Fariña habló más de 12 horas y dijo de todo: complicó a Báez, a Cristina Kirchner y "dejó pegado" a De Vido
09-04-2016 El empresario se acogió a la ley del arrepentido ante el juez Sebastián Casanello, quien declaró el secreto de sumario en la causa por Lavado de Activos que involucra a Báez.
Lograría una reducción de la pena si la información que aporta a la causa permite avanzar en la investigación
En la causa está detenido e imputado Lázaro Báez, mientras Fariña está arrestado pero por un caso de evasión impositiva.
Su testimonio complicó la situación del empresario K y con sus dichos involucró a los Kirchner, además de dar detalles de la ruta del dinero de la obra pública.
Reveló que se reunió con Néstor y con Cristina en la residencia presidencial. Junto al entorno presidencial comió asados y hasta jugó al fútbol.
Para probarlo, pidió que se haga un peritaje para determinar que su teléfono celular se conectó con las antenas que están cerca de la residencia presidencial.
También involucró al ex ministro Julio De Vido y al ex presidente de la cámara argentina de la construcción, Carlos Wagner.
Claudio Uberti, mano derecha del exministro de Planificación (encargado de supervisar la relación comercial entre Argentina y Venezuela) fue otro de los mencionados.
Fariña hizo además referencia al ex-subsecretario de Coordinación y Control de Gestión del mencionado Ministerio, Roberto Baratta; al exsecretario de Obras Públicas, José Francisco López, y al fallecido exsubsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda, Luis Bontempo. Los tres, claves en el equipo de De Vido.
Respecto de su relación con Báez, aportó un número de teléfono que utilizaba para comunicarse con él y dio el nombre de una mujer que sería la testaferro del empresario.
La importancia de sus afirmaciones han sido tales que quedaron reflejadas en la decisión del juez: en plena declaración dispuso que el expediente quede bajo secreto de sumario.
"Habló de todo, tal como lo había hecho en el programa PPT, de Jorge Lanata, frente a las cámaras ocultas", señalaron fuentes judiciales.
El magistrado le concedió el beneficio de la Ley 25.764, dirigida a testigos e imputados (colaboradores de justicia o arrepentidos) que hubieren realizado un aporte trascendente a una investigación judicial de competencia federal (narcotráfico, secuestro extorsivo o terrorismo) que en este caso sería por lavado de dinero.
La figura del arrepentido ya existe dentro de la ley contra el lavado de dinero.
En los últimos días se discutió la posibilidad de hacer una normativa específica para garantizar a quien brinde información que condene a sus superiores en una cadena de delito, rebajas en su condena.
En este sentido, el fiscal Raúl Pleé sostuvo que para los casos de lavado ya puede hacerse.
Y es lo que habría aprovechado Fariña, quien presumiblemente negoció con el fiscal.
Las medidas de protección establecidas por la normativa pueden ser, entre otras:
- Custodia personal o domiciliaria
- Alojamiento transitorio en lugares reservados
- Cambio de domicilio
- Ayuda económica (por no más de seis meses)
- Asistencia para la reinserción laboral
- El suministro de documentación que acredite identidad a nombre supuesto
La indagatoria de Fariña, que estuvo acompañado por su abogada Giselle Robles, se manejó en el marco de un estricto hermetismo en los tribunales federales, luego de que el magistrado restableciera el secreto de sumario.
Su extensa declaración fue acompañada de un gran expectativa, a raíz de los detalles que iba a contar sobre el funcionamiento de la financiera SGI, conocida como "La Rosadita".
De hecho, trascendió que también hizo referencia a los presuntos vínculos entre Báez y Cristina Kirchner.
De los involucrados en la causa que debían declarar esta semana, fue el único que tuvo una larga indagatoria ante Casanello, ya que el resto se negó a responder preguntas y elevó escritos.
Preso desde hace dos años por la evasión de $28 millones en la compra de un campo, el hombre que se hizo famoso por casarse con la modelo Jelinek decidió dejar de lado "la ficción" para contar su verdad.
Al cabo de las primeras horas de su indagatoria, Casanello reimplantó el secreto de sumario.
De este modo, ni el tribunal ni la fiscalía que comanda Guillermo Marijuan brindarán información al respecto.
El secreto de sumario permite al juez ordenar medidas sin conocimiento de las partes.
Rossi: "Soy buen compañero, ayudaba a contar"
Por su parte, Fabián Rossi, ex marido de la vedette Iliana Calabró, aseguró ante Casanello que no conoce a Lázaro Báez y que en la financiera SGI sólo "servía café" y se encargaba de ir "al supermercado".
