MENDOZA:
EL PJ EN SU LABERINTO
Un tiro en el pie del peronismo
La decisión causó desazón, pero de ningún modo sorpresa.
Los
dirigentes del PJ que comparten con La Cámpora y el resto del kirchnerismo la
lista del peronismo que competirá en octubre, se veían venir que “los chicos”
(ya no lo son… tienen territorio) harían alguna travesura como la que están
preparando: lanzarse solos como “Unidad Ciudadana” y “militar” sólo sus figuras
de la lista, en especial a Juani Jofré, y alinearse claramente a Cristina.
¿Y
Omar Félix? Es un señor que encabeza la lista del PJ en la que van todos,
porque ganó las PASO.
Han decidido pegarse un tiro en el pie.
Pero
el resto del PJ sentirá la herida. Son como hermanos siameses en la misma
boleta.
Es sano que en las agrupaciones políticas haya insolencia
juvenil.
Es la única manera de conseguir respeto de “los mayores”.
Luego,
cuando se consiguen bancas, cargos, poder, territorio, hay que administrar
aquella insolencia con responsabilidad.
Los matices también existen.
La situación en el peronismo de Mendoza es difícil.
Saben que en
octubre volverán a perder contra el oficialismo conducido por Alfredo Cornejo.
En el mejor de los casos y haciendo una gran elección, meterán uno o dos
diputados nacionales, y sus cabezas de lista a la Legislatura. Pero ello no
resolverá la “interna”.
Las diferencias entre los sectores más tradicionales del PJ y el
kirchnerismo vienen hirviendo a fuego lento desde hace años.
Sólo
las presidencias de Néstor y Cristina y dos gobernaciones peronistas en Mendoza
fueron frenando la eclosión.
En aquellos años, todas las incomodidades
se trataron con sordina, por conveniencia.
El ir divididos en tres grupos a
las PASO fue un anticipo de la falta de acuerdos.
Y ahora, se está a nada, a un
“tris” de llegar a un formato insólito: dos campañas electorales por la misma
lista de candidatos, con unos empujando a Omar Félix, y otros, los
kirchneristas, a los propios.
Sólo los muy militantes podrían votar semejante
engendro.
¿Qué votante independiente votaría una lista de candidatos que irán a
bloques distintos, y que están peleados entre ellos por cuestiones tan terrenales
como la plata de la campaña, quién cubre los cargos de la oposición en
organismos descentralizados mendocinos, o las cuestiones ideológicas?
Los hechos: La Cámpora hizo trascender ayer que están preparando
su “rancho aparte”.
Divorcio con división de bienes, y todo.
Y Cristina, que
nunca profesó demasiadas simpatías por el peronismo local, enterada.
La
decisión de irse al otro lado –sí, siempre hay “otro lado” pero adentro del
peronismo- provocó una ola de indignación y enojo en el resto de los dirigentes.
“Van a tener que explicarles a los mendocinos, que son el kirchnerismo que ha
decidido jugar para Cornejo y Macri” dijo uno de los intendentes del PJ, a este
diario.
Después del cimbronazo, hubo contactos. Adolfo Bermejo, quien
encabeza la lista de senadores del Segundo Distrito por Somos Mendoza le llamó
a Alejandro Abraham, uno de los dirigentes del espacio kirchnerista, que
encabeza a su vez la lista del frente peronista en el primer distrito.
José
Muñoz, un legislador de Malargüe que trabaja con Omar Félix, le pidió un
armisticio para conversar a Lucas Ilardo, el diputado de La Cámpora.
Pero aún no hay nada resuelto.
Los puntos en disputa pasan por el “cristinómetro” que los
jóvenes camporistas aplican casi a todo: No votarle endeudamiento a Cornejo, no
votar en el Congreso leyes de reformas jubilatoria, ni laboral, y firmar un
“acuerdo programático” con estos puntos, más algunos referidos a política de
persecución penal, de paso, a causa del caso Tupac y el controvertido fallo de
la Octava Cámara del Crimen, que liberó todos.
Esos lineamientos chocan con un peronismo que alberga muchos
pensamientos en su seno.
Y que aún no define quién será su jefe de campaña,
aunque en los hechos pareciera que el intendente de San Rafael y hermano del
principal candidato, Emir Félix, es quien está llevando las riendas de la
discusión con los jóvenes K.
