SANTA CRUZ – YCRT
DEFINICIONES
Aranguren brutalmente claro, Ozuna preso,
Gendarmería al acecho y la policía enviada en peligroso rol político
Mar 6, 2018
12:20 – El complejo
panorama de Río Turbio, se agravó en las últimas horas con dos hechos
fundamentales: la llegada de Gendarmería Nacional a la cuenca y las palabras
del Ministro Aranguren a los dirigentes gremiales de YCRT, a quienes atendió en
su oficina y les dijo claramente que: o la
empresa se readecua, baja la nómina de personal y se reducen los beneficios o
se cierra.
La claridad con la cual el Ministro de Energía les planteó
la realidad a la dirigencia gremial confirma nuestra información obtenida desde
fuentes de Economía días atrás y podemos ir más allá y afirmar que ni
siquiera es una decisión del propio Aranguren, sino de nivel presidencial.
En la reunión se les expresó
a la dirigencia que el Estado Nacional envió a YCRT 4.700
millones de pesos en 2017.
De los 700
empleados que tenía el yacimiento en el 2002 ascendió a
1.236 en el 2005 y en el 2015 tenía 2.954
trabajadores afectados, con la enorme contradicción de sostener
el nivel de producción histórico más bajo, equiparable al año 1951,
cuando solo sacaban 50 mil toneladas de carbón por año.
También les dijo (palabras más, palabras menos) que como no
colaboraron en la adecuación del personal (reducción de escala en un 30%) y
readecuación del Convenio Colectivo de Trabajo, la Intervención lo hizo de
manera autónoma con apoyo de su Ministerio y la frase
clave insertada en el comunicado oficial que debe leerse muy detenidamente es
cuando expresa: “…de lograrse los consensos necesarios
para la viabilidad de la empresa, continuarán los esfuerzos del gobierno para mantener las
actividades de la misma”.
La interpretación de estas
palabras deben llamar la atención a los trabajadores de YCRT y a los pueblos de
la cuenca.
Aranguren ha dicho: si nos ayudan a lograr acuerdos para
hacer que YCRT funcione, le buscaremos la vuelta y ayudaremos para mantener a
YCRT abierta. Si no es así, la cerramos.
Demás está decir que negó que vaya a haber una decisión de
retraer los despidos, amplió el periodo para que sigan
adhiriendo al retiro voluntario y confirmó que el plantel debe
achicarse aún más (no más allá de las 2.000 personas).
De acuerdo a las fuentes extraoficiales consultadas y como ya lo
dijimos en otras notas, el gobierno pretende imponer en YCRT un sueldo máximo que
rondaría los 130 mil pesos y de allí para abajo, estarían
todos los salarios del personal, de acuerdo a su jerarquía y desempeño.
Tras las palabras de Aranguren, surge que es quien oficializó la
decisión de Macri de “que funcione o se cierre”; no
se dará marcha atrás con los despidos, que se
achicará aún más el personal y se obligará a
pactar un nuevo CCT, los sindicatos de YCRT ahora tienen ante
sí una gran responsabilidad: o serán los héroes de una gran conquista (en caso
de lograr todo lo que pretenden y por lo que hacen paro y toma de mina) o
serán los culpables del cierre del yacimiento.
Con esta jugada
el gobierno puso la pelota en cancha de los trabajadores.
Refuerzos, miedo y rechazo
En tanto Gendarmería Nacional llegó a la cuenca, tal como estaba
previsto y retrasados por una contraorden “política” que demoró su ingreso el
día 2, cuando un importante convoy de vehículos con personal antitumultos bajo
el nombre de “Operativo
Frio“, cuya descripción
aportó OPI, fueron enviados desde Bariloche a Río Turbio cuyo acceso
se vio complicado por una manifestación de 150 personas entre trabajadores de
YCRT y gente de la cuenca, quienes se manifestaron rechazando la presencia de
los refuerzos de Gendarmería, enviados en ese carácter, al Escuadrón Nº 4 con
base permanente en esa localidad.
De acuerdo con quien se hable en la cuenca, Gendarmería es
mirado con recelo y temor, por las acciones que puedan emprender contra los
manifestantes, o con alivio, por parte de aquellos cansados de vivir los desmanes
que provocan grupos que atacan propiedades y se desplazan a gran velocidad por
los pueblos de la cuenca haciendo manifestaciones, quemando cubiertas, pintando
frentes, rompiendo vidrios y abonando a una espiral de violencia que nadie sabe
cómo puede terminar.
