NÚMEROS Y MÁS NÚMEROS
Las matemáticas... ¿nos las inventamos o las descubrimos? Un milenario
debate sin resolver
Es este
un debate milenario.
Hay un misterio en el corazón de nuestro Universo.
Un
rompecabezas que, hasta ahora, nadie ha podido resolver.
De resolverlo, las
consecuencias serían profundas.
BBC MUNDO
29 DE OCTUBRE 2018
El misterio es por qué las
reglas y los patrones matemáticos parecen infiltrarse en casi todo el mundo que
nos rodea.
De hecho, hay quienes describen las matemáticas como el lenguaje
subyacente del Universo.
Universo
¿Significa eso que es algo que simplemente hemos ido descubriendo? ¿O
es algo que hemos ido inventando, como cualquier lenguaje?
Nos
hemos hecho esa pregunta durante miles de años y aún no hemos podido ponernos
de acuerdo.
¿Por qué importa?
Porque las matemáticas
apuntalan casi todo en nuestro mundo moderno, desde computadoras y teléfonos
móviles hasta nuestra comprensión de la biología humana y nuestro lugar en el
Universo.
Es
por eso que los grandes pensadores de la historia han tratado de explicar los
orígenes del extraordinario poder de las matemáticas.
Los números
El
mundo moderno no existiría sin las matemáticas.
Se esconde detrás de casi todo
lo que nos rodea e influye sutilmente casi todo lo que ahora hacemos.
Y,
sin embargo, es invisible. Intangible.
Entonces,
¿de dónde vienen las matemáticas? ¿Dónde viven los números?
A
menudo pensamos en los números como algo atado a objetos, como el número de
dedos en una mano o el número de pétalos en una flor.
Esta flor tiene 5 pétalos. Si
le quitas 2, quedarán solo 3 (y se verá menos bonita).
Los
pétalos ya no estarán, pero el número 2 seguirá existiendo.
Eso
es algo que no puedes decir de todo: si los lápices nunca se hubieran
inventado, la idea de un lápiz no existiría.
Puedes
destruir el objeto físico, quemarlo hasta que sólo queden cenizas, pero no
puedes destruir la idea de los números.
En
todas las culturas del mundo, todos estamos de acuerdo sobre el concepto de 4,
así lo llames cuatro, four, quatre, vier, o escribas el símbolo
de otra manera.
El mundo platónico de los números
¿Habrá
entonces algún mundo mágico paralelo en el que viven todas las matemáticas?
¿Un
lugar en el que están las verdades fundamentales que nos ayudan a comprender
las reglas de la ciencia?
O,
¿será todo producto de nuestra imaginación e intelecto?
"Es
demasiado extraordinario pensar que las verdades matemáticas son producto
enteramente de nuestras convenciones en la mente humana... Yo no creo que
seamos tan inventivos", opina Eleanor Knox, doctora en Filosofía de la
Física de King's College London, Reino Unido.
"A
veces parece que las matemáticas se descubren, especialmente cuando el trabajo
va muy bien y sientes como si las ecuaciones te estuvieran impulsando",
señala Brian Greene, profesor de Física y Matemáticas de la Universidad de
Columbia, EE.UU.
"Pero
luego das un paso atrás y te das cuenta de que es el cerebro humano el que
impone estas ideas y estos patrones en el mundo y, desde esa
perspectiva, parece que las matemáticas son algo que viene de
nosotros", agrega Greene.
"El
número cinco se llama fem en sueco, mi lengua materna", dice Max
Tegmark, profesor de Física y Matemáticas en MIT, EE.UU.
"Esa
parte la inventamos, el bagaje, la descripción, el lenguaje de las matemáticas.
Pero la estructura en sí misma, como el número 5 y el hecho de que es 2 + 3,
esa es la parte que descubrimos", explica el experto sueco.
El
problema es que tanto quienes creen que las matemáticas fueron descubiertas
como quienes piensan que son inventadas tienen argumentos muy persuasivos.
Tanto
que seguramente esta serie te hará cambiar de opinión una y otra vez.
Para
darte una prueba, empecemos con unas de muestras más sencillas de quienes
dicen: "Las matemáticas están a nuestro alrededor. Solo necesitas saber
dónde mirar para descubrirlas".
El ingenio del nautilino
De
todas las estructuras que encuentras en la naturaleza, una de las más bellas es
la concha de los nautilinos.
La criatura que vive adentro
crea todas estas formas, y salta de una cámara a otra a medida que crece.
Es
asombroso cómo ese pequeño ser puede crear algo tan extraordinario e
increíblemente complejo.
Además,
tiene un patrón oculto, que puedes revelar tomando tres pares de medidas de las
cámaras.
Elijes
un ángulo y mides la cámara interior, y luego una segunda medición hasta el
borde exterior.
Tras hacer eso tres veces en
tres ángulos diferentes tendrás tres pares de números que, a primera vista,
parecen aleatorios.
En
este caso:
14,5 / 46,7
23,9 / 77,6
307 / 995
Pero
las apariencias pueden ser engañosas, porque si tomas cada uno de estos pares
de números y divides uno por otro, comienza a emerger un patrón muy claro.
46,7 dividido 14,5 = 3,2
77,6 dividido 23,9 = 3,2
995 dividido 307 = 3,2
No
importa dónde midas la concha, la proporción del ancho de las cámaras termina
siendo constante.
Cada
vez que el nautilino hace un giro completo, termina sentado en una cámara que
tiene aproximadamente 3,2 veces el ancho del giro anterior.
Y
al repetir esta simple regla matemática, puede crear esa concha en espiral
bellamente intrincada.
