Venezuela: Macri heredó de Cristina una deuda de US$ 250 millones con ese país
Aunque la importación de combustibles para las centrales eléctricas despertó una de las mayores polémicas del kirchnerismo, la administración actual será la encargada de saldar las cuentas debido a un plan de pagos que se acordó durante la gestión de Cristina Kirchner.
La proliferación de la crisis energética de mediados de la década pasada llevó al presidente Néstor Kirchner y a su ministro de Planificación, Julio De Vido, a cerrar un acuerdo comercial con Hugo Chávez.
El país caribeño contaba con una oferta energética prolífica y el líder bolivariano había trabado una amistad personal con el ex mandatario argentino.
El convenio contemplaba la creación de un fideicomiso en el Banco Nación en el que la Argentina depositaría los fondos para que esa entidad financiera les pagara a exportadores de productos que compraría Venezuela.
El combustible que llegó a la Argentina no provenía de la nación bolivariana porque su calidad era inferior a las exigencias locales.
Por eso, Pdvsa, la petrolera estatal venezolana, se encargaba de enviar productos de otras refinerías.
La compañía local, la mayor beneficiada con los subsidios, comenzó a incumplir con los pagos porque no le alcanzaban las transferencias del Estado.
Mientras vivió Chávez, ambos países contuvieron ese desfase, pero Maduro tuvo menos paciencia.
A fines de 2013, Axel Kicillof asumió como ministro de Economía y se llevó consigo la gestión de la energía.
Una de esas derivaciones fue la finalización de las compras de fueloil a Pdvsa por parte de Cammesa, que acordó un plan de pagos para saldar la deuda.
Desde ese momento la administradora del mercado eléctrico cumplió con los pagos, pero le restan cinco cuotas de US$ 49,5 millones cada una: un total de US$ 247,5 millones.
fuente
"nexofin", 16.03.2016
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