Los “líderes” presos
Como si se hubieran alineado los planetas, el Juez Luis
Rodríguez ayer sacó la prisión preventiva y detención en el lugar que sean
encontrados de Atanasio Pérez Ozuna, actual
intendente de Río Turbio apresado en Buenos Aires y ex interventor de YCRT, Miguel
Larregina ex funcionario jerárquico de YCRT (también en Bs
As) y Matías Mazú, ex intendente, hoy
diputado provincial con fueros, razón por la cual no fue detenido aún.
En todo el conflicto de YCRT, Pérez Ozuna, principal responsable
junto con Mazú del vaciamiento de YCRT y delitos de defraudación pública y
malversación de fondos públicos, llegó a ponerse “al frente” de las marchas que
desde el kirchnerismo organizaban este último tiempo en la cuenca carbonífera;
de hecho cuando fue detenido, acompañaba a los dirigentes gremiales en las
negociaciones en Capital Federal.
En tanto su “coequiper” diputado provincial, ha
sido la voz en la Cámara de Diputados, para articular los ataques en contra del
gobierno nacional, sin reconocer el robo sistemático que ha operado
en la década pasada, a través del yacimiento y todos los
negociados que ataron a las promesas de desarrollo y futuro que en realidad,
sepultaron.
Jugada peligrosa y mentiras
Ayer algunos despedidos, que son alentados por parte de la
dirigencia gremial y los sectores políticos del oficialismo K, habrían
ingresado a Mina 5 y la Unidad Básica Eva Perón de la cuenca, difundió un
comunicado de apoyo a Atanasio Pérez Ozuna a quien considera “Un
preso político más”, cuando en realidad deberían referirse a un
político preso más que se robó todo en complicidad con la
cadena de mando ejercida desde la presidencia, con CFK, pasando por Julio de
Vido y terminando por el último funcionario que firmaba las órdenes de pago
truchas.
De esta manera el conflicto sufre un fuerte impacto, porque de
alguna manera queda desarticulada la “ofensiva política” que venía
desplegándose fuertemente a través del Intendente y del diputado, quienes
inclusive hace meses atrás llegaron a desafiar a los medios críticos, aludiendo
a su inocencia, a una “operación mediática” y a mentiras armadas para
desacreditarlos.
Maniobra peligrosa
Hoy apareció el Ministro de Gobierno de la provincia, Fernando
Basanta, anunciando que envía 120 efectivos de la
Escuela de Policía a la cuenca “para proteger a los santacruceños y
a los propios trabajadores que llevan a cabo su lucha”, dijo
peligrosamente el funcionario.
Dos cosas principales: una, el gobierno provincial recién se acuerda
ahora de mandar personal policial, cuando ya hace un mes que se
vienen generando actos vandálicos en la cuenca, referidos a las protestas.
Dos:
el gobierno de Santa Cruz envía refuerzos policiales cuando
llega Gendarmería Nacional y no precisamente para “colaborar en el orden” sino,
tomando una vez más las palabras del Ministro, suena más bien como una orden
de interponerse entre la fuerza nacional y los manifestantes,
que con el propósito de cumplir un rol de seguridad y pacificación.
Las palabras de Basanta no son solo improcedentes
y absurdas, además de demagógicas y extemporáneas,
sino peligrosas.
Si acaso, dentro de la hipocresía política desplegada por el FPV/PJ, se intenta
colisionar con las fuerzas federales, estarían comenzando a transitar un
peligroso camino hacia la intervención federal y en este
punto la Constitución y el Código abunda en calificaciones de delitos que
podría llegar a cometer el Ejecutivo provincial con una decisión desacertada de
anteponer las fuerzas provinciales a las federales, solo para
sacar una ventaja política y venderle a la ciudadanía que están “defendiendo”
los intereses del pueblo, cuando en realidad son ellos mismos los que los han
sepultados en casi 30 años de desgobierno, robo y corrupción sin bozal y hoy
actúan en defensa propia. (Agencia OPI Santa Cruz)
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Fuente
“OPI Santa Cruz”, 06.03.2018
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