AUDITORÍA A LA JUSTICIA
-II-
12/04/2018
Delitos,
sorpresas y dudas
En
Argentina se investigan casi 2.200 causas por corrupción, y Comodoro Py tiene
50 casos hace más de una década
El Consejo
de la Magistratura presentó los primeros datos de una auditoría.
Los jueces federales Julián Ercolini, Ariel Lijo, Sebastán Ramos, Luis Rodríguez (adelante); Marcelo Martínez de Giorgi y Sebastián Casanello (atrás). (Pedro Lázaro Fernández)
Claudio Savoia
Con la resistencia de los representantes de los jueces y el recelo de
los delegados de la oposición, el plenario del Consejo de la Magistratura
aprobó este jueves el primer informe oficial sobre las auditorías a las causas
por corrupción tramitadas en todos los juzgados federales del país entre 1996 y
2016.
En ese lapso se tramitaron 9.476 causas, de las cuales aún
siguen abiertas 2.178.
Semejante inflación de expedientes no parece haber llenado las cárceles
con corruptos, ni menguado la tentación de malversar fondos públicos.
Estos primeros números puros y duros muestran que de las 4.477 causas
que los tribunales orales federales y cámaras de toda la Argentina dieron por
concluidas, poco más de la mitad terminó con condenas (55%).
Los tribunales federales de Comodoro Py. (Rolando Andrade Stracuzzi)
Por
aclamación, el delito más juzgado fue el de defraudación
contra la administración pública (2.303 expedientes), seguido de lejos con un triple empate
entre malversación de caudales públicos por robo de dinero,
bienes o servicios del Estado (456 causas), abuso de autoridad y violación de los
deberes del funcionario público (440).
Las coimas tienen sólo 404 casos tramitados en 20 años.
Con menos de 300 causas,
siguieron las acusaciones por malversación de caudales públicos destinados a
otro fin del debido (284), negociaciones incompatibles (266), defraudación por
administración fraudulenta (258), asociación ilícita (234) y encubrimiento
(228).
El top
ten cierra con los juicios por exacciones ilegales, con 190 casos.
Entre todas estas acusaciones corresponde más de la mitad de las causas por
corrupción tramitadas desde 1996.
Lo dicho: en dos décadas, la
justicia federal argentina tramitó 9.476 causas por corrupción, de las cuales
hay 2.178 en trámite y otras 7.298 están culminadas.
Los tribunales porteños que funcionan en Comodoro Py trabajaron
en 5.434 expedientes, de los cuales aún siguen abiertos 1.032.
De
ese universo de casos en trámite, casi 7 de cada 10 (68%) se encuentran en
alguno de los 12 juzgados de primera instancia, otros dos (20%) en alguno de
los tribunales orales que debe llevar a cabo las audiencias -o que ya las está
realizando, como en el caso Ciccone- y el restante está en alguna de las cuatro
salas de la Cámara de Casación a la espera de la respuesta a algún recurso,
tanto de las defensas de los acusados como de las querellas o de los fiscales
descontentos con resoluciones de instancias previas.
¿Un ejemplo? El caso Oil
Combustibles: la sala I de la Casación deberá tratar las apelaciones de la AFIP
y el fiscal Germán Moldes a la cuestionada sentencia de la Cámara Federal que
liberó a Cristóbal López y bajó la intensidad de la carátula de una radiactiva
defraudación al Estado a la inofensiva apropiación indebida de tributos.
Las
dos salas de ese tribunal apenas tienen el 1,65% de las 1.032 causas que aún
tramitan en Comodoro Py.
El empresario K Cristóbal López.
Algunos
datos técnicos respecto de la pesquisa: tal como resolvió el plenario del
organismo, el colegio de auditores se integró con especialistas y delegados de
todos los consejeros, que recabaron información de los juzgados y las cámaras
según un procedimiento establecido en el plenario y con
instancias de verificación y de vista a los respectivos juzgados para que hagan
sus observaciones.
Para normatizar la
información, se confeccionó una ficha para llenar con datos y números
específicos: número de causa, carátula, delito investigado, fecha de inicio,
fecha de intervención de la fiscalía, cantidad de imputados, fecha de citación
de indagatoria, fecha de realización de la indagatoria y cantidad de indagados,
fechas de procesamientos, de sobreseimientos, de falta de mérito o de
prescripción, día del último acto procesal en el expediente y del requerimiento
de elevación a juicio oral.
Una radiografía inapelable que viene siendo seguida con especial
interés desde la Unión Europea, por ejemplo.
Uno de los resultados más
esperados era el referente a la duración de los expedientes.
Y los números
dicen que el 63,5% de aquellas causas alojadas en Comodoro Py y en trámite
fueron abiertas en los últimos 3 años previos a la auditoría es decir.
Además, el 21,4% tienen entre
3 y 5 años de gestión, un poco menos (10,18%) de 6 a 10 años de trabajo y casi
un 5%, más de una década de tarea judicial.
