MENDOZA: GUAYMALLÉN
EL EX INTENDENTE Y...
SUS DÓLARES
Luis Lobos traficó
dólares desde Canadá
Lo confesó en su
indagatoria por enriquecimiento ilícito.
Dijo que así se explica su patrimonio.
La AFIP lo multó y lo siguen investigando.
La justicia cree que miente y que no
podrá justificar su riqueza.
Por Ricardo Montacuto
El ex intendente de Guaymallén Luis Lobos confesó haber
introducido al país de modo ilegal 200.000 dólares en el año 1992, traídos
de Canadá, con lo que pretendió justificar ante la fiscal de Delitos Económicos
Susana Muscianisi el desmesurado incremento de su patrimonio mientras
estuvo en la función pública, lo que le valió una imputación por enriquecimiento ilícito el 9 de agosto
último.
Posiblemente, es la imputación más grave que recae sobre Luis
Lobos, entre las cuatro que tiene.
En este caso, también está imputada su
esposa Claudia Sgró.
Las otras tres causas contra Lobos también partieron de la
investigación colaborativa de la que participó este diario.
En esos expedientes,
el ex intendente está acusado por fraude al Estado, administración fraudulenta,
sobreprecios, licitaciones amañadas, y por la contratación de ñoquis.
La “mucama ñoqui”
descubrió su condición de tal cuando la nueva gestión le llamó para que se
presentase a trabajar.
En ese caso están imputados Lobos, su esposa, su suegra,
Silvina Alcaraz, una sobrina de Lobos que trabajaba en Recursos Humanos de la
Municipalidad, y tres ex funcionarios más.
El enriquecimiento
La fiscal Muscianisi –quien ordenó todas las causas del Caso
Lobos una vez que asumió los casos, este año- tomó el primer expediente, la
denuncia “madre” que disparó todo y rápidamente advirtió que el ex
funcionario no podría justificar ni siquiera los bienes que había
declarado.
Por eso, ofició a la Fiscalía de Estado para que obligue a
Lobos a presentar comprobantes, facturas, documentos que justificasen la
posesión de su mansión en Guaymallén, autos de alta gama, dinero en efectivo,
lotes, departamentos, y otros bienes.
Como el ex intendente no lo hizo, le
imputó el delito de enriquecimiento en agosto de este año.
Esta es la mansión de Lobos, que mostramos en nuestra
investigación, tres años atrás:
Dos meses más tarde, Lobos pidió ampliar la indagatoria, con la
asistencia de Anahí Venier, una de sus abogadas.
Lo hizo el 6 de octubre, hace
poco más de un mes.
Y para “cuadrar” sus números, confesó haber traficado
dólares desde Canadá. “…yo viví cinco años en Canadá, lo cual trabajé
como constructor en la República Argentina, y también tuve una empresa de
servicio de limpieza, traje 200.000 dólares en el año 1992, los cuales cambié
en el año 2011 a 3,96 el dólar, que da un poco más de 792.000 pesos” adujo,
para explicar de dónde había sacado el dinero para su lujosa casa en un barrio
privado de Guaymallén, sobre la calle Tirasso 4357.
Quienes conocen a Luis Lobos saben que miente.
En
1992 regresó a Mendoza con “las dos manos atrás”.
Se fue a vivir a un
departamento de sus padres en el Barrio Unimev con su esposa de entonces Gladys
Contotanasi, en la calle Navarro al 796, y andaba en un Renault 21
destartalado.
Consiguió un empleo como municipal en Guaymallén.
Pero
guardó en el colchón durante casi 20 años, 200.000 dólares.
Sobrevivió
a la “híper”, el Tequila, la caída de la Convertibilidad, y la crisis del 2001,
para construirse dos décadas más tarde la mansión de sus sueños con su nueva
esposa Claudia Sgró.
Sinceramente, el ex intendente debe tener un pobre
concepto de la inteligencia de la fiscal Muscianisi y de los jueces que le
toquen en su largo derrotero judicial.
Su declaración no superaría el test de
un estudiante de Ciencias Económicas de primer año.
El FIT y los abogados confirmaron pedido de detención, luego de una auditoría del Tribunal de Cuentas.
En otro tramo de su indagatoria, Lobos volvió a mencionar los
200.000 dólares para justificar “la famosa casa”, como él mismo reconoce
respecto de su inmueble, mostrado con un drone en nuestra investigación
publicada el 4 de diciembre de 2014.
