6 oct 2018

EL BOSQUE DE HAMBACH












EL BOSQUE DE HAMBACH


Alemania detiene la tala del bosque de Hambach, que iba a ser arrasado por la ampliación de una mina

Cientos de ecologistas llevan años ocupando la zona para evitar que la multinacional RWE corte los árboles

Una joven hace frente a la policía subida a una barricada en el bosque de Hambach, a finales del pasado septiembre.
 Una joven hace frente a la policía subida a una barricada en el bosque de Hambach, a finales del pasado septiembre. 


ÁLVARO SÁNCHEZ

Kerpen, 05 0ct 2018


La tala del bosque de Hambach tendrá que esperar, tal vez indefinidamente. 

Un tribunal de la localidad alemana de Münster ha paralizado este viernes su próxima devastación a la espera de que se resuelva un recurso presentado por la organización ecologista Amigos de la Tierra. 

La justicia ha determinado que el gigante energético RWE, que planea podar la mitad de su superficie para ensanchar una mina de carbón, "no tiene derecho a deforestar el bosque" hasta que se resuelva la apelación. 

El giro de guion, celebrado por los activistas como un triunfo tras años de ocupación y semanas de tensos choques con la policía, aviva las esperanzas de salvar el último reducto verde de la zona, reducido a solo 200 hectáreas de las 4.100 iniciales

En un comunicado, la multinacional ha mostrado su "sorpresa", por la resolución del tribunal. 

Y ha informado al mercado de valores de que tendrá un importante impacto en sus cuentas. 

Tras conocerse el varapalo judicial, las acciones de RWE se hundieron un 8,52% en la Bolsa alemana.

El disputado bosque está a medio camino de Colonia y Aquisgrán, en el Estado de Renania del Norte-Westfalia. 

Y su futuro se ha convertido en símbolo de una lucha que no solo atañe a un pedazo de tierra. Confronta dos visiones del mundo. 

Capitalismo frente a ecologismo.


El campo de batalla es una extensión boscosa de 100 hectáreas y 12.000 años de antigüedad en la que habitan 142 especies de aves

RWE, su dueña desde hace décadas, tenía intención de talarlo para ampliar una gigantesca mina de carbón. 

La policía ha expulsado a cientos de activistas instalados en la zona que pretendían evitarlo.
La tensión había crecido en las últimas semanas ante la amenaza de tala inminente. 
Todos los intentos de apaciguar los ánimos han fracasado. 
Portavoces de los ecologistas se reunieron con la compañía el 11 de septiembre. RWE ofreció retrasar hasta diciembre la deforestación, pero Greenpeace y Amigos de la Tierra se negaron a aceptar nada que no fuera el total abandono de los planes de ampliación. 
La empresa volvió entonces al calendario inicial y preveía iniciar a derribar los árboles a mediados de este mes, pero ahora la justicia ha frenado sus intenciones.
Algunos de los jóvenes que han ocupado el bosque para detener su tala.
 Algunos de los jóvenes que han ocupado el bosque para detener su tala. 


El desalojo del bosque se ha convertido en un mal sueño para la mayor firma de energía de Alemania, un coloso con un valor bursátil de más de 11.000 millones de euros. 

La primera ocupación se produjo en 2012 y desde hace cuatro años una comunidad de ambientalistas, anarquistas, idealistas, o meros ciudadanos comprometidos vive allí de forma ininterrumpida. 

El lugar se ha convertido en centro de peregrinación para los que consideran su deforestación como expresión máxima del capitalismo salvaje. 

Y la lucha que se escenifica en él (una multinacional que pretende destruir un bosque para ensanchar una mina de carbón contaminante) tiene todos los ingredientes para canalizar una rebeldía anestesiada por el bienestar del pleno empleo y los plácidos indicadores económicos.

Un muerto

Desde que naufragaron las negociaciones a mediados del mes pasado se han producido episodios de violencia en la zona. 
La policía de Aquisgrán denunció solo un día después del fracasado diálogo que varios de sus miembros resultaron heridos por pedradas de enmascarados. 
Enfrente, los activistas han denunciado una y otra vez la brutalidad policial y han difundido vídeos de sus agresiones. 
Incluso hubo una víctima mortal el 13 de septiembre, cuando el periodista Steffen Mein, de 27 años, cayó accidentalmente de una pasarela que unía dos casas en lo alto de los árboles. 
Los altercados no han ablandado al Gobierno de Renania del Norte-Westfalia, que no ha tratado de revocar el permiso de tala.
La empresa ha repetido con insistencia que no habría marcha atrás. 
En juego hay toneladas de dinero. 
Su consejero delegado, Rolf Martin Schmitz, calcula que si abortan el proyecto dejarían de ingresar hasta 5.000 millones de euros. 
"No hay ninguna posibilidad de dejar el bosque en pie", afirmó tajante al diario Kölner Stadt-Anzeiger antes de que el tribunal estropeara su plan.
Frente a las críticas que les acusan de provocar un daño ambiental irreparable, la compañía alega que su contribución a la reforestación de la región es notable. 
Y ofrece datos: ha creado 87 kilómetros cuadrados de bosque y ha plantado más de 10 millones de árboles.
Un activista sube a una de las casas en un árbol, hoy ya destruida.
 Un activista sube a una de las casas en un árbol, hoy ya destruida. 


