CORRUPCIÓN
Por las coimas en la importación de GNL,
el Estado perdió hasta u$s2.200 millones
10.10.2018
Diversas políticas de desarrollo productivo se han planteado para afrontar estos ambiciosos objetivos mediante el incentivo a sectores de servicios basados en conocimiento, la soberanía y sustentabilidad energética, la innovación tecnológica y la generación de empleo de calidad.
El reciente caso de los cuadernos del chofer Centeno ha revelado la existencia de un sistema o mecanismo de corrupción que atraviesa casi todos los estamentos de la sociedad.
"Para crecer como Australia, es decir, a una tasa per cápita de entre 2% y 3% anual, la economía argentina necesita duplicar su crecimiento, triplicar el volumen de sus exportaciones e incrementar la inversión y productividad de forma permanente y en niveles nunca vistos en su historia", advierten los investigadores.
Otra de las facetas en que la corrupción ha tenido un impacto no solo monetario, sino también que afecta al crecimiento económico de largo plazo, ha sido el sector energético.
"El desincentivo a las inversiones del sector hidrocarburífero generado por el gobierno anterior dio por resultado un incremento sideral en las importaciones de gas natural licuado (GNL) cuya regasificación en puerto permitiría cubrir las necesidades de la demanda ante una oferta doméstica totalmente reducida", agregaron.
Las importaciones de gas de GNL eran realizadas por Enarsa, operaban en los puertos de Bahía Blanca y Escobar y sumaron unos u$s14 mil millones entre 2008 y 2015.
Esto se tradujo, por un lado, en un déficit energético que afectó el balance de divisas y el crecimiento económico tendencial, y por otro en un desperdicio de recursos, dado el encarecimiento de este recurso durante el pasado boom de precios de las commodities energéticas.
"En efecto, los precios promedio de importación de GNL fueron de aproximadamente 14 dólares por millón de BTU cuando importarlos desde Bolivia u otros países de origen hubiese costado aproximadamente la mitad si observamos las licitaciones hechas a partir de 2016 por Enarsa", advierten los investigadores.
Pero esta notable importación antieconómica para el país y sus sectores productivos también estuvo asociada lamentablemente con casos de corrupción.
De acuerdo con la investigación periodística para Perfil realizada por Nicolás Gandini, ex directivos de Enarsa habrían asegurado que el porcentaje de sobornos habría alcanzado entre el 1,5% y el 15% del valor de las importaciones de GNL efectuadas en los puertos de Bahía Blanca y Escobar.
Aplicando un porcentaje razonable del 7,5% promedio y el máximo declarado, el monto de sobornos habría costado al erario entre US$ 1.096 millones y US$ 2.192 millones a valores nominales de cada año, algo más si lleváramos las cifras anuales a valor presente.
"De esta manera se demostraría que tanto las erróneas políticas económicas, los sobreprecios así como la corrupción asociada tienen importantes consecuencias directas e indirectas, no solo sobre el erario, sino también sobre la sustentabilidad energética, el balance de divisas y el crecimiento futuro de nuestra economía", concluyeron desde el Conicet.
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