MAPUCHES DENUNCIADORES Y…
FINANCIADOS
{Ver la entrada del 19.08.2017, " 'The Nation Mapuche'... la precuela".
Cancillería ignoró tres
denuncias de los mapuches contra Argentina en Naciones Unidas
El embajador Marcelo Cima ni se
enteró.
Las organizaciones de derechos humanos que se presentaron en Ginebra
son financiadas por los descendientes de Antoine de Tounens, el supuesto rey de
la Patagonia
Entrada a la Pu Lof, "territorio" mapuche donde se vio a Santiago Maldonado por última vez el 1º de agosto (Nicolás Stulberg)
Este año hubo tres
exposiciones ante el Consejo de Derechos Humanos de
las Naciones Unidas denunciando al Estado argentino por persecución y
discriminación a los mapuches, de las que el Gobierno ni
se enteró.
Es que el embajador plenipotenciario ante los organismos
internacionales con sede en Ginebra, Marcelo Cima, no envió ningún cable a
la Cancillería dando cuenta de la situación. Tampoco
informalmente se comunicó con ningún funcionario del Gobierno.
La más importante fue realizada el 20 de junio en la 35º sesión
por María Desponds-Marinao, miembro de la organización no
gubernamental Comisión Mapuche de Derechos Humanos.
Desponds-Marinao
leyó un documento denunciando que "en Chile y Argentina el pueblo
mapuche está siendo estigmatizado por poderosos sectores de la sociedad con
intereses comerciales en la nación mapuche, y con mucha influencia en partidos
políticos y medios de comunicación".
Agregó que "se criminaliza la
legítima lucha por la restitución territorial al mezclarla con el terrorismo, a
pesar de lo que dicen las organizaciones de derechos humanos y el relator
especial Ben Emmerson, que en 2014 concluyó que la lucha mapuche nada tiene que
ver con el terrorismo".
También
hubo otras dos exposiciones, pero por escrito, ambas presentadas por
Auspice Stella, otra ONG reconocida como entidad consultiva.
En
una nota que presentó el 31 de mayo en la 35º sesión denunciaron
"el racismo institucionalizado en Argentina contra los mapuche",
donde se deploró que "el Estado argentino no tome medidas para corregir
esa versión antojadiza de la historia (de que se trata de un pueblo originario
chileno) que promueve el odio y la discriminación racial".
Marcelo Cima, embajador ante organismos internacionales en Ginebra
También "la
persecución política y el hostigamiento generalizado del aparato estatal,
incluyendo la policía, el Poder Judicial, la élite política, la prensa, etc.,
en contra de dirigentes indígenas".
Y entre las recomendaciones, pide
"poner fin a los desalojos de comunidades mapuche de sus tierras
ancestrales y parar la venta de su territorio a multinacionales y la
explotación de sus recursos naturales".
La otra
exposición escrita fue presentada el 13 de febrero, en la sesión 34º del
Consejo de Derechos Humanos, donde Auspice Stella denuncia
la "violación
de los derechos humanos de los Mapuches en la Argentina",
señalando la situación en distintos lof (comunidad), en Villa La Angostura, en
Junín de los Andes y también en Esquel.
Entre varios casos, menciona el "desmedido
y violento allanamiento en el Pu Lof en Resistencia, Departamento Cushamen,
autorizado por el juez federal Guido Otranto y por el juez provincial José
Oscar Colabelli, que se efectuó sin orden judicial".
Especifica
que en ese episodio fueron detenidos Ricardo Anihual,
Ariel Mariotta Garzi y Nicolás Hernández Huala, "que
fueron encarcelados en el penal de Esquel, donde denunciaron haber sido
torturados".
Entre los heridos graves en ese procedimiento, "se
encuentra Emilio Jones Huala, con un impacto de bala en el maxilar izquierdo y
Fausto Horacio Jones Huala, con traumatismo de cráneo con pérdida de audición
en el oído izquierdo".
Agrega
que "el 13 de enero pasado una delegación formada por organismos y
personalidades ligadas a los derechos humanos visitaron a los detenidos para
brindar su apoyo a la lucha del pueblo mapuche por la recuperación de su
territorio.
