PONZI – MADOFF - BLAKSLEY
De Madoff en Wall Street al
Hope Fund en Buenos Aires: lo que hay que saber para evitar ser víctima de una
pirámide Ponzi
12-04-2018
Con la detención de Enrique Blaksley,
presidente de Hope Funds, se pone en evidencia que apeló a la vieja
fórmula piramidal inventada a principios del siglo XX por
un inmigrante italiano con cuyo nombre se terminó bautizando a este
proceso defraudatorio
Por Rubén
Ramallo
Enrique
Blaksley, presidente de Hope Funds y conocido como el "Madoff argentino"
fue detenido el martes acusado de múltiples y millonarias estafas a inversores
a los que les había prometido rendimientos por encima de los del mercado.
Blaksley
se presentaba como un exitoso hombre de negocios, lo que generaba confianza en
los ahorristas que depositaban sus ahorros en las empresas vinculadas a él y su
grupo.
Como contrapartida, ofrecía participaciones en negocios exitosos
con un interés de
hasta 18% anual en dólares.
"Así,
al menos, se han podido captar fondos por $550.678.556,66 sin
la intención de restituirlos a los inversores ni de aplicarlos a inversiones consistentes con los plazos
de devolución allí dispuestos", se detalla en la acusación.
En
su estrategia, llegó a conformar un grupo de 25 empresas en el país,
de las cuales muchas de ellas eran utilizadas únicamente para canalizar los flujos de
capitales, mientras que otras tenían actividad real.
También se le imputa la
reinserción de activos de origen ilícito en el mercado por montos que superaron
los u$s5 millones y 16 millones de pesos.
Según
la presentación judicial, esta maniobra fue uno de los actos delictivos de
cuello blanco más
colosales de la historia de la Argentina.
¿Por
qué Blaksley comenzó a ser comparado con el más célebre estafador de Wall
Street, Bernie
Madoff?
En principio por que aplicó el mismo esquema para
captar capitales, que es conocido como "pirámide
Ponzi".
Esta
operación fraudulenta consiste en un proceso en el que las ganancias que obtienen los primeros
inversores son generadas gracias al dinero aportado por
ellos mismos o por otros
nuevos inversores que caen engañados por las promesas de
obtener, en algunos casos, grandes beneficios.
El
sistema funciona
solamente si crece la cantidad de nuevas víctimas.
Por lo
tanto, también es conocido como sistema piramidal en el cual la única manera de
cubrir los altos retornos es por medio del dinero de otro participante de la
pirámide.
Los esquemas Ponzi reciben
muchos nombres: "Esquema Célula", " Fractal", "Esquema
Burbuja", "flor de la abundancia", "telar de la
prosperidad" o "Esquema de pirámide", y todos ofrecen a sus
potenciales inversores grandes beneficios en un corto período.
El tiempo de vigencia del
sistema estará dado por la cantidad de nuevos inversores que se integren al
negocio.
En
la gran mayoría de los casos, el
sistema está condenado al fracaso, ya que el inversor
recibe poco o nulo
beneficio del dinero dado en inversión.
Sus
características típicas son:
• Promesa de altos
beneficios a corto plazo
• Obtención de ganancias financieras que no están bien documentadas
• Dirigido a un público con poco
conocimiento financiero
• Se relaciona con un
único promotor o una única empresa
• La empresa no se
encuentra registrada y controlada ante un ente regulador
• Falta de una
auditoría de confianza
Es evidente que el riesgo de inversión en las operaciones que hacen uso de esta
práctica es muy alto y se incrementa en la medida que crece el número de
suscriptores en el sistema, ya que cada vez existen más dificultades para
encontrar nuevos seguidores.
¿Cómo detectar un esquema Ponzi?
La experiencia acumulada en todos estos años permite identificar algunos signos que
deben, por lo menos, despertar sospechas de poder estar ante una estafa
piramidal.
Rentabilidad segura: dentro de este sistema es
muy fácil cumplir con el pago de intereses al principio porque el porcentaje
prometido y que efectivamente se desembolsa no procede de ninguna ganancia sino
del 100% de lo que el inversor ha inyectado.
Y
hasta que alguien pida que le devuelvan todo su capital, pasa mucho tiempo, pues
los retornos son muy atractivos.
Por
eso, si se observa que la empresa está cumpliendo con su promesa de pagar
intereses a la mayoría de los inversores no debe ser considerado como una garantía de
que no se trate de una estafa.
Reclutar nuevos inversores: si
en algún momento surge la palabra "reclutar" o algún sinónimo, quien
ya está adentro de la pirámide debe entrar en estado de alerta.
Es que
en definitiva, quienes administran la pirámide, necesitan que haya gente que entre constantemente en
el juego para que este dure.