Sus argumentos no convencen a los conservacionistas, que siguen instalados en el bosque.  

Allí no hace falta caminar demasiado para sumergirse en un mundo extraño, en el que los activistas instalados en casas en los árboles se enfrentan a los intentos de desalojo de la policía, que en las semanas transcurridas desde la rotura de las conversaciones entre empresa y activistas ha desmontado la estrategia de resistencia de los inquilinos de Hambi, apelativo con el que estos llaman al bosque. 

La última casa cayó este miércoles. El ritual se había asentado. Grúas que ascienden y militantes que bajan.  La oposición ha sido feroz. Conforme las casas eran reducidas a astillas, se construían otras nuevas. 

La táctica era clara, había que "ganar tiempo para que el Gobierno cambie de idea", según relata Momo, uno de los veteranos, que lleva más de año y medio viviendo en el bosque. Aquí nadie desvela su identidad por temor a represalias.

El microcosmos surgido de la protesta ha devuelto vigor al movimiento ecologista alemán


Hasta la entrada en juego de los jueces, el reloj corría en su contra. 

Pese a las barricadas, las sentadas y los encontronazos, las autoridades destruían las casas en los árboles en menos tiempo del que empleaban los carpinteros ecologistas para levantarlas. 

Y todavía hay dudas sobre que se pueda evitar que las máquinas arrasen con todo.

Pase lo que pase, cierto sentimiento de victoria flota en el ambiente. 

Hay quien cree que se puede perder un bosque y ganar una causa que yacía adormecida. 

El microcosmos surgido de la protesta ha devuelto vigor al movimiento ecologista alemán bajo una filosofía horizontal: en Hambi no hay líderes. Todo el mundo puede opinar y ser escuchado.
En las profundidades del bosque, Dos raíces, de 25 años, levanta troncos, ata nudos y cava con una pala. 
Nacido en Baviera, ha elegido el apodo "mi nombre de bosque"— por sus orígenes: padre peruano y madre alemana. Ha sido scout, estudió Ciencias Políticas y Sociología, y ha dejado su trabajo en un café para viajar. "Es una lucha simbólica. No creo que la desaparición del bosque suponga una derrota. Buscamos influir en el discurso político", reflexiona.
La decisión de la justicia de analizar la legalidad de la tala ha dotado de una nueva vida al bosque justo cuando se preparaba el golpe final.
Esta semana RWE cavó una trinchera para dificultar el acceso de ecologistas e impedir que volvieran a crear un enjambre de casas en los árboles. 
Pero las excavadoras, listas para actuar, no podrán internarse en el bosque de momento. 
Con esa parálisis generándole importantes pérdidas, la firma ha reclamado a la justicia la máxima celeridad en pronunciarse.
Mientras tanto, la justicia ha autorizado una manifestación convocada para este sábado pese al intento de las autoridades por prohibirla. 
La marcha, que se prevé multitudinaria, recorrerá la zona entre proclamas por la salvación de Hambi. 
Lo que en un principio se suponía un intento desesperado con aires de funeral, se plantea, tras la decisión del tribunal de Münster, como un festejo colectivo. 
Los activistas siguen comprando tiempo.

ALEMANIA, UN PAÍS ADICTO AL CARBÓN

Mientras Bruselas anima a los Estados a fiar su futuro a las energías limpias, el carbón sigue representando una parte fundamental del mix energético alemán: supone el 40% frente al 36% de renovables. 
Esa disfunción está bajo estudio: una comisión compuesta por representantes políticos, miembros de la industria, organizaciones sociales y expertos está abordando la mejor manera de abandonar esa dependencia sin traumas, pero aunque se le ha pedido, ha rechazado opinar sobre el caso del bosque de Hambach.
La eurodiputada de Los Verdes Terry Reintk acudió la semana pasada al bosque para mediar en la crisis. 
En entrevista con EL PAÍS, resalta la contradicción entre la reputación ecologista de Alemania y su explotación de recursos contaminantes. 
"El Gobierno no entiende que el lignito una fuente de energía sucia más propia del pasado". 
El Ejecutivo alemán, embarcado en el cierre de centrales nucleares, defiende que el proyecto es necesario para garantizar el suministro eléctrico.
La mina no solo puede acabar con el bosque: varios pueblos han sido vaciados y sus habitantes reubicados. 
La inmensa explanada de la mina es visible desde un mirador con hamacas habilitado por RWE. Un paisaje lunar donde gigantes de acero trabajan día y noche.
Fuente
“EL PAÍS”, España, 05.10.2018




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¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.