Los pétalos de las flores
El
nautilino no es el único ser vivo que tiene un patrón matemático oculto en su
interior.
Si
alguna vez has contado los pétalos de una flor, es posible que hayas notado
algo inusual.
Unas
tienen 3 pétalos. Otras, 5. Algunas, 8. Hay
de 13 pétalos. Pero rara vez tienen los números
intermedios (4, 6, 7, 9, 10, 11 o 12).
EN LOS PÉTALOS DE LAS FLORES PUEDES ENCONTRAR LA SUCESIÓN DE FIBONACCI, QUE COMIENZA CON 0, 1, 1 Y A PARTIR DE ESTOS, CADA NÚMERO ES LA SUMA DE LOS DOS ANTERIORES. LA SUCESIÓN TIENE NUMEROSAS APLICACIONES EN CIENCIAS DE LA COMPUTACIÓN, MATEMÁTICA Y TEORÍA DE JUEGOS.
Estos números surgen una y otra
vez.
Parecen aleatorios, pero todos son parte de lo que se llama la secuencia o
sucesión de Fibonacci, en nombre del matemático italiano del siglo XIII
que la describió en Europa.
Comienzas
con los números 1 y 1, y desde ese punto, sigues sumando los dos últimos
números.
Así
que...
1 + 1 = 2
1 + 2 = 3
2 + 3 = 5
3 + 5 = 8
...
y así sucesivamente.
Al
observar la cantidad de pétalos en una flor, descubres que
siguen la sucesiónde Fibonacci.
Lo mismo sucede en muchas
configuraciones biológicas, como las ramas de los árboles y las hojas en los
tallos, entre otras.
Y
eso no es todo.
Si
te fijas en el centro de un girasol, verás que las semillas están dispuestas en
forma de espiral. Cuenta el número de espirales en una dirección y, a menudo,
encontrarás un número de Fibonacci.
Si
luego cuentas las espirales que van en la dirección opuesta, encontrarás un
número de Fibonacci adyacente.
¿Por
qué las plantas hacen eso? Pues resulta que es la mejor manera en
la que la flor puede organizar sus semillas para evitar que
se dañen.
LAS SEMILLAS EMPACADAS EN ESPIRAL.
Esas reglas matemáticas simples
y gloriosas que se encuentran escondidas en la naturaleza no parecen una
coincidencia.
Una
vez que detectas este tipo de patrones matemáticos, sientes que los
descubriste, no que te los inventaste.
Es
como si las matemáticas estuvieran ahí esperando que las encuentres.
No obstante...
Durante
siglos, se pensó que el lenguaje de las matemáticas era fijo e inalterable,
hasta que se hizo evidente que faltaba algo: el cero.
¿Qué es exactamente cero?
Un
cero significa nada. Si tienes cero de algo, tienes nada.
El
0 es un concepto extraño; es como si la ausencia se convirtiera en algo.
¿Se
trata de un número o una idea?
¿Y cómo puede algo sin valor tener tanto
poder?
El 0 vs. los romanos
Aunque
siempre hemos entendido el concepto de no tener nada, el concepto de cero es
relativamente nuevo.
Usábamos
números, podíamos contar pero antes del siglo VII el cero no existía.
Occidente
ya tenía un sistema numérico: los números romanos.
Funcionaban
bien, aunque eran algo difíciles de manejar
No
se sabe si el 0 se originó en China o India pero fue en la última donde se
comenzó a aceptar como un número adecuado.
ESTA ES UNA PÁGINA DEL MANUSCRITO INDIO DE BAKHSHALI DE ALREDEDOR DE 225 D.C., QUE MUESTRA LOS PUNTOS SOBRE LOS CARACTERES QUE REPRESENTAN 0. ESTE ES EL PRIMER USO CONOCIDO DEL SÍMBOLO CERO.
Durante casi 1.000 años, los
matemáticos indios trabajaron felices con números indo-arábigos, mientras que
sus homólogos occidentales continuaron con los números romanos, hasta que el
matemático Fibonacci reconoció su potencial.
Había
sido educado en el norte de África, conocía la obra del erudito persa
Al-Juarismi, por lo que había visto de primera mano cuán bien funcionaba ese
sistema de números.
Es
por eso que alertó a Europa occidental de la existencia del sistema
indo-arábigo y defendió el 0.
Ese
nuevo número era el que más cambios introducía.
En
números romanos, por ejemplo, 1958 se escribe: MCMLVIII.
No
importa dónde la coloques, la letra C siempre representa el número
100.
El
0 era diferente. Su posición podía cambiar los valores de los números a su
alrededor. Piensa en la diferencia entre 11 y 101.
El
0 te permite escribir más números y manipularlos mucho más
rápida y fácilmente.
FUE INVENTADO Y RESULTÓ TREMENDAMENTE ÚTIL: TODA LA TECNOLOGÍA MODERNA ESTÁ LITERALMENTE CONSTRUIDA SOBRE 1S Y 0S
Ahora: el
0 no lo descubrimos, lo creamos como parte del lenguaje para
describir números.
Eso
hace que las matemáticas se sientan como algo que hemos ideado. Necesitábamos
un sistema numérico más fácil de usar así que a alguien se le ocurrió la
brillante idea del cero.
Es
una evidencia intrigante de que las matemáticas podrían ser
inventadas, un producto de nuestro intelecto e imaginación.
Y
no es la única, por supuesto, así como hay muchas más que apoyan el argumento
de que las matemáticas ya existen y las vamos descubriendo.
¿Qué
piensas tú?
BBC
Fuente
“MDZ”, 28.10.2018
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