Todos los delegados y representantes de la
sociedad civil constataron los hechos anteriormente denunciados y criticaron
con dureza las flagrantes violaciones de los derechos humanos".
Si el embajador Cima hubiera alertado de la situación, tal vez
el Gobierno argentino hubiera estado más preparado para enfrentar las protestas
de los grupos mapuche más radicalizados, como es el caso de Resistencia
Ancestral Mapuche (RAM), cuyo líder Facundo Jones Huala está detenido a la
espera de que concluya el juicio por extradición que, obviamente, está
paralizado.
Es que la búsqueda de Santiago Maldonado está a cargo del mismo
juez, Otranto.
A los
funcionarios de los ministerios de Justicia y Derechos Humanos y de Seguridad no
les llama la atención que el embajador Cima no se haya involucrado en la
discusión de la problemática mapuche en Ginebra.
Desde que
renunció Martín Lousteau viene haciendo lobby para hacerse cargo de la embajada
argentina en Washington, un próximo escalón al que creyó automático acceder
cuando su amigo Jorge Faurie fue
designado Canciller. Pero no lo logró.
El canciller Jorge Faurie, en la cena anual de la DAIA (Martín Rosenzveig)
Dicen que circularon por
esos días unas fotos donde se lo veía muy eufórico arengando
a los empresarios que acompañaron a Cristina Kirchner y Guillermo Moreno a la
misión comercial que hicieron a Angola, a donde asistió como director de
Promoción de Exportaciones.
Ya en la misión en Ginebra,
"desde Buenos Aires le atribuyeron falta de visión y pasividad al no
advertir que el caso Milagro Sala crecía en los organismos de Naciones
Unidas", según una nota publicada por Clarín el 4 de julio.
Estas
críticas son las que habrían llevado a Cima a sobreactuar con los funcionarios del
Gobierno que están preocupados por la desaparición de Maldonado.
En efecto, en la 13º sesión plenaria del Comité contra Desapariciones Forzadas
(CED), envió al nuevo representante argentino, Horacio Ravenna, quien pidió la
palabra para afirmar "el compromiso como país impulsor de la Convención
(de Derechos Humanos), al tiempo que se reiteró el apoyo de nuestro país al
trabajo del Comité". Es lo que dice el cable que, esta vez,
Cima sí envió a Cancillería.
En el
reporte oficial, agregó que "el experto Rainer Huhle hizo una intervención
para felicitar a la Argentina por el compromiso constante con el tema de las
desapariciones forzadas, al tiempo que resaltó que el Estado acepte el escrutinio
del Comité en casos delicados y que se encuentre siempre dispuesto a colaborar
y cooperar".
El miembro del Comité Moncef Baati también se manifestó en
similar tenor, "resaltando el ejemplo argentino con respecto al trabajo
continuo y el compromiso con el Comité contra las Desapariciones
Forzadas".
Finalmente,
aseguró que "una vez finalizada la reunión, la experta María
Clara Galvis Patiño se acercó informalmente a la delegada argentina para
manifestar su conformidad con el trabajo de la Argentina, resaltando
la importancia de la reunión del subsecretario Brian
Schapira con los relatares (sic) del Comité el día anterior.
Expresó
que no todos los Estados parte colaboran y cooperan con el Comité y que el caso
de la Argentina debía utilizarse como un buen ejemplo".
Por
cierto, el cable que Cima envió a Cancillería a las 20:44 con copia al
subsecretario Schapira no decía exactamente lo que le había transmitido
telefónicamente a la Secretaría de Derechos Humanos, a saber, que
"miembros del Comité contra las Desapariciones Forzadas, entre ellos su
presidenta, felicitaron al Estado argentino por su compromiso con la
justicia y el tratamiento responsable de la causa en la que se investiga la
búsqueda de Santiago Maldonado".
Es que el embajador no
había ido a la reunión, y como conoce poco del tema, se equivocó. Cuando envió
el cable, fue más preciso.
El nuevo
representante argentino ante la CED, presente en la 13º sesión, es Horacio
Ravenna, propuesto por este Gobierno para el período 2017-2021.
