La orden de desalojo del fiscal Pablo Vignaroli movilizó a 110 policías de la Despo y la Metropolitana hacia el paraje ubicado a 80 kilómetros al norte de Neuquén capital.
Se detuvo a tres personas y a una de ellas, Diego Rosales, vocero de la comunidad, anoche se le estaban formulando cargos por supuesta portación de armas de fuego.
El jefe de fiscales, José Gerez, dijo que el desalojo “fue pacífico” y que cuando llegaron al lugar no había presencia de ocupantes.
Sólo hallaron las banderas y minutos después de su llegada arribaron los mapuches, de acuerdo con su versión.
En el sitio se secuestraron dos armas de fuego, municiones, 48 botellas para preparar supuestamente bombas molotov, cuchillos y un barril de 200 litros de combustible.
Pero la versión del autodeterminado lof Ftva Xayen fue distinta: dijeron que la Policía irrumpió en forma violenta en la ruca y que rompió sus pertenencias.
Además, sostuvieron que tanto las armas como las pequeñas cantidades de droga que se hallaron formaron parte de una “instalación” de un escenario de “maputerrorismo”.
Hacía cuatro meses que la comunidad estaba instalada en los campos.
Al parecer, un cambio de guardia (mediante un trabajo de seguimiento) dejó un vacío temporal en una de las casillas, algo que fue aprovechado por la fuerza policial.
Los Ftva Xayen ocuparon parte de los tres campos el pasado 18 de mayo.
El argumento fue que varios de los crianceros de esa zona tenían la tierra hace años y fueron comprada por los empresarios.
Lo hicieron primero con la familia de Félix Galván, que tiene una escritura de más de dos mil hectáreas desde 1978.
Junto con Ernesto Bartusch (La Deliciosa SA) habían comprado el campo a Marta Karlson de Olholt, que en esa época vivía en Buenos Aires, según constataron los miembros de la familia.
La ocupación siguió con el campo de Liliana Paredes y después con la sociedad de Paulo Formaro y la familia Ferracioli, que adquirieron el campo, según información judicial, en el remate “Banco Bansud SA c/Riberas del Neuquén SA s/Ejecución Hipotecaria” en 2001.
También hubo un intento de tomar los campos de alfalfa y feedlots, propiedad del presidente de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), Pablo Cervi, pero no lograron concretarlo.
La zona tiene una alto valor inmobiliario y productivo, y además es estratégica en cuanto a su ubicación: tiene la toma de agua del río Neuquén para las 1800 hectáreas del Consorcio de Riego de Tratayén y también la bocatoma de donde se saca el agua para el yacimiento Loma Campana.
La comunidad le solicitó al gobierno provincial ser reconocida con personería jurídica.
Sin embargo, los derechos ancestrales reclamados chocan contra las escrituras que tienen los dueños de esos campos.
Una decisión que se dilató 4 meses
Los tres campos
Desde el 18 de mayo pasado se tomaron los campos de Félix Galván, Liliana Paredes y Formaro-Ferracioli.
Los 21 imputados: Hace unas semanas, el fiscal Pablo Vignaroli, después de casi cuatro meses, imputó a miembros de la comunidad y vecinos que se encontraban en la toma.
La situación de los detenidos
Diego Rosales, Orlando González y Juan Gorordo fueron imputados por tenencia de armas luego del allanamiento en las tierras que ocupaba la comunidad mapuche Fvta Xayen en Tratayén.
A los tres detenidos se les abrió una causa aparte de la principal, originada en una denuncia por usurpación radicada por los dueños de las tierras.
54 comunidades tienen la personería en la provincia
Son las que reconoce oficialmente el Gobierno.
La Confederación dice que hay 64.
La autodeterminada Lof Ftva Xayen tiene un trámite presentado pero aún no está legalizada.
Jorge Nahuel: “Instalaron un escenario de maputerrorismo”
Jorge Nahuel, vocero de la Confederación Mapuche, dijo que el accionar de la fiscalía -a cargo de Jorge Gerez- intentó “instalar un escenario de maputerrorismo” en el corazón de Vaca Muerta.
El werken de la Confederación Mapuche del Neuquén expresó que “las drogas y las armas son símbolo de muerte, y nosotros (los mapuches) somos símbolo de vida”.
En ese sentido, negó que las armas que encontraron en la casilla de unos de los campos pertenezcan a parte de la comunidad.
Sostuvo que si ese arsenal hubiera existido, “el lugar habría volado por los aires”, por lo que especuló con la hipótesis de que tanto la droga como las armas fueron “plantadas” en el propio procedimiento.
“Nos parece un daño tremendo a la imagen y buen nombre de esta familia (por los Mardones), que es tan humilde y respetuosa”, dijo.(LM Neuquén)
fuente
"laangosturadigital.com. ar", 20.09.2017
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