En el marco de la causa por lavado de dinero, presentó un escrito ante el magistrado luego de aparecer en las imágenes de la financiera conocida como "La Rosadita" contando dinero junto con personas del entorno del empresario.
"No conozco ni nunca he visto siquiera, ni Austral Construcciones S.A., ni ninguna empresa a él vinculada (Báez)", explicó Rossi en el documento que dejó en el juzgado, previo a la declaración de Leonardo Fariña.
También, dijo desconocer a Martín Báez, hijo del empresario, con quien afirmó que coincidió "circunstancialmente en un mismo espacio de las oficinas" de SGI.
"No lo conocía (a Martín Báez), y no tuve relación ni trato alguno con él, más allá de coincidir circunstancialmente en un mismo espacio de las oficinas de SGI, donde lo vi tres veces", dijo.
"Yo no armo sociedades, no es ni fue mi función ni tiene nada que ver con nada a lo que yo me haya dedicado en mi vida profesional", subrayó.
Sobre su presencia en la financiera de Puerto Madero, Rossi reconoció que estuvo allí "ayudando a contar dinero a los empleados de tesorería", algo que hizo varias veces.
"¿Me convertirían esas imágenes, automáticamente, en autor o cómplice de algún delito que desconozco?", cuestionó y evitó responder preguntas del juez y del fiscal Guillermo Marijuan.
Además, manifestó que era "el que iba al supermercado Carrefour y al negocio Winery", ya que su función "junto con la del marketing era la de brindarle hospitalidad a los clientes".
"Forma parte de mi manera de ser el ayudar a mis compañeros de trabajo. Y eso hice mil veces, sirviendo café a más de un cliente, ayudando a hacer las compras en el Carrefour frente a la oficina o ,como en el caso que nos ocupa, ayudando a contar dinero a los empleados de tesorería", expresó.
Rossi recordó que para 2010 quiso cambiar un cheque diferido con el que le habían pagado un trabajo y contactó a Gustavo Fernández, presidente de SGI, quien le "merecía confianza", y así fue como terminó desembarcando en un trabajo en ese lugar.
"Empecé como proveedor externo de servicios de marketing y desarrollé de la plataforma de prensa que Federico Elaskar quería para su empresa", explicó el exmarido de la vedette Ileana Calabró.
Sostuvo que llevó clientes a la financiera porque eso "le hacía ganar una pequeña comisión".
Luego, explicó el porqué de sus intervenciones en trabajos para SGI: primero para abrir una cuenta en el banco Banesco, algo que finalmente no sucedió y, más tarde, por un pedido de directivos de la financiera para que averiguara sobre la compra de una entidad bancaria en Dominicana.
"Lo que hice entonces fue buscar en Google y luego mandé varios mails (no recuerdo exactamente, pero creo que a bancos, estudios jurídicos que aparecieron a través de la búsqueda en Internet, por ejemplo) y para mi sorpresa, alguien me contestó. Eso fue todo", resaltó.
También, explicó por qué tenía una tarjeta de SGI con la leyenda "adscripto a Presidencia", y aseguró que sólo las usó "para un desayuno de trabajo".
"Realmente es infundado y temerario afirmar que conozco o que tengo estrecha relación con Lázaro Báez, cuando ni lo conozco, ni jamás lo vi en mi vida, ni jamás hablé con él", indicó.
Sobre sus viajes a Panamá, sostuvo que los hacía desde antes de comenzar a trabajar en SGI y detalló cada uno de los viajes que realizó.
Enfatizó que "las imágenes por sí solas no prueban absolutamente nada" al tiempo que resaltó: "No aparezco en ellas cometiendo delito alguno, ni preparando siquiera la comisión de delito alguno, ni ayudando a un tercero a la comisión de delito alguno".
Bienes inhibidos
Una vez tomadas todas las declaraciones, el juez decidirá la situación procesal de Lázaro Báez y de los demás involucrados en esta causa.
Es decir, si los procesa y, en el caso del empresario kirchnerista, si lo mantiene en prisión preventiva, algo que parece bastante probable considerando que el magistrado ya dijo que cree que hay peligro de que, en libertad, el empresario pretenda fugarse.
Ese paso anticipa habitualmente órdenes de allanamientos y medidas de prueba que podrían malograrse sin la reserva necesaria.
fuente
"iProfesional", 09.04.2016
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