15 mar 2018

ARGENTINA Y EL MAR













ARGENTINA Y EL MAR



Argentina lucha para proteger la mina de oro de sus recursos pesqueros


El buque español capturado hace cinco días por faenar en aguas argentinas es el último caso de pesca ilegal



MAR CENTENERA

11 DE MARZO DE 2018


Prefectura escolta al buque español Playa Pesmar Uno al puerto de Comodoro.
Prefectura escolta al buque español Playa Pesmar Uno al puerto de Comodoro. AFP


Argentina pierde cada año sumas millonarias por la pesca ilegal y no regulada en el Atlántico Sur. 

Cientos de embarcaciones pesqueras faenan pocos metros más allá de las 200 millas de su costa, donde termina la zona económica exclusiva de pesca del país austral y empiezan aguas internacionales.

Rastrean los cardúmenes de peces con dispositivos electrónicos y a veces penetran ilegalmente en aguas argentinas durante la persecución, aún a riesgo de ser descubiertas. 


Lo detuvieron el pasado domingo por haber lanzado sus redes 400 metros dentro del límite argentino y permanecerá inmovilizado hasta pagar la sanción, que puede ser de hasta diez millones de pesos (40.000 euros).


Otras dos embarcaciones que también estaban en aguas argentinas lograron escapar. 

"No ocurre frecuentemente, pero son incidentes que se registran todos los años", admite Favio Cambareri, administrador del puerto patagónico de Comodoro Rivadavia, donde está varado el Playa Pesmar Uno y sus 34 tripulantes. 

El barco, de 63 metros de eslora, tenía en sus bodegas 320 toneladas de merluza, abadejo, pota y raya

En su defensa, la armadora española asegura que traspasaron la frontera "por error", debido a una desviación en uno de sus tres GPS.
Fuerzas de seguridad policiales y militares vigilan por cielo y mar que no haya pesca ilegal dentro de los límites argentinos, pero los recursos son insuficientes. 
Son más de 5.000 kilómetros de litoral. 
"Tenemos seis guardacostas grandes, de 60 metros, y cuatro aviones", detalla el titular de la Prefectura Naval Argentina de Comodoro Rivadavia, Humberto Huanau. 
"Nuestra función es básicamente preventiva", señala.
Un avión sobrevuela la 'ciudad de barcos pesqueros' en la frontera de la zona económica exclusiva argentina.
Un avión sobrevuela la 'ciudad de barcos pesqueros' en la frontera de la zona económica exclusiva argentina. TÉLAM


La Armada también colabora con esta fuerza policial y la misión del submarino ARA San Juan desaparecido incluía el control de la pesca ilegal

En esta época del año los esfuerzos se centran en el área donde fue apresado el arrastrero español. 

Alrededor de 400 barcos, en su mayoría asiáticos, se reúnen allí en busca de pota (Illex argentinus), un cefalópodo parecido al calamar. 

Por las noches, asemejan una ciudad flotante. 

Cada luz es una embarcación que atrae con potentes focos a sus presas y tiende líneas de anzuelos múltiples, que suben y bajan para pescarlas.
Los barcos que faenan en lo que se conoce como milla 201, es decir, en aguas internacionales pero al límite con las argentinas, son cada vez más.
 "En el año 2001 había unos 150
En los últimos años han llegado a operar hasta 600
Hay cada vez más barcos y menos pesca", dice Milko Schvarztman, especialista en conservación marina y excoordinador de Océanos de Greenpeace. 
"El calamar, junto al plancton, es una de las columnas vertebrales del Atlántico Sur. Más del 50% de la dieta de la merluza es calamar y también es alimento de delfines, cachalotes y aves marinas. La pesca sobre esta especie tiene un impacto sobre toda la cadena alimentaria", denuncia.
Aunque el ecosistema marino argentino sufre las consecuencias de la depredación de recursos, el Gobierno no puede actuar en aguas internacionales. 
Pescar allí es legal, incluso si gran parte de la flota presente incumple normativas ambientales, laborales ni sanitarias
"El problema va más allá de la captura pesquera. Están permanentemente contaminando, tirando petróleo y basura", advierte Schvarztman.
La situación se repite en todo el mundo, pero en el Atlántico Sur están dadas las condiciones para la tormenta perfecta. 
Hay una disputa entre Argentina y Reino Unido por la soberanía de las islas Malvinas que impide la existencia de un organismo de supervisión común, como el que opera en otras áreas marítimas. 
Y los grandes buques pesqueros pueden cargar y descargar a muy bajo coste en Montevideo, que es un puerto franco.
Desde el Ministerio de Agroindustria se negaron a responder a las consultas de este diario sobre el impacto de la pesca ilegal y no regulada. Argentina ingresó el año pasado 1.959 millones de dólares por la exportación de pescado y marisco elaborado y sin elaborar, pero el valor de la pesca realizada más allá de la milla 200 ronda los mil millones, según estimaciones de los especialistas. 
Cuatro países concentran más del 70% de las capturas en la zona: China, Corea del Sur, Taiwán y España.
Darío Sócrates, gerente del Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA), destaca que la pesca ilegal "es un problema de larga data que el Gobierno argentino, con altibajos, intenta controlar". 
Según Sócrates, los mayores problemas se originan con la pesca de pota, donde "existe mucha flota extranjera concentrada en el límite de la zona exclusiva", y con la de merluza de cola y merluza negra, que "se pescan muy al sur, a gran profundidad, y se sabe que existen incursiones ilegales de distintos países".
Pero la mayoría pesca a menos de cien millas de la costa porque no les resulta rentable ir hasta aguas internacionales ni siquiera en temporada alta de pesca de cefalópodos. 
Las empresas argentinas deben someterse a las normativas laborales nacionales, muchísimo más estrictas que las de los países asiáticos, tienen prohibido el transbordo en alta mar y no reciben subsidios a la pesca, entre otras desventajas competitivas, como el tipo de cambio.
La Organización Mundial de Comercio estuvo a punto de prohibir los subsidios que favorecen la pesca ilegal en su última cumbre, celebrada en Buenos Aires, pero el acuerdo se cayó a última hora y se aplazó hasta 2019.
"La pesca en Argentina tiene muchos problemas, pero comparado con los de la pesca en la milla 201 son mínimos", dice Schvartzman.
Después de la sobreexplotación pesquera de los 90, que provocó una caída de las capturas, se impusieron cuotas, mayores controles y la actividad se ha recuperado. 
El retroceso de la merluza se ha visto paliado en los últimos años por capturas récord de langostino, una especie de mayor valor comercial, señala Fernando Rivera, presidente de la Cámara de industrias Pesqueras de Argentina.
Sólo el 10% de lo que los argentinos capturan en el Atlántico Sur va a sus mesas. 
Comen 7,2 kilos de pescado per cápita en todo un año, mientras que en carne vacuna superan los 57 kilos anuales. 
Pero empujado por el crustáceo, este país con fama mundial por su carne roja vive una situación anómala: las exportaciones de pescados y mariscos superan desde hace tres años a las de carne y sus preparados: 1.959 millones de dólares frente a 1.934 en 2017
Una mina de oro que vale la pena proteger.

Fuente
“EL PAÍS”, España, 11.03.2018




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¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.