Pese a que pergeñó un plan de copamiento del
Estado antes de su retirada, funcionarios que supieron ser leales ya no
le responden.
Pérdida de influencia en la Justicia y la sublevación
dentro del peronismo
Más allá de quien ganara, si Daniel Scioli o Mauricio Macri,
muy a su pesar, Cristina Fernández de Kirchner sabía que el 10 de
diciembre debía dejar el gobierno.
Pensando en esa fecha "maldita" –que
tanto la afectó, al punto de no poder entregar la banda a su sucesor- es
que desde meses antes pergeñó un plan para mantenerse vigente en los
tribunales y el Poder Legislativo.
Con diferentes objetivos, pobló la
lista de legisladores nacionales y provinciales con "tropa propia" y
nombró cuanto juez pudiera.
En el primer caso, para retener poder
político; en el segundo, para evitar los infortunios judiciales que
afectan en Argentina a toda administración que se va.
Este
lunes, con el fin de la feria judicial de enero, y el 1° de marzo, con
el inicio de las sesiones ordinarias del Congreso, se pondrá a prueba hasta dónde se ha desgastado el poder de CFK en estos 50 días.
A priori, el retroceso de su influencia en el propio peronismo, en los
medios de comunicación y en los primeros escarceos judiciales, dan
cuenta de una pérdida de poder mucho más rápida y vertiginosa de lo que
la propia protagonista sospechaba en noviembre.
Por eso, en los últimos
días corrió la versión de que en marzo dejaría el voluntario retiro
político en la Patagonia para volver a Buenos Aires.
El italiano Giulio Andreotti pasó a la historia por decir que "el poder desgasta al que no lo tiene".
Si lo sabrá Cristina Kirchner.
¿A dónde ha quedado reducido su poder real? Naturalmente perdió el
Poder Ejecutivo, pese a que en la administración de Mauricio Macri hay
muchos más kirchneristas de lo que se sabe.
Sin embargo, esta
denominación "de origen" de poco y nada le sirven a la ex presidente:
los que quedaron o llegaron no le responden.
Dependen del ministro o
"amigo" amarillo que los llevó.
En el Poder Judicial es donde parece haber conservado algo más. Alejandra Gils Carbo es la única funcionaria que logró hasta ahora sostenerse en la trinchera,
de aquel plan original de Cristina que incluía a Martin Sabatella en el
AFSCA y a Tristán Bauer en la RTA, entre otros. De aquella idea no
quedó nada.
Quizás Cristina subestimó la capacidad de ofensiva política
del macrismo para hacerse en los primeros días con todos los cargos de
la manera más rápida posible.
Tiene en los tribunales, sin embargo, una
línea más que media en diferentes Cámaras Nacionales y juzgados de
primera instancia, originales de "Justicia Legitima", que pondrán a
partir del lunes a prueba sus convicciones por un lado y sus necesidades
políticas del momento por otro.
En general, en el mundo judicial, en la
decisión pesa más lo segundo que lo primero.
En el
frente judicial, desde mucho antes que el 2015 Cristina intentó dejar la
mayor cantidad de kirchneristas posibles, en una clara estrategia
defensiva: quiere cortar el "maleficio" por el que los ex presidentes
del país siempre resultan complicados una vez que dejan el poder.
Le
pasó a Carlos Menem y también a Fernando de la Rúa.
Hotesur por caso o
la ruta política de la efedrina y los aportes a su campaña presidencial
2007 aparecen como los primeros nubarrones para romper la tranquilidad
de su estadía en el sur.
Más las consecuencias de los avances en las
causas contra Amado Boudou o el propio Máximo Kirchner.
A partir de este
lunes se sabrá hasta donde todavía Cristina tiene influencia en los
tribunales.
Los kirchneristas que quedaron en la administración Macri ya no responden a Cristina.
En el Poder Legislativo es donde se medirá su poder político real.
Es donde en principio está mucho peor de lo que pensaba.
Las alianzas
políticas y, por sobre todo, cómo voten los legisladores que llegaron a
Diputados y Senadores por el Frente para la Victoria (FpV) en 2013 y
2015, significará la primera prueba en serio del poder que todavía le
queda en el peronismo.
El primer test de lo que viene no fue nada bueno
para ella: hasta el ultra K José Ottavis participó indirectamente de la
jugada para que finalmente el Presupuesto bonaerense de María Eugenia
Vidal fuera aprobado por la Legislatura.
Los que desde el peronismo
estuvieron en las negociaciones, lo hicieron privilegiando sus intereses
políticos particulares.
Nadie llamó al sur a pedir instrucciones, más
bien todo lo contrario. Un llamado de Cristina a un atribulado Ottavis
logró atrasar la aprobación, pero nada más.
La oportuna oferta a los
intendentes peronistas para integrar un "fondo municipal" más el manejo
de la Cámara que tiene Sergio Massa a través de Jorge Sarghini
transformó la influencia de la ex presidente en insignificante.
