Series K para TV: mucha plata y fuerte control de los contenidos
Producciones financiadas por el Estado
La Universidad de San Martín se manejaba con fondos del Gobierno.
Y designaba un productor que imponía criterios.
Todas eran parte del “Plan operativo de promoción y fomento de contenidos audiovisuales digitales”, según los contratos de “locación de obra”, que firmaron por $ 312 millones, de los cuales fueron cursados $ 44 millones.
Los contratos tenían una cláusula, la sexta, para designar a un “productor delegado”, con amplias atribuciones sobre los contenidos.
Se establecía que el “productor delegado” designado por la UNSAM podía controlar los contenidos: “La productora considerará todos los aportes que el productor delegado realice y deberá adecuarse a sus exigencias con respecto al contenido de cada uno de los capítulos y su realización”, decían los contratos.
“Respecto a la versión definitiva de la obra, las decisiones relativas al montaje y la versión final serán tomadas de común acuerdo.
En caso de discrepancias, la decisión final corresponderá al productor delegado”, agregaba la cláusula sexta de los contratos.
El “productor delegado” que supervisaba la telenovela de Andrea del Boca era Nahuel Billoni, quien sigue trabajando como coordinador del Banco Audiovisual de Contenidos Universales Argentinos de la TV Digital Abierta (BACUA).
El Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos dio de baja todas las producciones, excepto la de Andrea Del Boca.
Y, ante la consulta de Clarín, una fuente relacionó a los productores delegados con cuestiones técnicas, que no habrían tenido injerencia en la línea editorial.
La fuente que analizó los contratos de la UNSAM se refirió a cada una de las productoras que iban a realizar las series para TV, la mayoría con alienamiento K: destacó la serie Milenio, de Manucorp, empresa del ex grupo de Sergio Szpolski y Matías Garfunkel.
Sus medios eran los que recibían más publicidad oficial del Gobierno, con $ 422 millones durante 2015.
También se destacó Valtorta, de Underground, con $ 35 millones.
La productora de Sebastián Ortega incorporó en los últimos años como socio al Grupo Crónica, de los hermanos Alejandro y Raúl Olmos, vinculados estrechamente con la UOM de Antonio Caló.
La serie Cuentos Morales, de Ajimolido, tenía un costo de $ 14,5 millones y la iba a dirigir Paula de Luque.
Esa productora de Alejandro Israel ya había cobrado la misma suma por la serie La Verdad, en 2013, que dirigió De Luque.
La directora se hizo famosa por su película Juan y Eva; y su documental Néstor Kirchner, la película, que hacía un panegírico sobre el ex presidente.
Luis Vitullo era el director general de Administración del Ministerio de Planificación (Minplan), y una de las personas encargadas por el ex ministro para manejar “la caja” en las producciones de la TV digital.
La productora creada por Vitullo, Professio Divinitus, firmó dos contratos con la UNSAM el año pasado, para realizar las series María de las Islas y La Vuelta, que fueron dadas de baja.
La UNSAM explicó a Clarín que las contrataciones se hicieron en el marco de un convenio con el Minplan, que requería las “propuestas de distintos tipos de producciones audiovisuales”.
Sobre esos pedidos, “se solicitaron propuestas a distintas productoras, que presentaron su proyecto y presupuesto asociado.
Desde la UNSAM se dio la conformidad técnica a la relación producto ofrecido/precio ofertado, según valores de mercado y la capacidad técnica para llevar adelante el proyecto, y se enviaba después para aprobación del ex Minplan”.
Los acuerdos con las productoras. Comisiones diferentes y aseguradas
Una fuente que analizó los contratos alertó que “la Universidad de San Martín garantizaba una importante ganancia a las productoras, a las cuales les permitió que cobraran distintos porcentajes de comisión”.
Por ejemplo, la de Andrea del Boca tenía una ganancia establecida en el 10% del costo de producción, sin incluir IVA, que eran $ 2.748.495. Lo mismo pasaba con las dos series de la productora Professio Divinitus, que tenían un 10% de ganancia.
En cambio, a Icaro Producciones le aprobaron una comisión del 15% y le adelantaron $ 5,8 millones para hacer 13 capítulos de Clelia y Jerónimo.
“Pero se canceló el contrato y la productora, como ya había empezado su realización, se quedó con toda la plata del adelanto y no va a terminarla”, dijo esa fuente.
La serie era “la historia de amor y compromiso político que nació en los años sesenta, entre monseñor Jerónimo Podestá y Clelia Luro”, explicaba la sinopsis presentada ante la UNSAM.
Los papeles de Andrea del Boca. Una costosa debilidad de Cristina.
El mayor escándalo que produjo la difusión de los contratos de la UNSAM con productoras fue el de la televonela Mamá Coraje, de A+A, ya que Andrea Del Boca –una de las figuras preferidas de Cristina Fernández de Kirchner– firmó por $ 36,6 millones como socia gerente de su productora y se contrató a sí misma como actriz, con un sueldo de $ 367.500 mensuales, además de figurar como productora y guionista.
Pese a ello, el actual Gobierno decidió continuarla y pagar todo el contrato, para terminarla, ya que la anterior gestión le había pagado $ 27,8 millones sobre el total de $ 36,6 millones.
No es este el primer caso ruidoso.
En 2013, la UNSAM contrató en forma directa a Andrea del Boca, para hacer la telenovela Esa Mujer, con un costo de $ 35 millones.
fuente
"Clarin.com", 07.0.2016
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