Un golpe para Cristina
La magnitud es récord. López no se conformó con ser el zar de las tragamonedas. Quiso ser y lo fue el zar de los tragaimpuestos.
Le debe a la AFIP unos $ 8.000 millones que al dólar del año pasado eran casi US$ 1.000 millones y mucho más al dólar promedio de los cuatro años que duró el desfalco.
No es plata que debía pagar y no pagó. Es algo mucho más grave: es plata de impuestos a los combustibles que recaudó para la AFIP y que se la quedó para hacer más plata con la anuencia del entonces jefe del AFIP que ahora es, increíblemente, el jefe de la Auditoría General de la Nación.
Ricardo Echegaray no sólo hizo la vista gorda.
Montó una moratoria a la medida de López para financiarle la compra de empresas con dinero público.
Petroleras, medios de comunicación, un banco, fábricas y hasta un casino en Estados Unidos.
Fue más que evadir impuestos y mucho más de lo que el propio Echegaray había concedido a Boudou en el negociado de Ciccone.
Una especie de asociación ilícita que se explica por la certeza de un triunfo kirchnerista en la elección de octubre que dejaría a resguardo el juego sucio.
Y que salió a la luz no por la Oficina Anticorrupción sino por una impecable investigación periodística de Hugo Alconada Mon en La Nación del domingo.
También se explica por la complicidad de Cristina.
López armó un matrimonio económico con el matrimonio Kirchner desde siempre.
Por alguna razón lo acaba de desarmar o desarmar en parte: le endosó la petrolera Oil endeudada con la AFIP y la ahora anémica red de medios a su lugarteniente De Souza, que muchos imaginan lugarteniente de Cristina.
Que De Souza se quede a bailar con la más fea puede ser la manera que López eligió para proteger sus otras empresas y sus otros socios poderosos.
López fue el directivo más destacado del Club de Negocios de Santa Cruz, el que más ganó en la década ganada.
Y aún lo es del Club del Juego, una fábrica de plata negra que financia a políticos y se financia de la política.
Es el capitalismo de amigos. O la vieja sospecha marxista que el Estado se usa para acumular ilícitamente riqueza.
fuente
"Clarin.com", 15.03.2016
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