En
el Senado, la revuelta contra el decreto de Macri designando dos jueces
de la Corte no fue una orden de Cristina, sino un grito de guerra de
los senadores representados por Miguel Ángel Pichetto para no perder,
ellos mismos, su capacidad de influencia.
De aquel enojo de Pichetto con
Macri a este comienzo de febrero ha pasado mucha agua bajo el puente:
el nombramiento de los jueces será como corresponde, por el Senado.
Pichetto, con más diálogo con Gabriela Michetti y Emilio Monzó del que
se sabe, ya no critica más a Macri, sino a Axel Kicillof, a quien acusó
públicamente de haberle hecho perder las elecciones locales en Río
Negro.
Cristina intentó sin éxito hacerle un golpe de Estado a Pichetto:
por ahora, le viene saliendo mal.
Encima un conglomerado de senadores
peronistas no kirchneristas, que van desde los puntanos de los Rodríguez
Saá hasta los chubutenses de Mario Das Neves, hacen su propio juego con
el Gobierno, muy lejos de Cristina, situación que ya se veía aún
durante su presidencia.
El próximo disgusto para la ex
presidente llegará en la Cámara de Diputados.
Congelado el recinto por
decisión de Macri, el trabajo político que están llevando adelante
Monzó, el radical Mario Negri, y el jefe legislativo de PRO, Nicolás
Massot, apunta a "libanizar" el original bloque del FpV que lidera
Héctor Recalde, el único propietario de un cargo importante en el
esquema formal del poder que todavía responde a los mandos de Cristina y
Máximo.
La apuesta es "reubicar" a unos cuarenta diputados originales del FpV en dos bloques semi puros:
uno del PJ, cuyo jefe político será Juan Manuel Urtubey y que estará
integrado por diputados del NOA y NEA y otro "semi renovador" que se
formará con legisladores peronistas que todavía no quieren mostrar sus
naipes a la espera de una mayor definición sobre quién controlará el
peronismo.
A esto debe sumarse tres sinsabores más para el FpV: la
influencia de Sergio Massa y Graciela Camaño con el propio bloque
renovador; el conglomerado de diputados de izquierda, que votarán en
contra en contra de todas las iniciativas del Poder Ejecutivo pero que
le darán quórum al oficialismo y la actitud de un puñado de radicales
"aliados K" representados en Gerardo Zamora que dicen que en reuniones
privadas niegan a la ex presidente como si nunca la hubiera conocido.
Si
el plan macrista funciona, Cristina conservará un bloque duro de 50/60
diputados comandados de hecho por su hijo Máximo, muy revoltosos y
mediáticos, pero que perderían todas las votaciones.
Malas noticias para
la familia K.
Si el plan del Gobierno funciona, Cristina solo conservaría un bloque duro de 50/60 diputados.
Entre
los gobernadores en la reunión del miércoles en la Casa Rosada, los
únicos que parecieron guardarle cierto respeto fueron naturalmente su
cuñada Alicia Kirchner y el formoseño Gildo Insfrán, aunque este último
con el correr de los días podría mutar sus sentimientos. Alicia, por su
parte, tiene necesidades económico-financieras urgentes que
probablemente la obliguen a tener que hacer algo por el gobierno
nacional.
El resto de los mandatarios provinciales ya se apuraron a
hacer trascender que su ubicación política no surge de recibir
instrucciones del sur: no se necesita ser Urtubey o el sanjuanino
Sergio Uñac para darse cuenta que Cristina no es su jefa política.
Las
necesidades económicas y el olfato innato de los peronistas para "pedir"
frente a un gobierno central macrista que necesita de sus votos en el
Congreso hacen el combo perfecto para que los gobernadores vivan el
mejor de sus mundos.
"Vamos a sacarles más cosas a estos –por los
macristas- de lo que sacábamos a Cristina" fue la conclusión de dos de
los presentes a la reunión del miércoles en la Casa Rosada.
La integración formal de la nueva cúpula peronista tampoco arroja buenas noticias para Cristina.
El único que aparece como su "delfín" es Jorge Capitanich,
no se sabe si porque lo es o porque busca alguna identidad frente a las
movidas políticas de Massa, Urtubey, José Manuel de la Sota o José Luis
Gioja.
Ningún kirchnerista paladar negro figura con posibilidades
reales de conducir al peronismo.
La excepción a la regla de todo el cuadro de situación la constituye Daniel Scioli,
que parece seguir tan dependiente de Cristina como antes.
Dicen que
especula con un regreso triunfal de la ex presidente con desembarco
electoral en Buenos Aires el año que viene.
Ambos se aferran a la
estrategia de que a Mauricio Macri todo le irá mal y que el electorado
rápidamente solo mirara a aquellos que se opusieron "a todo" frente a
los peronistas "blandos" que acompañaron.
Es la copia del plan Duhalde
99 –que salió bien en el 2001- pero que por ahora erra dos
comparaciones: Scioli no es Duhalde y Macri no es De la Rúa.
Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.
La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.
Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.
El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.
Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.
De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.
A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).
¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.
¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?
¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!
El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.
Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio
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