MENDOZA:
GRAN “LAVANDERÍA” GRAN
Fariña, Homs y sus amigos: por qué Mendoza es la capital del lavado y los testaferros
En la provincia no funcionan los sistemas de alerta ante operaciones sospechosas.
El mercado inmobiliario y la bolsa son los preferidos para evadir impuestos y controles.
11 de Octubre de 2017
Leonardo Fariña, Alejandro Vandenbroele y Horacio Homs tienen varias cosas en común.
Están sospechados de hechos de corrupción trascendentes y de ser testaferros, es decir destinatarios de bienes que serían de otros o como parte de una trama de lavado de dinero.
Y los tres tienen un arraigo particular con Mendoza, donde por uno u otro motivo hicieron pie y tuvieron las puertas abierta para ejecutar maniobras sospechosas.
Justamente hay varias particularidades que hacen de Mendoza una zona "libre de controles" para el lavado de dinero y que por eso sea destino de fondos sospechados.
Compras en "comisión", sociedades formadas por monotributistas sin respaldo, comercios que funcionan como pantalla y también mesas de dinero que ofician de instrumento para blanquear recursos y evadir millones de pesos.
Fariña está acusado de evasión fiscal por la compra de un campo en Mendoza, motivo por el cual fue detenido.
La causa explotó luego del escándalo de la llamada "ruta del dinero K",pero antes había podido ejecutar la operación sin que en Mendoza saltara algún alerta: compró la estancia El Carrizalejo en "comisión", es decir en nombre de otra persona por un total de 5 millones de dólares.
La operación se realizó en el año 2010.
Hubo evasión impositiva por más de 28 millones de pesos.
Pero las operaciones sospechosas siguieron, pues el mismo campo luego se vendió a 1,8 millones de dólares, es decir mucho más barato.
A pesar de todas esas señales, en Mendoza no hubo ningún alerta por la operación sospechosa.
Una foto por favor
Horacio Homs, detenido por estar sospechado de ser testaferro de Juan Pablo "Pata" Medina también tuvo terreno fértil en Mendoza para desarrollar negocios rápidos sin que se investigara el origen de los fondos.
Empresas de catering, pizzerías VIP; todos emprendimientos que atrajeron como a moscas a dirigentes políticos y de la farándula local para sacarse fotos.
Ahora, entrado en desgracia, nadie se hace cargo de esas repercusiones.
Otro caso emblemático de lavado sospechas de lavado de dinero ocurrió con el prostíbulo Pyme VIP, cuyo dueño fue condenado a 8 años de cárcel.
Con los fondos provenientes de esa actividad ilegal, Santiago Solé construyó un edificio en calle O'Higgins de Godoy Cruz.
Además tenía otros 12 inmuebles que estaban a nombre de su suegro, esposa, una secretaria y hasta un electricista.
Ninguno tenía forma de justificar ese patrimonio.
Los especialistas advierten una de las razones por las cuales Mendoza es una de las "capitales del lavado" y de los testaferros es que las luces rojas de los sistemas antilavado están apagadas.
Es decir, los mecanismos de advertencia ante operaciones sospechosas no funcionan.
Una de ellas es la obligación de informar de esas operaciones a la Unidad de Información Financiera.
Y es el propio Poder Judicial el que permite que así ocurra.
Es que la UIF tiene una serie de reglamentaciones que obligan a, por ejemplo, los escribanos a informar cunado son testigos de una operación en la que el origen de los fondos es de dudosa procedencia.
También deberían solicitar información de ese origen de los fondos a los compradores.
Pero en Mendoza ese proceso no se ejecuta porque se mantiene vigente un amparo de los escribanos que los exceptúa.
Por eso no se aplican ni la antigua resolución 10, ni la resolución 21/2011, ni su actualización realizada en 2014.
El argumento esgrimido por esos profesionales es que esas normas los ponen en un rol de "policías" que no les corresponde e incluso los pone en riesgo.
Pero al mismo tiempo admiten, según las consultas realizadas por MDZ, que por el freno a los controles Mendoza es tierra propicia para el lavado de dinero.
Entre otras cosas cuando se ejecuta una operación debería constar "copia autenticada de escritura por la cual se justifiquen los fondos con los que se realiza la compra; certificación extendida por Contador Público que indique el origen de los fondos, y señale en forma precisa la documentación que ha tenido a la vista para efectuar la misma".
Esos pasos son obviados en Mendoza. "En el formulario figura que hay que poner el origen de los fondos. Pero en Mendoza ponemos "no se informa" por el freno judicial que hay. No estamos obligados a preguntarles el origen de los fondos ni a denunciar", explicó un escribano consultado por MDZ.
"Esto puede hacer que sea más fácil hacer operaciones donde el origen de los fondos sea dudoso. La gente no está obligada a decir de dónde saca la plata. El origen puede ser cualquiera. No estamos obligados. Se presta mucho más para esas cosas, para lavado. Pero la AFIP puede investigar", explico el profesional.
Otro profesional dedicado al derecho comercial explicó que es frecuente en Mendoza, pero también en otros distritos, la formación de empresas fantasma que se gestan con el objetivo de tener herramientas de blanqueo: son formadas con razones sociales generales, con capital social mínimo y que luego son parte de operaciones por montos considerables. Todo sin que haya alerta.
Eludir no es evadir: la simulación de compra de acciones
Pero hay más rendijas para lavar dinero y evadir sin que haya alertas o culpables.
En Mendoza también se acumulan causas en contra de empresas dedicadas a esas maniobras pero que no tienen condena.
Es lo que ocurrió con una serie de sociedades de bolsa que tienen como forma de operar la "simulación" de operaciones en la Bolsa de Comercio que, en realidad, tienen como objetivo permitir la evasión millonaria de otras empresas.
La propia AFIP detectó al menos tres sociedades que operan en la Bolsa de Comercio de Mendoza que ejecutarían esas maniobras que implican el cambio de cheques.
El sistema funciona así: una persona o una sociedad encargaba la compra de títulos o acciones a la sociedad bursátil y para pagan con cheques.
La empresa bursátil compra las acciones en la Bolsa de Comercio de Mendoza y depositaban los cheques para pagar; cuentas que están exentas del Impuesto sobre los débitos y créditos bancarios.
La maniobra terminaba con la reversión de esa operación; es decir que daban marcha atrás.
Para la devolución del dinero se libraba otro cheque que se cobraba en efectivo y sin registración bancaria.
En ese proceso se esquiva el pago de todos los impuestos, usando los beneficios que tiene la Bolsa en ese sentido y también el manejo de dinero en efectivo.
Solo en esa causa se evadieron $18.367.954.
No fueron juzgados los dueños del dinero, es decir quienes pusieron millones de pesos para blanquear y evadir.
Pero sí los corredores y las sociedades de bolsa.
Hubo imputados, pero la justicia federal hizo caso a un argumento que puede sonar extraño, pero que sirvió para dejar al borde de la absolución a todos: considera que el caso podría no ser evasión fiscal, sino "elusión".
La diferencia es clave: uno es delito, el otro una "avivada" que permite exculpar de todo cargo a los acusados.
"La elusión fiscal es la facultad que tiene el ciudadano para organizar su actividad económica en la forma que le resulte fiscalmente más ventajosa".
Esa es la definición que figura en la causa.
fuente
"MDZ", 11.10.2017
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