¿Cuántos de los siguientes conceptos te sirven en tu trabajo o vida diarias?
- "La razón (división) entre el perímetro y el diámetro de una
circunferencia recibe el nombre de p (pi) y su valor aproximado es
3,14".
- "Clorofila: Pigmento de color verde presente en hojas y tallos
de muchos vegetales, responsable del proceso de fotosíntesis; se emplea en
farmacia y cosmética".
- "El pretérito pluscuamperfecto indica una acción pasada
ocurrida con anterioridad a otra también pasada, o sea, con anterioridad a
otro tiempo pretérito".
De niños y jóvenes absorbíamos conocimiento, pero entre dientes cuestionábamos "¿para qué me sirve saber esto?", una pregunta que dejaba perplejo a más de un adulto.
Nunca como ahora hubo tantos niños en las aulas.
Los niveles de escolarización son altísimos —en América Latina y el Caribe la inscripción escolar en la escuela primaria está al 100% y en el secundario al 75%—, sin embargo, el rendimiento académico es bajo. Lo mismo ocurre con la educación terciaria: hay 20 millones de jóvenes latinoamericanos en las universidades, pero solamente la mitad se gradúa y solo hay 10 instituciones de educación superior entre las 500 más prestigiosas del mundo.
De acuerdo al informe de desarrollo mundial, "Aprender para hacer realidad la promesa de la educación", las deficiencias en el aprendizaje durante los años de escuela se manifiestan más tarde como brechas de habilidades en la fuerza laboral.
Ganarle a un robot
Lo primero es entender que las habilidades no se enseñan, ni se aprenden, ni se evalúan como se hace con los conocimientos.
Es mucho más difícil medir si un alumno está adquiriendo o no habilidades, pero no es imposible.
- Enseñar habilidades socioemocionales de forma explícita como "planear, hacer, revisar" (es decir, planear, ejecutar y revisar una tarea con los maestros y demás estudiantes), se pueden utilizar materiales específicos, como en el programa Construye T de México.
- Utilizar lenguaje socioemocional: esto motiva a los estudiantes
utilizando lenguaje que alienta el esfuerzo y trabajo.
- Mejorar la interacción maestro-estudiante.
- Promover el aprendizaje basado en la cooperación: más que poner a
sus estudiantes a trabajar en grupo, los maestros pueden alentarlos a
trabajar juntos de forma activa y significativa.
- Establecer expectativas y etiquetas positivas.
- Mejorar la gestión del salón de clase.
Un estudio realizado por la Corporación Andina de Fomento (CAF) explica que las ocupaciones menos rutinarias suelen contener altos requerimientos de habilidades socioemocionales y también de habilidades cognitivas como la creatividad, que no son propias de las máquinas.
En este sentido, si la región quiere estar preparada para un futuro tecnológico desafiante debe apostar a la formación tanto de buenas habilidades cognitivas como socioemocionales.
Hoy más que nunca las habilidades deben tener un lugar preponderante en las aulas para preparar a la nueva generación de profesionales.
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