6 dic 2015

OCASO... INEVITABLE... 0CASO


OCASO... INEVITABLE... OCASO

El último combate de Cristina

LA NACION
 
 
Domingo 06 de diciembre de 2015

Cristina Kirchner está confirmando una teoría política: el poder, sobre todo cuando es largo y autorreferencial, aparta la realidad de la percepción de los gobernantes.

Algo sustancial ha cambiado en la Argentina, en su sociedad y en el sur de América, y ella no lo advierte. Avanza sin distinguir los bordes. La política nacional camina, de ese modo, hacia un probable escándalo institucional durante la asunción de Mauricio Macri.

Pésimo favor de Cristina a sus militantes. Es posible que el kirchnerismo se esté convirtiendo, para una importante mayoría social, en un partido de conflictos, no de soluciones.

El ocaso kirchnerista se inscribe en un contexto regional en el que sobresale la profunda crisis política y económica de Brasil, cuyo gobierno fue el protector oculto del chavismo venezolano.

En ese marco, la Argentina de Macri cobrará así otra dimensión geopolítica. ¿Será suficiente para compensar las necesidades financieras y económicas que se agravarán por la crisis brasileña? La respuesta no existe todavía.

El próximo jueves podría suceder el escándalo ante la mirada de los argentinos y del mundo

El jueves pasado, una reunión del llamado "equipo de gobernabilidad" (integrado por Marcos Peña, Rogelio Frigerio, Emilio Monzó, Ernesto Sanz y varios radicales más) concluyó en aconsejarle a Macri que no debía ceder ante Cristina por el lugar de la entrega de los símbolos del poder. Deberá ser en la Casa de Gobierno. Macri aceptó el consejo y así se lo hizo saber ayer a Cristina. Ella se notificó, pero no anunció un cambio. Es el combate entre la tradición institucional y el capricho personal.

Un capricho parecido permitió en 2011 que fuera Florencia Kirchner la que le colocara la banda presidencial a su madre. La hija no tenía ningún papel en la ley ni en la costumbre republicana.

El titular del Senado debe tomarle juramento al Presidente delante de la Asamblea Legislativa. Es lo que dice la Constitución y es lo que hará Macri; el macrismo considera, además, que su líder será presidente a partir de las cero horas del jueves 10. Cristina podría ingresar en el edificio del Congreso, pero nunca estará habilitada, si no es invitada, para ingresar en el recinto de la Asamblea, donde sólo tienen cabida el Presidente y los legisladores. Ésa es la teoría, pero ¿quién estaría en condiciones de cerrarle las puertas a la ya ex presidenta? Si ella decidiera entrar en el recinto del Congreso, el escándalo que producirá será político, institucional y también personal

¿O, acaso, Cristina está buscando un pretexto para declararse ofendida y escaparle, así, a la foto que la registrará entregándole a Macri el bastón y la banda de los presidentes?

Macri no puede ser derrotado antes de asumir.

Y menos por Cristina, que será su peor adversaria a partir del minuto siguiente. Ésa es la tesis del macrismo, y no le falta razón. 

Si Cristina consumara la entrega de los símbolos en el recinto parlamentario, se irá con la imagen de una victoria personal sobre el nuevo presidente, al que claramente detesta.

Macri, un hombre dialoguista y pacífico, puso siempre especial énfasis, sin embargo, en el principio de autoridad. La autoridad será él a partir del 10 de diciembre, que es lo que Cristina no quiere (¿o no puede?) reconocer. 

El caso sería propio de la clínica médica si no fuera de una enorme gravedad institucional. La presidenta que se va quiere convertir en propia la fiesta del presidente que llega. Las fiestas kirchneristas tienen su escenografía y sus personajes: están llenas de jóvenes fanáticos, que idolatran tanto como insultan.