Se trata de unos 50
expedientes. Suena
poco, y lo es.
Pero en ese pequeño lote se hallan causas como el trafico ilegal
de armas por
la que Carlos Menem fue condenado y espera la confirmación de la Casación
(abierta en 1995), y cuando se actualice esta primera entrega de las auditorías
ingresará la de asociación ilícita contra Néstor y Cristina Kirchner, que Elisa Carrió abrió en 2008. Justo
10 años.
El expresidente Menem. (Diego Waldmann)
Si se abre
el lente y se suma el otro 10% de las que tienen de 5 a 10 años de historia,
entran desde "la ruta del dinero k" hasta
Ciccone o
varios expedientes contra Julio De Vido, Ricardo Jaime y los suyos.
Un detalle importante: entre
las causas abiertas que llevan más de una década, 8 de cada 10 aún permanecen
en los juzgados y sólo el 15% está atascada en los tribunales orales.
Más números: de las 4.402
causas terminadas en Comodoro Py -contando las que resolvió o mantiene la
cámara de Casación-, el 87,2% demoró menos de 3 años, el 7% llevó entre 3 y 5
años, 3,68% entre 6 y 10, y 2% más de una década.
Es decir: en los últimos 20
años, de aquellas causas que duraron más de la mitad de
ese tiempo hay 88 terminadas y 50 que todavía siguen en trámite. Toda una foto.
Si en ese cálculo se excluyen los
expedientes de la Casación y se analizan las restantes 3.917 causas, se ve que
los juzgados con más causas en trámite son el 11 de Claudio Bonadio (83), el 10
de Julián Ercolini (76) y el 2 de Sebastián Ramos (70).
El 7 de Sebastián Casanello,
el 4 de Ariel Lijo y el 5, históricamente de Norberto Oyarbide, tienen 68, 67 y
66 causas respectivamente.
El juez Casanello. (Pedro Lázaro Fernández)
En el otro
extremo, los más aliviados -por eficientes o porque les tocaron menos carpetas-
son el juzgado 3 de Daniel Rafecas (38 causas) y el 9 de Luis Rodríguez (30
casos en trámite).
En la Cámara Federal salta la púa: la sala I tiene 17
expedientes abiertos y la II, ninguno.
Los tribunales orales
muestran las diferencias más fuertes y claves para la demora de las sentencias.
Mientras que el TOF 3 tiene
64 casos para enjuiciar y el TOF 6 52, el tribunal 1 y el 6 apenas tienen 16 y
17 juicios cada uno, y el TOF 2 sólo 15.
¿Casos cerrados? El campeón es el juez Rodríguez, con 160. Le siguen Oyarbide (120) y Rodolfo
Canicoba Corral (106).
En cambio, Bonadio
sólo concluyó 77 casos en 20 años, Martínez de Giorgi 75 y la jueza María
Servini, 74.
¿Qué juzgados y tribunales
tienen causas más tiempo?
Por lejos, el tribunal 5 que hasta abril de 2016
comandó Oyarbide, con 12 expedientes con más de 10 años de trámite.
Detrás aparece el juzgado de
Casanello, con 6 causas. Una aclaración: Casanello recién llegó a su sillón en 2012.
Por supuesto, los números
también pueden ser arbitrarios: para bien o para mal.
Un tribunal al que le hayan
tocado varias causas muy complejas puede demorarse con ellas y caer en el
promedio.
Y la aparente buena performance de otro juzgado puede
disfrazar demoras y picardías con algunos pocos expedientes pero muy resonantes
y con acusados importantes.
Hay
muchos más datos, algunos para analizar con mucho más cuidado.
Por ejemplo, es
notoria la bajísima proporción de indagatorias respecto de la cantidad de
causas en los juzgados.
Servini tramita 62 casos y
sólo en 21 se tomaron declaraciones.
La magistrada Servini. (Néstor García)
¿Sebastián Ramos? Indagó en sólo 10 de las 70 causas en las que está
trabajando.
Rafecas, en 7 de 38; Martínez de Giorgi reemplazando a Oyarbide en
23 casos sobre 68 y en su juzgado, 16 de 60 causas.
Además, Canicoba tomó indagatorias en 14 de 50 expedientes; Casanello en
25 de 70; Rodríguez sólo en 4 de los 34 expedientes que se mueven en su
tribunal. Seguro tendrá una buena explicación.
Ercolini interrogó a los acusados en 18 de las 72 causas que tramita,
Bonadio en 25 de 84 y Sergio Torres en apenas 5 expedientes sobre 48.
En cambio, Ariel Lijo indagó en 54 de los 67 casos que lleva. Un
promedio altísimo.
El juez Lijo. (Archivo)
¿Procesamientos?
Ese es otro tema.
Y
condenas, ni hablar.
Fuente
“Clarín”, 12.04.2018
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