21 ene 2016

JOYCE Y TOMMY


JOYCE Y TOMMY

UN TEMA EXTRA... 
DA PARA UNA PELÍCULA ROMÁNTICA

{No es un tema que ocupe al blog, pero al encontrarla me parecio que merece ser compartido con mis amigas/os. A ningún guionista se le ocurrió. Pronto la veremos}



Sociedad jueves 21 de enero 2016

Se amaron durante la Segunda Guerra Mundial y volverán a encontrarse 70 años después

Mantuvieron un intenso romance en Londres hasta que él debió participar del desembarco en Normandía. A su regreso, el destino los separó



Norwood Thomas sostiene una fotografía de Joyce Morris con quien mantuvo un romance durante la Segunda Guerra Mundial. Setenta años después volverán a encontrarse.
Norwood Thomas sostiene una fotografía de Joyce Morris con quien mantuvo un romance durante la Segunda Guerra Mundial. Setenta años después volverán a encontrarse. Crédito: AP
Joyce Morris y Norwood Thomas se conocieron a orillas del Río Támesis, en Londres, meses antes del histórico desembarco en Normandía.
Corría 1944 y el mundo se esperanzaba con poner fin a la Segunda Guerra que se había cobrado millones de vidas en poco más de cinco años. Thomas -hoy 93 años- sería parte de una de las operaciones militares más arriesgadas de la historia y sobreviviría.

Conectadas brevemente por la guerra, sus vidas se separaron luego de desgarradoras y confusas cartas de amor en las cuales los mensajes nunca terminaron de interpretarse como el otro pretendía. No eran épocas de comunicaciones sencillas. Los correos demoraban semanas en llegar a destino y quizás eso entorpecía la fluidez del romance.

Joyce permaneció en Londres un tiempo. Luego se casaría y viajaría a Australia, donde viviría y formaría una familia. Tuvo dos hijos. Pero a menudo seguía soñando con "Tommy", con los meses de romance en Inglaterra, los años de guerra y fantaseando sobre cómo habría sido su vida si hubiera hecho caso a una última carta que recibió del paracaidista de la División Aerotransportada 101. En esa epístola, Norwood le pedía que se mudara con él a los Estados Unidos e hiciera de su casa "su hogar". Eso la confundió y creyó que el hombre estaba poniendo fin a su relación.

Pasaron muchos años. Ambos enviudaron. Hace algunos meses la anciana mujer -88 años- estaba junto a su hijo Rob, quien trabajaba en su ordenador y consultaba diversos sitios en internet. Ella le preguntó: "¿Puedes encontrar gente con esa cosa?". De inmediato comenzó a escribir las letras que su madre le dictaba lentamente: "Norwood Thomas + 101 Aerotransportado". Google le arrojó como resultado una nota del diario The Virginian Pilot del 18 de octubre de 2010 que daba cuenta de un héroe de guerra que había luchado contra los nazis y estaba cumpliendo sus últimos deseos: "Tommy" había vuelto a arrojarse por paracaidas. Allí estaba una fotografía actual y un retrato de la época en que lo conoció.

La nota sobre Norwood Thomas en The Virgian Pilot que permitió que Joyce encuentre a su antiguo amor.
Fue en ese momento cuando Rob contactó a un periodista del periódico quien a su vez se comunicó con Thomas. "¿Joyce? ¡Dios mío!", se sorprendió el veterano héroe de guerra.
Norwood comentó la historia a sus tres hijos, les mostró la fotografía que aún conservaba de ese remoto romance y comenzaron a buscar la manera de "reunirlos" nuevamente. 
Eligieron Skype para que pudieran verse las caras por primera vez después de más de 70 años. 
El 9 de noviembre pasado la tecnología permitió que pudieran verse las caras nuevamente.

- ¿Hola?, dijo Thomas.

- ¿Tommy?, replicó ella, quien sorprendió a los testigos del reencuentro por el apodo con que se refirió al anciano paracaidista.

Así fue el comienzo de una emotiva charla en la que él le confesó que en 1990 creyó que había muerto luego de leer en las noticias que un avión se había estrellado en Londres y que una mujer de características similares a Joyce había perdido la vida. "No, esa no era yo", respondió con su voz frágil. Con la admisión hecha por parte de Thomas de que seguía pensando en ella, la antigua enfermera londinense también hizo lo mismo.

Norwood y su hijo coordinan sus relojes para realizar la conexión vía Skype con Joyce
La emoción en el rostro de Norwood Thomas al ver por primera vez después de 72 años a Joyce
Dos de los hijos de Thomas fueron testigos de la "reunión" que ambos mantuvieron. Steven lo acompañará en su viaje a Australia.
Ella le recordó lo "pícaro" que podía ser y él respondió que "aún podía serlo". Todos los testigos de esa reunión digital, en Australia y en los Estados Unidos, sonrieron. 
Norwood también le relató lo que solía repetirles a sus hijos durante su vida: "Su madre casi es una inglesa". Del otro lado de la pantalla Joyce rió y le dijo que no entendía por qué su última carta la había confundido tanto. "Rompiste mi corazón", le reprochó sin rencores Thomas.

Ahora, ambas familias organizaron el reencuentro luego de que decenas de personas donaran a Thomas un total de 7.500 dólares para que pudiera volar a Australia para reencontrarse con Joyce. La aerolínea también hizo su parte: les confirmó que viajaría en primera clase y que podría hacerlo con su hijo Steve, quien lo acompañaría hasta Adelaide.

- Dime: ¿puedes verme?, le consultó Thomas en su reunión vía Skype.

- No. No puedo ver de forma correcta.

- Bueno, te digo: estoy sonriendo.

- Apuesto a que sí.

Joyce Morris le muestra a "Tommy" la fotografía que encontró en internet sobre sus años como paracaidista durante la Segunda Guerra Mundial
fuente
"infobae", 21.01.2016

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¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.