Simpatizantes de la independencia participando en una manifestación frente a la sede del gobierno de Cataluña, en Barcelona.
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David Ramos/Getty Images
La declaración de independencia del parlamento regional catalán
ha llevado al punto máximo una prolongada confrontación con el gobierno central
de España.
El gobierno de Madrid se movilizó rápidamente para sofocar el
movimiento independentista, calificándolo de violación a la Constitución
española, y para quitarle a la región —por lo menos temporalmente— muchos de
sus poderes autónomos.
Esos sucesos generaron nuevas inquietudes sobre las posibles
repercusiones en otras regiones de España con distintos grados de autonomía.
Más ampliamente, la declaración de los dirigentes catalanes ha cuestionado la
continuidad política de España, la quinta economía más grande de la Unión
Europea.
¿Cuál es el origen de las regiones de España?
España está formada por 17 comunidades autónomas, lo que la
convierte en un país descentralizado, pero no una federación.
Desde hace mucho,
la mayoría de las regiones han tenido su propia historia y tradiciones, pero
algunas tienen un origen más reciente o más político.
El presidente del gobierno de España, Mariano Rajoy, a menudo se
refiere a su país como “la nación más antigua de Europa”.
Esa perspectiva se
basa en la unión política que se produjo en el siglo XV, resultante del
matrimonio de Isabel de Castilla con Fernando II, rey de Aragón, cuyo reino
incluía a Cataluña.
Los catalanes conmemoran su fiesta nacional el día de su
derrota, en 1714, al final de la guerra de sucesión española, cuando Cataluña
fue tomada por las tropas de Felipe V, el primer monarca Borbón de España.
Felipe aplicó mano dura con los catalanes y destruyó parte de Barcelona.
“Más tarde, las iniciativas por construir la nación española se
han diseñado e implementado no solo para mantener al país unido como una
nación, sino también con el fin de consolidar un sistema jerárquico de gobierno
pensado para asegurar que tanto Madrid como el castellano y sus valores
culturales tengan un papel prominente y casi exclusivo a la hora de dar forma
al país”, dijo Elisa Martí-López, profesora de Historia en la Universidad
Northwestern.
¿Cómo está consagrada en la Constitución
española la idea de la autonomía?
Cuando entró en vigor una nueva constitución en 1978, tres años
después de la muerte del dictador Francisco Franco, los constituyentes buscaron
reconocer las partes del país con una herencia cultural distintiva.
Sin embargo, también afirmaron que no habría más soberanía que
la de la nación española.
Incluso antes de que se consagrara la Constitución, Cataluña
recuperó parte de la autonomía que había perdido en la Guerra Civil de la
década de 1930, como parte del trato político negociado por los políticos en
Madrid para asegurar que los catalanes adoptaran la estructura política de
España.
De hecho, Adolfo Suárez, quien se convirtió en el primer
presidente del gobierno de España, restauró la Generalitat, o el gobierno
regional de Cataluña, como la única institución de la Segunda República
Española de la década de los treinta que se reinstauraría después de la
dictadura de Franco.
En 1981, los principales partidos españoles acordaron dividir al
país en 19 regiones, incluyendo dos enclaves en el norte de África, Ceuta y
Melilla.
Para 1995, cada región había elaborado sus propios estatutos de
autonomía.
“La Constitución se vio como un instrumento de transición y paz
que en los primeros años también podría crear un vínculo social más grande y
desarrollo económico”, dijo Miguel Herrero de Miñón, uno de los siete artífices
de la Constitución de 1978.
“Después se añadieron otros conceptos”, añadió.
“El más
desastroso de ellos fue generalizar el mapa de las regiones”.
En octubre, los dos principales partidos españoles —el Partido
Popular, de Rajoy, y el Socialista— acordaron crear una comisión para elaborar
una reforma constitucional.
En gran parte, su decisión fue un intento por
distender la crisis catalana.
