, como a nivel nacional o en la Carboeléctrica, fracasaron y cuando esto ocurre, ese fracaso lo paga la gente que creyó en ellos.
Ahora YCRT va a pasar por momentos complicados desde lo institucional y un tembladeral desde lo laboral. Se viene una profunda revisión de los actuado y es de esperar que los verdaderos responsables de su vaciamiento y los propietarios de los negocios que estuvieron aceitados durante 12 años, sean visibles y podamos corroborar que todo lo que hemos venido diciendo mientras todos callaban, era la verdad de lo que ocurría en este verdadero (y tal vez el más grande) núcleo de corrupción krichnerista en Santa Cruz.
fuente
"Agencia OPI Santa Cruz", 11.12.2015
Del “vamos por todo” al “ya no queda nadie”
10/12 - Cristina Fernández de Kirchner selló ayer en su último acto político, una de las peores performance de quien durante 12 años compartió con su esposo y ejerció el poder de la Nación, creyendo que ligaba el destino del país al suyo propio.
Una vez más, la realidad demostró que el relato y el poder se transforman en calabaza a la medianoche, como reconoció CFK en su último discurso y esa misma realidad se encargó de revelar que el “vamos por todo”, duró hasta que fue evidente la pérdida del poder que implica alejarse de la billetera oficial, hito que marca la línea entre la diferencia de permanecer y desaparecer, como se lo hicieron ver quienes hasta ayer fueron “propia tropa”, la acompañaron hasta la puerta del cementerio, pero no entraron con ella. (Por Rubén Lasagno)
Subida a la ola del 54%, Cristina Fernández de Kirchner lanzó aquella emblemática frase que tal vez fue el inicio de la declinante carrera hacia el 2016: “Vamos por todo”.
Estas pocas palabras pueden interpretarse de muchas formas, pero en aquel momento le dimos la única interpretación posible; CFK materializaba una febril amenaza de avanzar sobre cada una de las cosas que aún no habían sido tocadas en profundidad por la administración de su marido muerto y su primer mandato.
Y así accionó. Fue por la justicia, por las mediciones, por la plata de los argentinos, por las ideas con Foster y Cía y hasta las palabras, con un conjunto de más de 400 medios oficiales y para oficiales; fue por la institucionalidad, por las empresas privadas, por las relaciones internacionales, desbarrancando a la Argentina del mundo y pretendió ir por mucho, mucho más.
Pero no pudo; la sorprendió el fin de su tiempo político, sin haber podido ir por más.
Tan poco le quedó en los últimos días de su mandato, que ni la propia tropa, excepto algunos especuladores del mundillo más rancio de la política o quienes están vinculado y son cómplices por acción u omisión, de los desbordes y chanchullos que cometió el kirchnerismo a lo largo de su década ganada, se animó a acompañarla en el “vamos por todo”, podríamos decir “residual” y en las últimas horas, diríamos, la entonces presidenta se dio cuenta que ya no le quedaba nadie.
El reconocimiento de lo que decimos, lo expresó en tono tragicómico la propia Cristina, cuando ayer dijo “a las 12 me transformo en calabaza”.
No es casual ni antojadizo lo que remarcó en su discurso; estuvo fuertemente amañado al baño de realidad que le dio la vida, al final de un mandato, que ella concibió eterno.
Y por eso y no por otra cosa, la ex presidenta, hoy ciudadana común, sacó lo peor de sí tratando de defender la caída de su poder, armando y poniendo en práctica lo más oscuro de su instinto político y lo más deleznable de su personalidad, trayendo a la acción sus miedos y frustraciones, tratando de tirar tachuelas en el camino de un gobierno que no tiene ni sandalias para cruzarlo, en busca de estabilizar 12 años de corrupción, desmanejos y una gestión del “día a día”, como llevaron Néstor y Cristina por más de una década, sin plan, estrategia o modelo, basado, simplemente, en una economía lineal y sin proyección y manejando al país con la vieja “libreta del almacenero”, con la cual se jactaba Néstor Kirchner, de administrar Santa Cruz.
“La caída”, quedó inmortalizada en la foto del senado, donde los gobernadores siempre aggiornados con el kirchnerismo, les dieron órdenes a sus senadores para que no den quórum en la sesión de ayer, algo impensable en otros tiempo cuando el poder K estaba intacto. “Billetera mata convicciones”, podríamos decir, resignificando la frase popular, para demostrar que en política, el poder lo ostenta y lo sustenta quien es el dueño de las decisiones y las concesiones; ergo: la plata.
Los gobernadores hoy ya no se acuerdan más de Cristina. El horizonte de ellos es el nuevo gobierno nacional de Macri, al que tendrán que recurrir para solventar sus enormes déficit, para negociar regalías, coparticipación, ventajas comparativas, subsidios, negociar deudas y pautar políticas para el desarrollo regional.
¿A quien responderán entonces, a partir de hoy. A los acuerdos con el presidente en ejercicio o a Cristina lejos de las decisiones nacionales, sentada en el jardín de su residencia en El Calafate?.
Cristina ya fue, no les puede dar nada más que consejos y en este momento, no es la persona con más capacidad y clarividencia en materia política que existe en el país.
El verdadero poder, ahora, pasa por otro lado y comenzó a recorrer un nuevo camino que desemboca en la Casa Rosada, la misma que alquiló hasta ayer CFK y a quien se le venció el contrato.
El poder se ejerce, no se declama, por lo tanto quien está fuera del poder, no tiene nada.
Cristina Fernández cree que más allá de su gobierno, podrá retener la conducción del peronismo a nivel nacional y es otro error de cálculo.
Como conductora de facto, pretendió imponer y no consensuar; pero esto no fue lo más grave, lo peor es que se equivocó.
No le preguntó a nadie y en vez de a Randazzo, lo eligió al impresentable de Aníbal Fernández para la gobernación de Buenos Aires; lo impulsó a Daniel Scioli, aún despreciándolo, como candidato a presidente y a Mariano Recalde en la ciudad.
Todos perdieron y el peronismo asistió callado y mascullando bronca, al dedazo inconsulto de Cristina, que no pegó ni una sola de las opciones que señaló.
Eso se paga. El peronismo reconstruye desde hoy sin Cristina y por fuera de ese subproducto llamado “Frente para la Victoria”, que quedará resumido a la provincia de Santa Cruz y algunos estertores en ambas Cámaras que durarán un tiempo; solo hasta el próximo recambio en dos años.
De aquí a entonces, habrá pasado demasiado tiempo y mucho diálogo, peleas y enfrentamientos, entre todos los sectores políticos del país.
Sería hacer futurología, advertir lo que pasará.
Lo que sí sabemos es que nada será la mismo y que el presente político que Cristina vivió hasta ayer, está definitivamente cerrado.
fuente
"Agencia OPI Santa Cruz", 10.12.2015
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