Sobre
este punto, uno de los argumentos más utilizados es "Explota tu red de
amistades para ganar dinero", lo cual en la práctica debe entenderse que
quieren aprovecharse
de la red de conexiones del inocente inversor.
Pagar por trabajar: en lugares donde el empleo
es escaso, es común utilizar ofertas de empleo como carnada.
Muchas veces se
organizan charlas en las que se ofrecen puestos de trabajo, pero a cambio se
exige que primero se
compre la mercadería.
Desconfiar de los nuevos millonarios: en
estas mismas reuniones o incluso a través de amigos o familiares, suelen
aparecer personas con testimonios de que hicieron mucho dinero con esa empresa
y que incluso dejaron sus trabajos habituales para dedicarse 100% a esta
actividad.
Desde ya que ello es una clara
señal de alarma.
Lo
peor del caso es que suele suceder que muchos inversores antiguos se prestan para
estas presentaciones, a veces, para intentar recuperar parte de lo perdido.
No dejarse deslumbrar: por lo
general estas presentaciones suelen hacerse en hoteles cinco estrellas, y
están a cargo del
director de la empresa, que puede ser millonario.
A ello
se suma el hecho que la compañía puede aparecer en los medios de comunicación
apoyada por gente famosa.
Pero el consejo de los expertos es que "ninguna
de estas cosas debe hacernos bajar la guardia".
"Ese
es un truco muy viejo que se llama el
truco del millón de dólares.
Se invierte un millón de
dólares para deslumbrar a un conjunto de gente que, si pica, te lo compensará con creces",
asegura el profesor Jesús Palau, de la Escuela de Negocios ESADE.
"Se
arma una fiesta en un palacio o en un gran hotel y eso inspira seriedad... La
gente tiene una tendencia, un poco nefasta, a identificar a los que tienen
dinero como gente
exitosa. Y muchas veces sólo son personas que han tenido
mucha suerte".
Si
bien el esquema Ponzi es ilegal en muchos países, hasta que no se desploma,
es raro que
aparezcan las denuncias o investigaciones judiciales y
normalmente es el demandante el que tiene que probar que se trata de una estafa
piramidal.
Por
eso hay empresas que operan
así durante años.
El de Madoff fue uno de los casos más
famosos, consiguió mantener su fraude durante décadas e incluso logró que entidades financieras cayeran en la
trampa.
¿Quién fue Carlos Ponzi?
Carlos Ponzi fue
un famoso estafador hijo de migrantes italianos en Estados Unidos, que a
principios del siglo pasado se hizo famoso por crear un esquema que prometía ganancias superiores al 50% en
menos de 60 días, o el 100% en tres meses.
¿Cómo
funcionaba? Originalmente la idea no era defraudar a nadie sino encontrar una
forma de financiamiento barato: lo que Ponzi hizo fue comprar un producto
utilizando el dinero
que le daban sus inversores, sabiendo que si llegaba a venderlo
podría obtener el 250% de ganancia.
Hasta ahí su idea no tiene nada de malo,
incluso se parece a todos los negocios que hoy día conocemos.
El
negocio falló cuando, ignorante del mercado global y la complejidad de la
oferta y la demanda, Ponzi recibía
más inversores de los que podía atender.
Es decir, debido a una saturación del mercado, los nuevos inversores se comían parte de
sus ganancias, hasta que ya no pudo seguir pagando los
increíbles rendimientos que prometía.
Lo
más curioso de todo es que el producto que Ponzi ofrecía eran estampillas postales italianas.
Un
siglo más tarde,el esquema cambió algunas formas pero mantuvo su esencia.
En
Wall Street, a diferencia de Ponzi, Madoff
sabía que en algún momento su esquema -que sí era
fraudulento- lo
podría llevar a la cárcel.
Lo
que él hizo fue montar
una pantalla, una compañía de compra y venta de acciones que nunca compró y vendió nada.
El
dinero de sus inversoresiba
directo a su cuenta personal; lo que él pagaba como rendimientos era
dinero de los nuevos
incautos y los intereses del 2% que le generaba la cuenta
global.
Su
fraude se descubrió en plena crisis de las hipotecas subprime.
En aquel
entonces, el mundo financiero de los Estados Unidos se preguntaba cómo era posible que
esta persona, que había sido presidente
del Nasdaq y era una de los grandes referentes de Wall
Street, podría seguir pagando
rendimientos tan altos cuando el mercado de valores estaba
al punto del colapso.
Entonces sus inversores
empezaron a retirar el dinero y, cuando ya no hubo más capital, se evidenció el
fraude. Madoff fue detenido en 2009 y sentenciado a 150 años de cárcel...
El
caso dio la vuelta al mundo y sin embargo el
esquema aún se sigue aplicando con el consiguiente efecto
devastador para los inversores.
Los argentinos estafados por el ya célebre Hope
Fund ya son parte de esa larga lista.
Fuente
“iProfesional”,
12.04.2018
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