29 nov 2017

¿FUTURO... (LABORAL)... LLEGÓ?







¿FUTURO… (LABORAL)…LLEGÓ?







"Tengo 26 años y ya me reemplazó un robot": la historia de una joven que automatizó su propio trabajo

28-11-2017 

Una junior de pagos recién salida de la UBA vio la chance de reconvertirse y hoy es especialista en introducir robots en procesos de otras empresas. 

Cree que la clave de tener un empleo con futuro está en encontrar las áreas en las que los profesionales suman valor y no en aferrarse al pasado


Por Paula Krizanovic


Hola, mi nombre es Jessica Schvarzman, soy Licenciada en Administración, tengo 26 años y ya me reemplazó un robot". 

Así se presentó una joven ejecutiva de Accenture Argentina días atrás en el encuentro anual de la Red de Profesionales de Capital Humano de IDEA.

Quien hoy es especialista del equipo de Robotic Process Automation (RPA) de la consultora en tecnología e innovación, se plantó en el escenario a contarles a los directivos y jefes de Recursos Humanos de las principales empresas argentinas cómo se las ingenió siendo licenciada en Administración de Empresas para "robotizar" su propio puesto de trabajo, y generarse otro en el proceso.

También presentó a Raúl, Ricardo y Roberto, sus nuevos "compañeros de trabajo". 

Fue una forma muy cariñosa de nombrar a los algoritmos que hoy hacen varias de las tareas repetitivas y transaccionales para las que antes ella y su equipo de administración debían quedarse horas extra en determinados momentos del mes.

Los asistentes al evento, reunidos en el Hotel Sheraton de Retiro, recibieron estas declaraciones entre leves risas y un silencio incómodo. 

A ellos les toca gestionar precisamente este proceso que, a simple vista, parece nada simpático, y que en la medida en que la tecnología avance, afectará al total de las áreas de las compañías en todas las industrias.

"Pero la buena noticia que tengo para contarles es que todavía tengo trabajo y es mucho más interesante", siguió Schvarzman para cambiar el clima de la sala.

Y aseguró que ese puesto "no es nada nuevo", ya que la automatización es algo que se aplicó en numerosas ocasiones en la antigüedad, que "pensó Aristoteles", y que sirvió para que las personas en su momento pasaran de trabajar en el campo a las empresas e industrias.

Que este proceso avanzará una vez más de manera masiva y acelerada ya es un hecho.

Según Schvarzman, las opciones que los trabajadores tienen hoy en día son: la de especializarse en un nicho donde todavía la automatización no sea inmediata, o la de adoptar nuevas tecnologías.

Para quienes eligen este último camino, la experta de Accenture destacó que es importante tener la capacidad de aprender cosas nuevas, "pero hay que aprender a desaprender continuamente".


Luego, en diálogo con iProfesional, Schvarzman contó cómo incluso mientras estudiaba Administración de Empresas en la Universidad de Buenos Aires, no se imaginaba este destino laboral ni sabía que existía, pero sabía que quería dedicarse a algún área de su profesión que no fuera transaccional.

Se recibió de esa carrera a los 22 años, un año después de comenzar a trabajar en Accenture como analista de pagos para un cliente del área de petróleo.

"A medida que uno va entendiendo el proceso, en cualquier tarea administrativa u operativa, te da la posibilidad de empezar a plantear mejoras. Cuando teníamos dominio del proceso empezamos a proponer cómo automatizarlo, también acompañados por la empresa", recordó Schvarzman sobre los comienzos de su nueva carrera. 

"Llegó un momento en que nos dimos cuenta de que podíamos automatizar el proceso entero de punta a punta. Y eso implicó que mucha gente de ese equipo pasara a hacer tareas administrativas de mayor valor agregado, esas para las cuales antes nunca había tiempo, evitar pagos duplicados, etc.", prosiguió.

A partir de ahí, como Schvarzman también era parte del equipo de análisis de procesos de Accenture, esta área se fue moviendo al ver que esto era una necesidad del mercado, y terminaron generando lo que en la compañía hoy denominan RPA (Robotic Process Automation)

"Se empezó a hacer como outsourcing y luego comenzamos a ver qué podíamos automatizar hacia adentro. Nos reinventamos y hoy ofrecemos un nuevo servicio. Somos un equipo con distintos perfiles de gente. Arrancamos siendo 10 y hoy somos 52, con un montón de chances de crecimiento", relató.

Integran el área de RPA desde expertos en procesos-quienes primero comprenden los procedimientos de cada compañía que pueden ser automatizados-, especialistas en programación en distintos lenguajes, y matemáticos y analistas predictivos.

Por eso Schvarzman asegura que no es excluyente contar con una carrera de base tecnológica o conocimientos técnicos para ser parte de este tipo de transformaciones. 

"Yo creo que el plus que tenemos es haber trabajado en la operación, en procesos de finanzas o recursos humanos, para entender qué es lo que se puede automatizar y que no, y que nos dediquemos a agregar valor donde no se puede", opinó.

Reconoce que al llegar a trabajar en una empresa, los especialistas en RPA pueden encontrar muchas veces cierta resistencia o territorialismo de parte de personas que se aferran a determinada tarea o rol. 

Otros descreen que ciertas actividades puedan automatizarse.

"Pero esto sucede hasta que ven el potencial que puede permitirles la robotización. Que un robot puede hacerlo mejor, más rápido, sin cansarse ni equivocarse, y eso les deja tiempo para otras tareas más satisfactorias que le permiten a las personas llegar a su casa y sentir que tuvieron un buen día", añadió.

Persiste, además, un miedo a lo desconocido. 

Sucede que no solo quienes hoy están empezando a estudiar o lo harán pronto, tendrán que formarse para ejercer carreras que todavía no existen. 

Será el destino próximo para muchos trabajadores.

A Schvarzman esto le parece "espectacular" porque eso da la oportunidad de conocer cosas nuevas. 

"Hay un montón de conocimientos, por ejemplo de procesos, que siguen siendo útiles, pero la clave es aplicarlo en algo que sume valor, no quedarse en el miedo que genera no saber qué hacer", resumió.

Por último, la especialista de Accenture aseguró que el temor desaparecerá a medida que se conozca un poco más de qué se trata la inteligencia artificial y cómo los robots en muchos casos son asistentes del talento humano, que no va a desaparecer. 

Fuente
“iProfesional”, 28.11.2017


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Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.