“…reconozco un único error… no
haber declarado los 200.000 dólares en 1992 y por lo tanto la AFIP tengo que
pagar”.
La gramática incorrecta de la oración, es producto de la
declaración textual de Lobos, aunque se entiende bastante.
Prefirió confesarse
evasor, ante la perspectiva de ser condenado por corrupción.
La declaración indagatoria de Lobos consta de unas diez
carillas.
No permitió preguntas de los querellantes, es decir, de los abogados
que investigaron con el POST, y acompañó una serie de ecuaciones y valoraciones
para justificar su incremento patrimonial.
En fuentes de la fiscalía, en tanto,
dijeron que las cifras “no justifican en nada” el patrimonio de la pareja
Lobos-Sgró.
La AFIP ya metió a sus peritos en el Caso Lobos, por pedido de
la fiscalía, y habrá nuevas pericias.
En su declaración en sede fiscal Lobos
presentó la actuación de la AFIP como un “recálculo” de Ganancias y Bienes
personales y adujo que su contador le recomendó acogerse a la ley 27.260, la
del “blanqueo” con la que el gobierno nacional armó su plan de reparación
histórica para jubilados.
Según fuentes de la investigación, Lobos está pagando
600.000 pesos en cuotas por ese blanqueo, a modo de multa.
Hay otros datos curiosos en la declaración de Lobos.
Para
“bajar” el precio de su casa, reconoció haber comprado áridos y ladrillos “en
negro”.
Y olvidó por completo quién había sido el primer arquitecto de la obra,
dato que nadie que haya construido su vivienda olvida jamás.
Sí pudo recordar
que la segunda arquitecta fue la esposa de su ex secretario de obras públicas,
Federico Sampieri.
A Lobos le esperan nuevas visitas de la AFIP, según pudo
averiguar este diario, en el marco de la causa por enriquecimiento.
Habría en
marcha un pedido de la fiscal Susana Muscianisi para peritar de modo integral
hasta las terminaciones de la mansión Lobos-Sgró, a fin de determinar su
verdadero valor.
Y se harán además nuevas pericias sobre los números que
presentó el ex intendente junto a su abogada Anahí Venier.
En su declaración, el intendente no hizo mayores menciones a las
otras causas.
Ya dijimos que el Caso Fara está por salir a juicio.
Y en el Caso Wanka, por el alquiler fraudulento de una
planta de asfalto al empresario Cristian Núñez y a su padre, Roque
Núñez, la justicia le rechazó todas las medidas con las que intentó
desacreditar la investigación, aun en cámara de apelaciones.
Lobos, su esposa y
otros ex funcionarios tienen costosos lotes en los emprendimientos Sol Andino,
propiedad de Núñez.
La documentación con la que Lobos acompañó su indagatoria
es confusa, incompleta, e insuficiente según evalúan en la fiscalía.Ello
podría ser una estrategia judicial para embarrar la cancha y confundir a los
peritos.
Por lo pronto, en las próximas semanas el ex funcionario tendrá con
qué entretenerse, cuando eleven a juicio la causa por la mucama ñoqui.
Muy
probablemente el caso de corrupción más vergonzante y de peor calaña, de todos
los que se le acusan: Abusaron de la confianza de una mujer empleada
doméstica de su suegra, para robarse unos 350.000 pesos en sueldos.
Ni siquiera lo ocultaron.
La suegra de Lobos cobró cada uno de
esos salarios en un cajero automático del Banco Nación, con la tarjeta de
débito de la víctima.
¿Por qué no está preso
Lobos?
En el país donde están detenidos Amado Boudou, Julio De Vido,
Ricardo Jaime, Roberto Baratta, Lázaro Báez, y algunos más, es raro que
el ex intendente esté libre.
Sucede que –como Cristina- hace buena letra
judicial.
Va a las audiencias, intenta defenderse, y no habría buscado
entorpecer la investigación.
Claro que por las dudas, cada 15 días debe
reportarse y firmar asistencia en la fiscalía, y los pasaportes del ex
intendente y su esposa están retenidos por la Justicia.
No sea cosa que se les ocurra tomarse unas vacaciones lejanas.
Fuente
“MENDOZA
Post”, 10.11.2017
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