DEUDA:
CAMPAÑA - PERSPECTIVAS
{Ver entradas relacionadas:
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- "Deuda externa su evolución", 29.03.2017
- "Deuda Externa antes y ahora", 20.06.2017}
"Es el déficit,
estúpido": en la City aún no le temen al endeudamiento macrista y ven una
"película" mejor que "la foto"
04-10-2017
Desde que asumió Macri, la cuenta se engrosó
en u$s100.000 millones y la calculadora ya marca u$s285.000 millones.
¿Mucho o
poco? ¿Es manejable o el país va camino al precipicio?
La clave a estas
respuestas está en el déficit del Estado y en su evolución.
Se apunta a un año
como punto de inflexión
Por Leandro Gabin
El único
que trabaja es el ministro de Finanzas, Luis Caputo, que está todo
el día emitiendo deuda".
Con
esa chicana de
campaña lanzada por Cristina Fernández de Kirchner, el tema del endeudamiento volvió
a quedar en el centro del debate.
Así,
la ex mandataria advierte sobre los riesgos que
trae la megaemisión de bonos, sustentada en las críticas que se
escuchan tanto de economistas afines como también de aquellos que no comulgan
con el kirchnerismo.
El
mediático José Luis Espert es
uno de los que vienen alertando sobre los peligros de una "bola de nieve" y
compara lo que sucede ahora con lo ocurrido en 2001.
Otro
economista, de más bajo perfil como Ricardo López Murphy, también
hace oír sus advertencias sobre la inviabilidad de
mantener el actual ritmo por mucho tiempo.
Sin embargo, este tipo de avisos no están siendo recepcionados en la City, al menos por ahora.
La
creencia es que todavía no se
ha llegado al punto
crítico y que lo que se observa es una suerte "puesta al día", luego de
años en los que el país se mantuvo alejado de los mercados
internacionales.
En
el mundo de los financistas, la Argentina sigue siendo una plaza muy codiciada:
los bonos albicelestes aún rinden mucho más
que los de la región, pese a la baja del riesgo país y, por ende, del costo del
fondeo.
Así,
el gobierno de Macri sigue
colocando deuda en el circuito y el mercado
está comprándosela a
una tasa nada despreciable.
Radiografía
Hace poco, el Ministerio de Finanzas informó que el endeudamiento total escaló
a los u$s284.800
millones al término del primer trimestre (20% más que hace
un año).
-¿Mucho
o poco? Por lo pronto, esa cifra equivale al 51% del PBI y aún se ubica
por debajo del 54% de fines
de 2016 y
del 54% de 2015, cuando todavía no
se había acordado con los holdouts
-
El 50% son bonos, préstamos y anticipos al
sector público
-
El 40% está
en manos del sector
privado
-
El 9%,
en organismos
internacionales de crédito
-
El 1%,
entre quienes no entraron al canje y siguenen litigio
-
El 68% está
emitida en moneda
extranjera y el resto (32%) en pesos.
¿Cuánto es mucho?
En general, analistas consultados sostienen que si se mide la deuda local con
respecto a la de otros países, la "foto"
actual aún no es
preocupante.
Sí lo será si se continúa con la
toma de compromisos para cubrir el déficit estatal durante años y años.
Quantum
Finanzas, la consultora del ex secretario de Finanzas, Daniel Marx, lo
ejemplifica comparando la situación argentina con la del "vecindario":
-
En Brasil,
escala al 80% del PBI
-
En Uruguay se
ubica en el 62%
-
En la Argentina,
en el 51%
-
En la parte inferior de la tabla aparecen Bolivia (42,5%), Perú (26%), Paraguay (26%)
y Chile (25%).
¿Qué
pasa con el costo de ese financiamiento?
Según IDESA, el stock de deuda pública, en términos de PBI,
ascenderá hacia fin de año:
-
En Chile, al 25%
-
En Perú, al 26%
El
costo de financiar esa deuda será del 0,4% y del 1,2% del PBI
respectivamente.
En Argentina, los intereses que
habrá que pagar insumirán algo más: el 1,8%, sólo si se considera la deuda contraída con privados y organismos
del exterior.
"Estos
datos muestran que el nivel de endeudamiento con
privados y con organismos internacionales es similar al de los
países más dinámicos de
la región, pero su costo es
sustancialmente más alto", afirman en
IDESA.
La
consultora señala que los intereses que paga el Estado (en relación con el PBI)
son 50% más
elevados que los que debe afrontar Perú y 4,5 veces mayores
a los que abona Chile.
Especifica
que estas diferencias son producto de las mayores tasas que debe
convalidar Argentina por
un pasado que
no le juega a favor, por un lado, y por la incertidumbre que existe sobre su
futuro, por otro.
Además, "el mercado toma
en cuenta que no se está contrayendo deuda para
financiar inversiones" sino, más bien, "para sostener un gasto corriente
desbordado, que no llega a cubrirse aun con la alta presión
impositiva", expresan desde IDESA.
De cara a lo que viene, en la City creen que la
agenda de vencimientos será "intensa"
pero no imposiblede afrontar.
¿De cuánto se está hablando?
