15 abr 2017

VENEZUELA: CALVARIO/ODISEA...






VENEZUELA: CALVARIO/ODISEA… 
POR DÓLARES






Crónicas de la locura económica: los riesgos a los que se exponen los venezolanos para comprar dólares

14-04-2017 

En enero, el gobierno de Maduro abrió una válvula de escape a su férreo control de cambios para permitir la compra de pesos y convertirlos a billetes verdes en Colombia. 

El trapaso demanda un largo traslado, horas de espera y un sinfín de riesgos en un país sumido en un profundo caos

Por Rubén Ramallo



Cualquier ciudadano venezolano que desee comprar dólares emprende un largo viaje con final impredecible.

Por ejemplo, un habitante de Maracaibo que busque adquirir u$s300, que es el máximo permitido por las reglas cambiarias del país, necesitará varios días y recorrer 400 kilómetros.

En enero, el gobierno socialista de Nicolás Maduro abrió una pequeña válvula de escape a su férreo control de cambio para permitir a los residentes de estados fronterizos con Colombia, como Táchira y Zulia.

Les posibilita hacerse de pesos colombianos y convertirlos en preciados billetes verdes en ese país vecino.

Ante el deterioro del bolívar, que alguna vez fue una de las monedas más fuertes de Latinoamérica, miles de personas están recurriendo a comprar el máximo posible para así obtener una ganancia cambiaria de unos u$s180.

Tal beneficio les permite adquirir comida o medicamentos en un país con escasez, recesión y valores que suben a diario.

Este tipo de operación arroja un tipo de cambio de unos 1.200 bolívares por dólar.

Es decir, casi cuatro veces menos que la cotización de la divisa estadounidense en el mercado paralelo, de unos 4.300 bolívares.

Pero, para hacer el trámite, se necesita paciencia y algo más de dinero para el viaje.

El requerimiento comienza solicitando un turno en una de las 10 casas de cambio autorizadas por el Gobierno en zonas de frontera.

Una vez que se le concede, se lo informa a través de en un correo electrónico, tras lo cual se debe viajar hasta la ciudad colombiana de Cúcuta.

En algunos casos, los potenciales clientes llegan a pasar hasta casi 24 horas tratando de registrar su cita en la página web de la casa de cambio antes de ser atendido.

Ya en el lugar, se debe tomar con paciencia que la agencia atienda un promedio de 500 personas por día, todos ellos venezolanos. 

Si se tiene suerte, se lo atenderá en el día.

En caso que se cumpla el horario de atención, deberá volver al día siguiente.

Quienes no logran su propósito durante la primera jornada tendrán que estar en condiciones de pagar un hotel, por lo que al resultado final le deberán descontar en promedio unos 20 dólares.

En las sucursales de la casa de cambio de Italcambio, la única firma venezolana avalada por el gobierno para este proceso, ya se han gestionado más de 15.000 transacciones cambiarias, dijo el presidente de la empresa, Carlos Dorado, a Reuters.

Atienden hasta a 800 personas a diario y otras 32.000 aguardan por lograr una cita.

La firma explica que trabaja con dos empresas "pagadoras" en Cúcuta, a las que hace transferencias electrónicas, por lo engorroso que les resulta importar pesos colombianos a Venezuela para venderlos directamente en sus oficinas.

Desde que inició el mecanismo, Italcambio ha liquidado unos u$s4 millones, según dijo su dueño, que también preside Italbank, un pequeño banco en Puerto Rico.

Curiosamente, desde hace un año actúa como corresponsal para parte de los pagos en dólares del Gobierno de Maduro. 
En cada compra, los clientes reciben unos 720.000 pesos colombianos, el equivalente a unos 250 dólares. 
Los compradores dejan así unos 50 dólares en comisiones

"Nosotros vemos esta operación como una función social, esos 300 dólares permiten a las personas ir a Cúcuta y comprar bienes básicos", dijo el banquero.

Maduro alegó cuando autorizó el funcionamiento de las casas de cambio que su gobierno lucha contra lo que calificó "mafias cambiarias" que hacen operaciones con pesos y bolívares en Cúcuta, y cuya paridad se usa para referenciar el precio del dólar paralelo en el país.

Pero la alternativa que abrió a los ciudadanos arroja una tasa que casi duplica a los tipos de cambio oficiales que el gobierno, al ver reducidos sus ingresos petroleros, asigna sólo para importaciones que considera "esenciales".

El precio, de todas maneras, anima a muchos a intentar la odisea.

Es que para muchos venezolanos, lo importante es “tratar de sobrevivir y agarramos aunque sea con fallas", explica uno de ellos. 

Fuente
“iProfesional”, 14.04.2017


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Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.