El Presidente es el comandante de esta batalla ...
La movida-que según fuentes gremiales recién empieza y llegaría a los 700 despidos en tandas semanales-motivó la reacción de la conducción del macrismo y la UCR a nivel nacional.
Los 24 presidentes de distrito de Pro se quejaron, por medio de Twitter y con idéntico texto, y pidieron "que frenen los despidos selectivos a los trabajadores de la salud por su inclinación política".
El texto, que entre otros suscribieron Jorge Macri (Buenos Aires), Omar de Marchi (Mendoza) pide al presidente Alberto Fernández que intervenga.
"No es momento para los vivos, que intentan solapar en el medio de esta desgracia, picardías políticas debilitando al PAMI, que los jubilados tanto necesitan", expresaron.
A mediodía, la cúpula del radicalismo que encabeza Alfredo Cornejo adhirió al reclamo, expresó su preocupación y exigió "la inmediata retractación" de la medida.
"Son tiempos de solidaridad y responsabilidad, despedir a una persona por su pensamiento político es una demostración de autoritarismo que no vamos a tolerar y se contradice con el llamado a la unidad que pregona el presidente de la Nación", afirmó Cornejo en nombre de la UCR nacional.
En la nómina, a la que accedió LA NACION , aparecen militantes del macrismo, mezclados con trabajadores sociales y administrativos.
Uno de los cesanteados, que cuenta actualmente con otro cargo público pero que prefirió el anonimato, afirmó a La Nación que la medida es inédita en la historia de PAMI.
"Siempre que entra un Gobierno se echa a los jerárquicos, acá se está despidiendo a gente sin militancia, y a otros como yo, que sí la tenemos. En este caso hay una clara persecución política" afirmó.
Y atribuyó los despidos a "decisiones de Volnovich y Máximo Kirchner , que el Presidente tal vez desconoce".
Otro empleado que también recibió su telegrama y pidió reserva de su nombre asustado por eventuales represalias tampoco salía de su asombro.
"No se entiende que echen gente en un momento tan delicado para la salud de la gente", expresó a este diario.
"Acepté el cambio de estatus sin problemas, y acá me dedicaba a atender jubilados todos los días a consultar personalmente por distintos trámites. El afiliado está muy preocupado, y cosas como éstas no los ayudan", afirmó.
LA NACION intentó comunicarse con autoridades de PAMI, sin obtener respuesta.
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