Sin embargo, a la comisión le tomará seis meses preparar su informe
preliminar, y no hay garantía de que los políticos alcanzarán un consenso sobre
qué cambiar, en particular en lo referente a la delicada cuestión de la
autoridad regional.
“Los políticos están discutiendo cosas que no entienden”, dijo
Herrero de Miñón, citando las sugerencias de algunos políticos acerca de que
España necesitaba un sistema federal.
“Casi ningún político español conoce la
diferencia entre una confederación y una federación”.
¿Qué derechos tienen las regiones autónomas?
Cada región autónoma tiene su propio parlamento electo, cuyos
legisladores eligen un gobierno para la región.
Las regiones tienen el control de varios servicios, de los
cuales los más importantes son la atención a la salud y la educación.
Algunas
regiones tienen más autonomía que otras, particularmente Cataluña y el País
Vasco, que cuentan con su propia fuerza policiaca.
Dos regiones —el País Vasco y Navarra— también tienen sistemas
tributarios independientes, algo que Cataluña exigió en 2012 pero el gobierno
de Rajoy rechazó (en ese entonces, España batallaba con un rescate bancario).
Dos regiones recolectan sus propios impuestos; las otras 15 son
parte del sistema de redistribución tributaria de España, que transfiere fondos
provenientes de las regiones más ricas, como Cataluña, a las más pobres.
¿Unas nuevas elecciones ayudarían a resolver la crisis?
No hay ninguna garantía de
que unas nuevas elecciones en Cataluña apaciguarán la confrontación
constitucional, ya no se diga cambiar el panorama político de la región.
Rajoy estableció el 21 de
diciembre como la fecha para unas elecciones anticipadas.
Sin embargo, el nivel
de participación depende en parte de si los políticos independentistas estarán
involucrados.
Un parlamento recién
elegido podría plantear nuevos riesgos para el gobierno de Rajoy en Madrid, en
particular si se reeligiera otra coalición independentista que controlara el
parlamento catalán.
“Aunque a fin de cuentas
esperamos que los partidos separatistas reconozcan y acepten participar en las
elecciones, se trata de una decisión difícil”, escribió en una asesoría a
clientes por correo electrónico Federico Santi, analista del Eurasia Group, una
empresa de consultoría en riesgos políticos con sede en Washington.
“Lo que es
más, hay un riesgo real de que incluso si se celebran elecciones, los partidos
separatistas pudieran ganar una mayoría aún más grande en el parlamento
regional”.
¿Podría
prosperar Cataluña como una república independiente?
Sería extremadamente
complicado sin un acuerdo con el gobierno central de Madrid y las instituciones
de la Unión Europea.
A pesar de que Cataluña es
relativamente rica —tiene el 16 por ciento de la población española pero
representa el 19 por ciento del producto económico de España y el 25 por ciento
de sus exportaciones—, el conflicto con Madrid ha convencido a más de 1600 empresas
a mudar sus oficinas legales de Cataluña desde principios de este mes.
Establecer una república
independiente depende en parte de si Cataluña asumiría su parte de la deuda
española.
Cataluña tendría que crear
su propia defensa y seguridad fronteriza, banco central, sistema tributario y
otras muchas instituciones y servicios que actualmente proporciona Madrid.
Además, Cataluña quizá
querría retener los derechos y privilegios de ser miembro de la Unión Europea,
lo que el gobierno regional no ha podido garantizar hasta ahora.
Los funcionarios de la
Unión Europea han tenido cuidado de no mezclarse en una disputa sobre la
soberanía en uno de los Estados miembro más importantes del bloque, y
mayoritariamente han desestimado la declaración de independencia de Cataluña
del 27 de octubre.
Donald Tusk, presidente el
Consejo Europeo, señaló en una publicación en Twitter después de
que el parlamento catalán votó a favor de la independencia que, para la Unión
Europea, “Nada ha cambiado. España sigue siendo nuestro único interlocutor”.
Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.
La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.
Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.
El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.
Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.
De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.
A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).
¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.
¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?
¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!
El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.
Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio
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