Ésta es una realidad bien constatable en Israel.
Mekorot, la empresa pública israelí responsable del servicio de captación, suministro y tratamiento del agua no es una empresa cualquiera.
Es también una de las compañías de agua tecnológicamente más avanzadas del mundo.
La necesidad y los enormes desafíos ambientales a los que debía hacer frente en condiciones extremas han hecho de Mekorot un líder mundial en materia de desalación, recuperación del agua, ingeniería de proyectos de agua, seguridad y calidad del agua.
Mekorot es responsable del 40% de las aguas residuales que se tratan en Israel — alrededor de 200 millones de m3 al año— y reutiliza el 60% de las aguas residuales tratadas para el riego en la agricultura.
Pero Mekorot no está sola, cuenta con el apoyo de otras empresas y start up de Clean Tech que continuamente aportan innovaciones revolucionarias en su área de actividad.
Este es el caso de la empresa Ayala Water & Ecology, que ha desarrollado los sistemas biológicos naturales para la purificación y mejoramiento de agua, suelo y aire.
Las aguas residuales que trata Ayala incluyen efluentes de las granjas lecheras, granjas avícolas y mataderos, así como otras empresas agrícolas.
Los sistemas biológicos naturales de la empresa también son capaces de tratar aceites domésticos e industriales de efluentes que contienen grasas, hidrocarburos, emulsiones y detergentes, además de otros vertidos.
Otra empresa reseñable en materia de eficiencia en el uso del agua es la empresa Nefatim perteneciente al kibutz Hatzerim, ublcado en el desierto de Arava.
Netafim es quizás la empresa más conocida por sus sistemas de riego por goteo ya fabricados o distribuidos en varias regiones del mundo.
Los sistemas de goteo aseguran que el agua se libere directamente en un vegetal, reduciendo enormemente la cantidad de agua consumida por los métodos de riego tradicionales.
Netafim es un líder mundial en soluciones de goteo y micro-riego que son necesarias para un futuro sostenible.
Cuando nos encontramos con factores limitativos en lo referente al agua, a la seguridad alimentaria y a las tierras de cultivo, el riego por goteo permite a los productores maximizar la producción de alimentos con un mínimo impacto ambiental.
Se trata de la productividad sostenible.
Actualmente, gracias al riego por goteo, el desierto de Arava de Israel, que recibe tan sólo alrededor de 20 mm de lluvia al año, se ha convertido en un centro agrícola importante que llega a representar el 65% de las exportaciones de hortalizas de Israel.
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