En
Quantum ponen cifras al asunto en lo que respecta a capital
más intereses:
- Período 2018-2022: el
equivalente a u$s18.000 millones anuales, de los cuales el 70% será
en moneda extranjera.
- Esto, sin considerar vencimientos de Letes (stock
de u$s24.300 millones) ni eventuales pagos del cupón PBI.
En tanto,
se excluye la deuda en manos del
sector público (Banco Central y FGS).
El déficit, la clave a seguir de
cerca
La dinámica de
la deuda está
íntimamente relacionada con la evolución del agujero en
las cuentas públicas.
Ante las críticas que genera el alto
endeudamiento, desde Casa Rosada tienen bien aceitada la respuesta:
"La baja del déficit la estamos haciendo
de modo gradual. Y sólo hay dos formas de cubrirlo: tomando créditos o emitiendo".
"Nosotros elegimos el primer
camino, ya que el segundo significaría más inflación, que es lo
que buscamos combatir", indican.
"Además, los que quieren que
tomemos menos deuda deberían
explicar que eso significa un ajuste mucho más fuerte del
gasto, quitar más rápidos los subsidios o reducir la asistencia social",
enfatizan.
En ese sentido, insisten en que la
apuesta es a ir achicando el rojo fiscal de
manera gradual y que no hay forma de transitar este camino si no es recurriendo
al crédito.
Luis Caputo, ministro de Finanzas,
adelantó la "hoja de ruta" que tienen trazada en el
Gobierno.
La previsión es que en 2020 el rojo
fiscal será eliminado, por lo que en ese momento comenzará
un proceso de reducción del pasivo público.
"La deuda neta se va
a estabilizar en 2020. De ahí en más comenzará
a descender", consigna Caputo.
Bajo la "promesa oficial"
de que una vez que se equilibren las cuentas del Estado la deuda irá bajando
en términos de PBI, los analistas ya no miran tanto la
"foto" sino más bien "la película".
Miguel Zielonka, de Econviews,
comparte a iProfesional sus proyecciones: se ubicará en
el 27%del PBI hacia fin de año (descontando la
tenencia de bonos por parte del
sector público).
Para convertir esta "foto"
en "película", hay que agregarle las necesidades de financiamiento de
cada año, atadas a sus correspondientes tasas de interés.
Así, ese 27% va creciendo
progresivamente hasta llegar al 32% (siempre excluyendo los
pasivos intra-sector público), en los próximos tres años.
¿Es para preocuparse? Zielonka afirma
que, en términos relativos, "es razonable y tolerable".
"Creo que es sostenible,
siempre y cuando el Gobierno cumpla con ir bajando el déficit. Es decir,
siempre que logren las metas fiscales", indica.
En la misma línea, Rodrigo Álvarez,
director de Analytica, afirma a iProfesional que la
trayectoria de la deuda no le
preocupa: "Me interesa la tendencia más que otra
cosa. Y en esto el déficit es clave".
"Al analizar cómo salieron de
sus crisis los países
desarrollados, se ve que se acelera el gasto y
eso eleva el déficit. Cuando la economía
tracciona, ese déficit se recorta. Si el Gobierno cumple su reforma fiscal,
pasará lo mismo", explica Álvarez.
De todas formas, la estrategia
oficial -si bien luce acertada para la mayoría de los economistas-
conlleva sus riesgos, vinculados más que nada a cambios que
puedan ocurrir en el contexto externo.
Caputo no puede, como sí lo hace Brasil, financiarse internamente,
porque el mercado de capitales argentino es muy chico.
Así, la dependencia de los flujos de
capitales externos y el humor de inversores le añaden mayor vulnerabilidad al
país.
"Eso se puede mitigar estirando
plazos de financiamiento o diversificando un poco más por monedas.
Pero, para
depender menos, se requiere de un mercado local más
grande, que también será un proceso gradual", dice
Zielonka
"Hasta que eso se concrete,
la dependencia al crédito externo se mantendrá",
advierte.
El director de Analytica señala que
las crisis en Argentina
suelen ocurrir cuando comienzan a escasear los dólares: "La pregunta que
uno debe hacerse es si el país será eficiente y productivo a
largo plazo como para amortiguar los costos del presente".
"El proceso de construcción es
lento, se logra con reformas estructurales. Hoy en día, el Estado gasta en
pesos y se endeuda en dólares, mientras que el Banco Central tiene que retirar
esos pesos a un costo muy alto", afirma.
"Hay un esquema de optimización
posible en el que ese circuito se resuelve con financiamientoexterno",
indica Álvarez.
La discusión por la deuda, de todas formas,
tiene numerosas aristas.
Si bien el macrismo emitió por
casi u$s100.000 millones desde que asumió el poder, lo cierto
es que los analistas tienen más en cuenta la tendencia.
Según Caputo, en 2020 las cuentas del
Estado estarán en orden, el país seguirá creciendo y el nivel de
compromisos comenzará a bajar.
Sólo el tiempo dirá si todo eso se
cumple.
Mientras tanto, habrá que transitar un camino gradualista,
cruzar los dedos para que el mundo no se sumerja en ninguna crisis y que siga
aportando dólares. En lo posible, baratos.
Fuente
“iProfesional”,
04.10.2017
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