En 2004 Kirchner le había prometido su voto a favor.
Según el acuerdo de 2001, tan pronto se cumpliera este plazo, el gigante asiático sería reconocido como economía de mercado y, por ende, como miembro pleno.
O sea, es una competencia desleal.
Este lunes aseguró en un comunicado oficial que “es lamentable que Estados Unidos y la Unión Europea no hayan respetado su compromiso” y adelantó que haría una demanda ante la OMC para revocar sus decisiones.
En el caso de Argentina se convirtió en uno de los principales inversores en energía y transporte.
En 2004, China comprometió inversiones por 20.000 millones de dólares en el país y en retribución, Néstor Kirchner comprometió su voto a favor del ingreso de China a la OMC como miembro pleno.
LPO pudo saber que Macri le comunicó en secreto a su decisión al presidente Xi Jinping.
El presidente que ya tiene varios proyectos con China acordados durante el kirchnerismo con el financiamiento trabado, le explicó al gobierno comunista que con la economía en recesión y la industria sufriendo caídas récord, está muy presionado por los industriales y se quedó sin margen político para facilitar que se eliminen las barreras contra el ingreso de manufacturas de ese país.
No sólo se lo reclama a Macri sino que también al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, país en el que su grupo tiene varias plantas.
Techint también tiene fuertes inversiones en Estados Unidos.
En CGERA advertimos que es imposible competir, sin normas anti-dumping, contra una economía que subsidia las exportaciones de sus empresas”, dijo a LPO Aldo Lo Russo de CGERA.
Desde Pekín advirtieron que no soportarán que se los discrimine y se afecte sus exportaciones al mercado argentino.
El Gobierno, en una encrucijada.
Considera que ya cumplió con todos los requisitos que le impuso la "comisión directiva" del club y ahora quiere el carnet.
Ya se lo hizo saber el lunes pasado a EE.UU. y a la UE un día después que vencieran los 15 años acordados de transición para implementar una serie de reformas y lograr dicho estatus.
Ayer el objetivo de las quejas chinas fue Argentina tras algunas declaraciones de miembros del gabinete.
Según la prensa oficial china, el Ministerio de Comercio de ese país cuestionó las medidas antidumping implementadas en la Argentina contra los productos exportados a ese mercado y pidió "cumplir las reglas de la OMC".
El organismo manifestó su confianza en que la Argentina "proteja el derecho de las compañías chinas a apelar contra esas medidas", y subrayó que defiende una aplicación de este tipo de herramientas "prudente, restringida y regulada", señaló ayer el responsable del Ministerio de Comercio, Wang Hejun, según consignó la agencia estatal china de noticias Xinhua.
"Estos remedios deben estar en línea con las regulaciones de la OMC y han de ser puestos en práctica de forma justa y transparente", añadió Wang, a cargo del departamento de investigación de medidas para la resolución de conflictos comerciales.
El 7 de diciembre pasado en la Argentina se lanzó una investigación por posible dumping (cuando un país exporta por debajo de los precios domésticos) contra lavavajillas, tuberías de acero, maquinarias de procesamiento alimentario y otros productos procedentes de China.
Ya casi finalizando el año, la Argentina acumula once investigaciones antidumping a productos chinos, siendo el país de la región que ha acudido con más frecuencia a este tipo de herramientas.
Ayer una alta fuente de la Cancillería argentina explicó a este diario que en primer lugar había que tener en cuenta que ya Argentina había reconocido el estatus de economía de mercado a China en 2004; y que los procesos ya iniciados seguirían siendo bajo el estatus de economía de no mercado (para lo cual se usan precios de terceros países como sustitutos a los chinos).
Pero respecto a los nuevos, eso aún debía conversarse con los chinos, reconoció.
Sin embargo, un experto en temas de la OMC advirtió que según la Convención de Viena sobre los tratados, es la conducta de las partes lo que vale.
Es decir, cuando Argentina aplicaba acciones antisubsidios a China la trataba como economía de no mercado, y el gigante asiático no protestó durante 12 años.
Lo que implicaría que el memo firmado por Alberto Fernández (jefe de Gabinete en esos años) no se aplica.
Aunque plantea ciertos reparos legales a ambas tesis.
Cabe explicar que la principal consecuencia de reconocer a China como economía de mercado será la obligatoriedad del uso de los precios internos del mercado chino para el cálculo del margen de dumping.
Los expertos consideran que con las graves distorsiones que tienen los precios internos de china, el resultado práctico tendería a calcular márgenes de dumping menores (pérdida de protección) o incluso podría no dar un dumping negativo que implica la imposibilidad de aplicar una medida antidumping, reduciendo así la eficacia de los instrumentos de defensa comercial.
El Gobierno se encuentra entre la presión de la UIA y el temor a la furia asiática.
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