Se
trata de un abogado que viene de la Asamblea Permanente por los Derechos
Humanos (APDH) en tiempos de Raúl Alfonsín, que llegó a ser secretario de
Derechos Humanos del radicalismo.
En el 2015 renunció a la APDH, donde era
copresidente, denunciando a otro directivo que cobraba por realizar trámites
gratuitos.
Ravenna es un hombre austero y de convicciones.
Literalmente, habla otro idioma al de Cima.
El Gobierno arrancó a ciegas en derechos humanos, una
agenda que domina el kirchnerismo, que desparramó cuadros profesionales a lo
largo y a lo ancho del mundo, y de la administración pública, en cada rincón.
Ahora
anda a tientas, tratando de entender los códigos de un
mundo que no domina y que, la verdad, tampoco le interesa demasiado.
En
el camino, se encuentra con situaciones que serían desopilantes, sino fuera por
las consecuencias que están provocando.
Antoine de Tounens, el “rey de la Patagonia”
Auspice
Stella, la organización no gubernamental que es reconocida como
"entidad consultiva especial" en la Comisión de Derechos Humanos de
la ONU, está patrocinada por el Reino de Araucanía
y Patagonia, una monarquía fundada en 1860 por el abogado francés Orélie
Antoine de Tounens.
El autoproclamado monarca reclamó la
soberanía del territorio comprendido en el sur de la Argentina y de Chile.
Sus
descendientes, el ya fallecido Philippe Boiry -autoproclamado Felipe I- y ahora Jean-Michel
Parasiliti di Para -autoproclamado príncipe Antonio IV-,
obtuvieron fondos vaya a saber de dónde para crear Auspice Stella y su Comité
Mapuche para los Derechos Humanos, que tienen oficina en Bristol, Inglaterra, y
Chourgnac d'Ans, Francia.
Financian un secretariado internacional,
presididido por el "Conde" Mariqueo de Lul-Lul Mawidha,
que es director general, y está integrado por Marianne Paine (vicerrectora) y
Dame-Nina Saleh Ahmed (directora ejecutiva).
También cuenta con un
"Observatorio Mapuche de Derechos Humanos" y, por supuesto, financia
todos los viajes de sus directivos y representantes, además de
respaldar en forma activa el accionar de varios grupos mapuches en Argentina y
Chile, entre ellos, el RAM.
En el
portal que también financia esta Comisión Mapuche de Derechos Humanos,
www.mapuche-nation.org, se puede leer que el 17 de noviembre de
1860, más de 3000 representantes mapuches se reunieron en asamblea al pie del
cerro Andencul en la comunidad del Lonko Kilapán, donde se pusieron de acuerdo
para crear una monarquía constitucional y parlamentaria, y Orélie Antoine de
Tounen fue proclamado el primer monarca del Reino de Araucanía y Patagonia.
En ningún lado se explica por qué la nación mapuche eligió un
monarca francés.
Lo que es innegable es que el territorio supuestamente mapuche
es idéntico al Mapa del Reino de Araucanía y Patagonia.
Pareciera que los
descendientes del "rey de la patagonia" llegaron a la conclusión de
que tenían que movilizar a los mapuches para recuperar lo que les corresponde.
Y están consiguiendo sus objetivos.
El año pasado, en el
centro de Bariloche, sesionó por primera el Parlamento Patagonia.
En realidad fue en el "territorio ancestral de Nahuel Huapi,
Furilofche", los días 13, 14 y 15 de agosto.
Se trató de una reunión
convocada por la Confederación Mapuche de Neuquén y la Coordinadora del
Parlamento Mapuche en Río Negro, un "reencuentro de la Nación
Mapuche", donde se pidió que el Estado argentino reconozca el genocidio
contra los pueblos originarios y se implementen políticas de restitución de las
tierras usurpadas.
En este extraño escenario desapareció Santiago Maldonado, una
incógnita lacerante que facilita la incorporación de la agenda
mapuche-monárquica de un modo que jamás sucedió antes.
¿Cuáles son los
verdaderos intereses de las organizaciones de derechos humanos financiadas por
los herederos del rey de la Patagonia?
Es difícil entender lo que está pasando.
Algo huele mal en las tierras ancestrales.
…
Fuente
“infobae”, 17.10.2017
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