El caso provocó una fractura expuesta en el peronismo. Por un lado, el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, consideró esa disputa como un conflicto "institucional severo" y acusó a Cristina de no aceptar que un candidato opositor ganó las elecciones. Por el otro, Daniel Scioli lo redujo a una mera discusión "protocolar" sin importancia. El peronismo camina hacia una división entre los dirigentes razonables y los irracionales. ¿Ésa será la única división? ¿O habrá también una tercera división entre los razonables, entre los gobernadores y los que disienten de Macri? 

El macrismo está terminando un acuerdo con Sergio Massa (durará un tiempo, no todo el tiempo) para sumar en asuntos esenciales sus 40 diputados a los 90 de Cambiemos. Si fuera así, la mayoría en Diputados estaría asegurada.
La mayoría del Senado la decidirán los gobernadores peronistas. 

A Frigerio, ministro del Interior, le transfirieron Obras Públicas. Será su carta de negociación. 

La primera decisión de la administración Macri será también la anulación del decreto de necesidad y urgencia de Cristina que les transfirió a todas las provincias los fondos injustamente retenidos para financiar la Anses, y de los que ella y su marido hicieron uso y abuso. Macri tiene el aval de la Corte Suprema para hacerlo. Una asociación de jubilados pedirá también la inconstitucionalidad del decreto de Cristina; es posible que le concedan el pedido. El envío de recursos a las provincias quedará, entonces, como estaba.

Como estaban podrían quedar también los precios. El equipo económico de Macri negocia un acuerdo económico y social con empresarios y sindicalistas. El acuerdo incluiría que todos los precios deberían volver a cómo estaban el último día de noviembre, antes de que comenzara la fiebre alcista. 

Funcionarios macristas atribuyen su alza a dos factores: a un gobierno que bajó los brazos en el control de los precios y a la picardía de muchos empresarios, que quieren llegar al acuerdo con un buen margen de rentabilidad.

El Gobierno, en rigor, descuidó los precios para empezar a culpar a la administración de Macri antes de que ésta asumiera

Es el primer gobierno en la historia que culpa de sus males al gobierno que viene y no al que se fue. La magia del kirchnerismo es inagotable.

Macri necesitará del apoyo externo para estabilizar el país después de la traumática experiencia kirchnerista. El caso de Brasil tiene dos consecuencias. La primera: las enfermedades de la economía brasileña, que está entrando en la peor recesión en 80 años, siempre contagiaron a la economía argentina.

La otra: la crisis política en Brasilia le otorga otra dimensión geopolítica a la Argentina, que inaugura un cambio homologable por el mundo occidental. Papel importante para la canciller Susana Malcorra. Noticias inquietantes para el ministro Alfonso Prat-Gay. ¿Habrá un puente internacional en condiciones de unir una cosa con la otra?

El conflicto político del gobierno brasileño se enmarca, además, en la obscena decadencia del chavismo venezolano, al que Lula y Dilma Rousseff protegieron siempre silenciosamente.

La crisis política en Brasil no terminará fácilmente, porque se mezclan reclamos sociales, impopularidades y una corrupción sin límites. Es difícil que la crisis económica brasileña encuentre una solución antes de que se resuelva el problema político.

Los principales países occidentales se entusiasmaron con el nuevo rol que podría cumplir en la región la Argentina de Macri. El problema de Macri es que necesita algo más que entusiasmos. Requiere de unos 20.000 millones de dólares en el Banco Central para poder terminar cuanto antes con el cepo al dólar. Washington tiene serias limitaciones institucionales para disponer rápidamente de ayuda financiera a países amigos, pero puede influir ante otras naciones y en el propio sistema norteamericano para hacer las cosas más fáciles. Es lo que prometieron desde la capital de los Estados Unidos.

Los berrinches de Cristina frente a la magnitud de tales cambios locales y externos la convierten en una referente del pasado, en patrimonio político de un museo de las cosas que ya fueron.

fuente "La nación", 06.12.2015
(facebook, A. Bokka y A. Terada, 06.12.2015)

 

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Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.