SEÑORA FERNÁNDEZ:
SUSPENSIÓN Y... ¿EXCUSAS/PRETEXTOS?
Suspenden el acto de Cristina por diferencias
No hubo acuerdo sobre la organización; iba a hacerse el miércoles
LA
NACION
DOMINGO 04
DE DICIEMBRE DE 2016
Cristina Kirchner. Foto: Archivo / Fernando Massobrio / LA
NACION
"Ante la enorme expectativa que despertó, suspendemos
reunión de referentes prevista para el 7/12.
" Por contradictoria, la frase
que publicó ayer en Twitter Carlos Heller generó todo tipo de bromas en la red
social.
Ésa fue, sin embargo, la explicación formal de las agrupaciones
kirchneristas al anunciar la cancelación del acto del miércoles, que iba a
marcar el cierre político del primer año deCristina Kirchner fuera del poder.
Detrás de la suspensión del
fallido "primer plenario" de Convocatoria Federal Kirchnerista (CFK),
un espacio creado hace dos meses para articular a las organizaciones que
permanecen bajo la conducción de la ex presidenta, hay diferencias internas y
razones complejas.
La de superficie es la que expusieron las agrupaciones: la
cantidad de dirigentes de todo el país que querían asistir superó la capacidad
del microestadio de Ferro, de menos de 2000 personas.
"Es imposible contener toda esa fabulosa expectativa y sería
contradictorio con el espíritu de la reunión que alguien que quiera participar
no pueda hacerlo", explicaron los organizadores en un comunicado.
Con la
venia de Máximo Kirchner, jefe de La Cámpora, el encuentro lo organizaron
Martín Sabbatella, Jorge Capitanich, Agustín Rossi y Jorge Ferraresi, en primer
plano, junto con referentes de otras 16 agrupaciones cristinistas, como Kolina,
Miles y el Frente Transversal.
Entre los invitados especiales estaban
confirmados Daniel Scioli y Fernando Espinoza.
El formato del acto del miércoles
generó rispideces desde el minuto uno.
Pero también hay cuestiones de fondo.
Lo
que está en discusión es qué tipo de organización se dará el kirchnerismo de
cara a las elecciones de 2017.
El encuentro de Ferro, el primero que iba a
reunir a todas las agrupaciones kirchneristas, significaba un paso hacia la
institucionalización del espacio.
"Hay otro sector que prefiere un
cristinismo más inorgánico, con el liderazgo de Cristina como único factor
ordenador", dijo a la nacion un diputado del FPV, que señaló a La Cámpora
como responsable de esa corriente.
El grupo CFK, promotor del acto en
Ferro, apuntaba a una reunión de dirigentes que consolidara el espacio como
referencia obligada dentro del cristinismo.
Sectores ajenos a la organización,
pero también cercanos a la ex presidenta, preferían que Cristina cerrara el año
con un acto masivo, para emular la movilización multitudinaria del 9 de
diciembre de 2015, en la Plaza de Mayo.
Los organizadores creyeron encontrar
la fórmula para convencer a los díscolos cuando presentaron el acto del
miércoles como una antesala de un "congreso programático" a
realizarse en la primera quincena marzo.
De hecho, la suspensión de ayer fue
anunciada como una "postergación" que permitirá unificar plenario,
congreso programático y marcha en una sola fecha.
Así quedó plasmado en el documento
publicado por los organizadores, que iba a leerse en el escenario antes del
discurso de Cristina.
"Quienes formamos este espacio no expresamos la
totalidad del movimiento nacional y popular que transformó y volverá a
transformar nuestra Patria", se escribió en el documento de CFK, para
evitar recelos.
"Nuestra tarea es la de construir y aportar a la
construcción de un amplio espacio de representación política y social",
completó.
En un acto ayer en la Universidad de Lanús, Cristina apuntó al tema
de la unidad: "Es imprescindible agrupar y no dividir. Necesitamos
organizarnos y trabajar", dijo.
Las tensiones se acrecentaron cuando
el número de dirigentes con voluntad de asistir superó por mucho el límite de
2000 invitados.
¿Quiénes serían los encargados de decidir quiénes entraban y
quiénes no? ¿Cómo evitar que eso generara conflictos internos?
"Pero si
había tanta gente ¿por qué no hacer un acto masivo el mismo miércoles?",
preguntó la nacion a varios de los organizadores.
"No había tiempo para convertir
un plenario de 2000 personas en una movilización popular", fue la
respuesta.
El temor era quedarse a mitad de camino: hacer un acto abierto que
luciera pobre, en especial ante la comparación que iba a hacerse con el de
diciembre del año pasado.
Para definir las presencias en el escenario también
había problemas.
"Algunos nos sentimos incómodos con personajes, como
D'Elía y Esteche, y más si van a estar en el palco", dijo una diputada del
FPV.
Ante tanto mar de fondo, se optó por la suspensión.
Fuente
“La Nación”, 04.12.2016
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