La ausencia de un “jefe” que aglutine a todos es un problema.
Por ahora, hay una “mesa de campaña” donde hay más desacuerdos que consensos.
Allí están los intendentes Félix, Alejandro Bermejo, Roberto Righi, Jorge
Giménez y Martín Aveiro.
Por el espacio “Ciurca-Tanús-Fadel” participan de las
reuniones Eduardo Bauzá, Omar Parisi y el propio Jorge Tanús.
Por los
kirchneristas participan el dirigente de la CTA Gustavo Correa, y el diputado
nacional Alejandro Abraham.
El asunto de los “pensamientos divergentes” no es un problema
menor.
Daniel Cassia, que se enroló con los Félix, salió a criticar con dureza
al fallo que -en la práctica- dejaría casi libres de culpa y cargo a Nelly
Rojas y su familia, referentes de la Tupac.
Si ello generó enojo en los jóvenes
K, el mandoble que la senadora Patricia Fadel le aplicó al mismo fallo,
directamente los enfureció.
Fadel no es una legisladora del montón. Es la
presidenta del bloque, y una referente importante. En la lista de diputados
nacionales, ocupa la primera suplencia, como producto de las PASO.
En los sectores del PJ no piensan exactamente igual del
“separatismo” kirchnerista.
Los dirigentes del sector Ciurca-Tanús-Fadel son más
contemplativos, que los intendentes y Félix.
“Tienen razón en muchos de los
planteos, aunque la forma de hacerlo ha sido políticamente incorrecta. Es
inconcebible que haya dos campañas” dijo uno del primer grupo.
Un intendente de
los consultados, fue más crudo.
“Imaginate si nos hubiesen ganado las
elecciones… Nos orinan parados desde el Cerro de la Gloria” graficó con cierta
amargura.
Y reclamó que los kirchneristas, si pensaban en romper, debían haber
ido aparte del PJ en las PASO, como hizo Cristina en Buenos Aires. “Hacerlo
ahora es desleal” se quejó.
El detalle no es menor. El kirchnerismo hizo una gran elección,
pero perdió con Félix.
Sin embargo, por la división distrital de Mendoza,
encabezará las listas de Capital, Godoy Cruz, Guaymallén, Las Heras, San
Carlos, Tupungato, Tunuyán, y Lavalle, a concejales, más las distritales.
Llegarán a la legislatura en el segundo “medio tiempo” de Cornejo en el
gobierno, con al menos media docena de legisladores provinciales. Hoy cuentan
sólo con Lucas Ilardo.
Las disputas no son sólo ideológicas.
Desde diciembre de 2015,
el peronismo viene postergando el debate sobre quién se incorporará al
directorio del Instituto de Juegos y Casinos, un cargo que el oficialismo
siempre otorga a la oposición, gobierne quien gobierne.
También hay que ocupar
un sitio en la Inspección General de Seguridad.
Pero no hay acuerdo sobre los
nombres.
El kirchnerismo aceleró la discusión para resolverlo ahora, y Félix y
los intendentes “la patearon” al córner.
Sin embargo, designaron al senador
Luis Böhm en la Bicameral de Seguridad.
Pero para ello, no habrían consultado
al kirchnerismo.
Ayer, el enojo inicial en la dirigencia con el ímpetu
secesionista de La Cámpora, hizo lugar a las “mediaciones” para sentarse a
conversar.
Algo que kirchneristas y los Félix harían antes del martes, cuando
deba reunirse otra vez la “mesa de campaña” y decidir qué hacen, y cómo. Y con
qué presupuesto.
Sólo para Guaymallén, la logística electoral le “come” al
peronismo 700 fiscales, 300 autos, y un centenar de “combis”.
Un peronismo que,
hay que recordar, en los enclaves más importantes de Mendoza, donde se
concentra el 67 % de la población, está en el llano.
Los jóvenes K prometen conversar, y escuchar, pero no quieren
ceder en sus principios y demandas: Omar Félix deberá aceptar la doctrina K en
aspectos centrales de la vida pública. O resignarse, todos, a campañas gemelas
que nadie entenderá muy bien. Ese es el dilema, a dos semanas del inicio formal
de la campaña.
Mientras, Cornejo festeja con toda la razón del mundo.
No
hay mejor noticia a los oídos radicales, que un peronismo dividido.
Fuente
“MENDOZA post”, 08.09.2017
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