11 sept 2017

MAPUCHES: UNA OFERTA DE BENETTON






MAPUCHES:

UNA OFERTA DE BENETTON








Conflicto en la Patagonia

El día que los mapuches rechazaron las tierras del magnate Benetton


Fue a fines de 2005, después de un cruce de cartas que también involucró al premio nóbel Pérez Esquivel
El día que los mapuches rechazaron las tierras del magnate Benetton

Luciano Benetton

Gonzalo Sánchez

Fue en el invierno de 2004 o en el verano romano de aquel mismo año. 
Fue por carta porque en aquellos tiempos nada eran repentino como ahora, con el auge de las redes y lo efímero. 
Fue en la tapa de un diario de prestigio, La República; y fueron dos hombres, un premio nobel argentino y un magnate italiano, los protagonistas de aquella historia epistolar acerca del valor de una palabra: la palabra propiedad.
Entonces, una comunidad mapuche, la comunidad Santa Rosa, conformada por el matrimonio de Atilio Curiñanco y Rosa Nahuelquir, había ocupado tierras de Benetton en la Patagonia. 

Se habían sentado con sus usos y costumbres sobre el cuartel Santa Rosa, de la estancia Leleque: 600 hectáreas todas pertenecientes al grupo italiano, que los mapuches reclamaban como territorio sagrado, como la tierra de sus ancestros. 

El caso había obtenido trascendencia mundial. 

Tanto o más que en esta época de RAM, Gendarmería y ausencia de Santiago Maldonado. 

Y era para Benetton, verdadero rey de la tierra en la Argentina, con un millón de hectáreas compradas legalmente en su haber, más que un dolor de cabeza: una guerra de poderosos contra débiles que comprometía su predica de inclusión United Color. 

Pero se complicó todavía un poco más porque en aquel tiempo también apareció la Gendarmería con una orden judicial y los mapuches terminaron desalojados, devueltos a una casa de mampostería en la periferia de Esquel.
El día que los mapuches rechazaron las tierras del magnate Benetton
Rosa y Atilio Curiñanco
Empezó, entonces, otra etapa del reclamo: un juego dialéctico de grandes ligas, con abogados corporativos versus indigenistas pujando en la Justicia local y con Benetton y Pérez Esquivel discutiendo en la arena de la comunicación masiva. 

La primera carta, del nobel argentino, convertido en vocero de los mapuches, está fechada el 14 de junio de 2004. Es una misiva post desalojo.
Dice: “Al escribirle la presente carta (...) lo hago entre el asombro y el dolor de saber que usted se ha valido del dinero y la complicidad de un juez sin escrúpulos,para quitarle las tierras a una humilde familia de hermanos Mapuches, en la Provincia del Chubut, en la Patagonia Argentina...” 

Sigue: “Debe saber que cuando a los pueblos originarios les quitan las tierras los condenan a muerte; o los reducen a la miseria y al olvido: Pero siempre existen los rebeldes que no claudican frente a las adversidades y luchan por sus derechos y la dignidad como personas y como pueblos”.
El día que los mapuches rechazaron las tierras del magnate Benetton
El premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel
“Señor Benetton, devuelvale las tierras a esa gente. Sería un gesto de grandeza moral. (…) Le pido que viaje a la Patagonia y se encuentre con los hermanos Mapuches y comparta con ellos el silencio, las miradas y las estrellas"

“Señor Benetton, devuelvale las tierras a esa gente. Sería un gesto de grandeza moral. (…) Le pido que viaje a la Patagonia y se encuentre con los hermanos Mapuches y comparta con ellos el silencio, las miradas y las estrellas. (...) Todos pasamos por la vida, cuando llegamos estamos partiendo y nada podemos llevarnos; pero sí podemos dejar a nuestro paso las manos llenas de esperanzas a fin de construir un mundo más justo y fraterno ”.
Benetton no demoró la respuesta. 

Fue también por carta. Y también fue nota de tapa del diario La República. 

"Estoy convencido -planteó el millonario- de que un diálogo civil entre las partes representa el único camino para poner de acuerdo las distintas posiciones. Con más razón si se trata de un tema complejo como el de las tierras patagónicas que presenta complicados aspectos históricos, sociales y económicos, que toca a numerosos grupos étnicos además de dos gobiernos latinoamericanos, que presenta interrogativos morales y filosóficos antiguos como el mundo".
El día que los mapuches rechazaron las tierras del magnate Benetton
Luciano Benetton
"Dadas las características de la empresa que se está desarrollando en Argentina, parece poco generoso describir mis propiedades como latifundios medioevales y a nosotros como señores feudales", escribió Benetton
También se defendió: "Dadas las características de la empresa que se está desarrollando en Argentina, parece poco generoso describir mis propiedades como latifundios medioevales y a nosotros como señores feudales". 

Y no dejó de lado aspectos filosóficos y sociológicos en su respuesta al Premio Nobel, que había puesto en tela de juicio la propiedad de la tierra preguntándose en su carta "quién ha comprado la tierra de Dios". "Con esa pregunta -respondió Benetton- usted reinicia un debate sobre le (sic) derecho de propiedad que, no importa lo que se piense, representa el fundamento de la sociedad civil".
Estaba servido el debate sobre la propiedad, un choque de mundos. 

Para Benetton, la propiedad entendida según el derecho romano. 

Para los mapuches, el sentido de pertenencia a la tierra, pero no de dominio. 

Pero en noviembre de 2005, en medio de las cartas intercambiadas, Luciano Benetton, hizo su jugada: ofreció donar 7500 hectáreas a los mapuches en el corazón de Chubut.

Concretamente en Piedra Parada, un paraje lunar, al pie del rastrillado río Chubut. 

Una tierra prometida, llena de posibilidades. 

El magnate pretendía resolver el asunto, utilizando como mediador al gobierno argentino. 

Proponía que fuera el garante de la operación, que recibiera las tierras y luego se las otorgara con un fines de desarrollo social a las comunidades.
Pero del otro lado vino un no rotundo. Los mapuches dijeron no. 

NO querían cualquier tierra, sino el territorio ancestral, el lugar de los suyos, ese predio de arbustos y felichilla patagónico, destemplado y desabrido, en los bordes de la estepa, que había sido, según palabras de Atilio y Rosa, el lugar de sus padres y abuelos. 

No era cuestión de aceptar un gesto de filantropía, como parecía prentender el magnate. Sino, de reclamar el espacio sagrado.
La donación de aquel paraíso nunca se hizo efectiva. 

Las tierras de Piedra Parada, un final posible del mundo, se quedaron sin destinatorio, en la soledad de la meseta chubutense. 

Años después fueron compradas por un inversor francés. 

Años, después, Atilio y Rosa volvieron al predio de Leleque. Volvieron a ocupar la tierra reclamada. 

Consiguieron permanecer porque una ley que impide los desalojo, y que en noviembre se podría caer, les dio al amparo para vivir allí, en la tierra del magnate, sin sobresaltos. 

Pero la historia podría ser escribiéndose en un tiempo para nada lejano.

fuente
""CLARIN", 10.09.2017
(facebook, P. Russo, 11.09.2017)

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Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.