Para evitar más fugas, le sacarán poder a La Cámpora
Fue por pedido de unos 50 diputados que decidieron quedarse.
El cristinismo debió aceptar para que la sangría no sea mayor.
Mario Fiore
El kirchnerismo ya perdió 15 diputados y quiere evitar que la sangría continúe.
Por eso, en la reunión del bloque del FpV-PJ que se realizó el miércoles en el tercer piso de la Cámara baja, los más de 70 legisladores que asistieron consensuaron cambios profundos en el funcionamiento del bloque.
Las premisas que quedaron establecidas, para sostener de ahora en más, son mayor federalismo y pluralismo en la toma de decisiones, para que no sólo el cristinismo duro, proveniente en especial de la provincia de Buenos Aires, defina el accionar de un conjunto de 80 diputados que representan distintas vertientes peronistas y a todos los distritos electorales.
¿Qué significa esto? Que a pedido de unos 50 diputados del interior, La Cámpora (que tiene entre sus principales espadas a Máximo Kirchner, Andrés Larroque, Eduardo de Pedro, Mayra Mendoza y Axel Kicillof) deberá resignar poder interno y que Héctor Recalde, el conductor del bloque impuesto por Cristina Fernández, deberá considerar a todos los sectores y contemplar la realidad de todas las provincias, en especial las que son gobernadas por el PJ.
Equidad, fue la consigna que más repitieron los legisladores del PJ tradicional del interior.
Tras el trago amargo del miércoles, el kirchnerismo duro quedó avisado de que la disconformidad para con el viejo sistema de conducción vertical de Cristina caló más allá de los 15 legisladores que se fueron.
“Nadie levantó la voz ni cuestionó a ningún diputado.
Ni a Máximo ni a nadie. Pero en general los compañeros pidieron que se los escuche más y que se los tenga en cuenta.
Hay un sector que cree que el mapa político sigue siendo el de 2015 y que debe haber verticalismo, pero eso ha cambiado”, explicó un legislador que intenta oficiar de puente.
Fue justamente la falta de horizontalidad y de pluralidad el principal argumento que brindaron los 15 diputados que dieron el portazo para justificar su decisión.
Ayer, uno de ellos, el correntino Carlos Rubín, aseguró que la ruptura, expresa “un reordenamiento dentro del PJ” y consideró que “es momento de tomar decisiones, reordenar y ser más horizontales” dentro del justicialismo.
En tanto, otro de los legisladores del nuevo bloque peronista, el salteño Javier David, sostuvo: “Hay que entender que formamos un bloque no en contra de nadie, sino porque el PJ tiene una responsabilidad enorme, ser una oposición firme, pero razonable”, planteó y pidió dejar atrás la discusión entre un peronismo “K y no K”, a la vez que pronosticó que habrá más deserciones dentro del FpV.
En el oficialismo macrista cruzan los dedos para que los intentos del FpV, de permanecer unido, caigan en saco roto.
Desde el entorno del presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, creen que en el bloque de Recalde permanecen entre 10 y 25 legisladores que están muy enojados.
“Es cuestión de tiempo”, dicen alentando una nueva migración hacia los sectores del peronismo dialoguista.
En el Pro aseguran además que el Ejecutivo ordenará la relación con las provincias girando dinero para obras y planes sociales, como les prometió el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, a los gobernadores del PJ, lo que terminará por aislar al cristinismo.
Macri tienta a 25 senadores
Luego del alentar la división del bloque K en Diputados, el macrismo busca ahora avanzar en acuerdos con los gobernadores peronistas para que ayuden a Mauricio Macri a aprobar las leyes en la Cámara de Senadores.
Aunque no se busca la implosión del bloque que conduce Miguel Pichetto, que tiene 40 de las 72 bancas, el oficialismo pretende garantizarse el acompañamiento de un piso de 15 y un techo de 25 de estos senadores del FpV.
El macrismo y el radicalismo entienden que hay al menos 10 senadores que responden directamente a la ex presidenta Cristina Fernández y que con ellos será imposible avanzar en acuerdos.
Pero tienen esperanzas cifradas en tener apoyo del resto de los 25 integrantes, desde Pichetto al tucumano José Alperovich o el santiagueño Gerardo Zamora.
fuente
"Lo Andes", 05.02.2016
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